Una fortaleza medieval, una residencia palaciega del siglo XIX, un hotel sanatorio del siglo XX, jardines y vides… No se puede decir que no haya sido intensa la vida del castillo de Soutomaior. Porque sí, todo eso, y más, en un único espacio, que ha acabado como museo desde la reforma de la Diputación de Pontevedra en 2018.
Justo en ese 2018 nos acercamos al castelo de Soutomaior por primera vez y lo encontramos en plena obra. Nos dimos una vuelta por sus jardines, pero nos prometimos a nosotros mismos que volveríamos para ver lo que se escondía detrás de aquellos muros y en las torres que veíamos sobresalir entre las almenas.
Hemos tardado más de lo que pensábamos –ya sabes por qué, un bicho, un confinamiento, una pandemia, vamos–, pero hemos cumplido. Cruzamos las murallas y atravesamos el puente levadizo que nos lleva a casi mil años de historia de Galicia. ¿Te vienes?
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Completa tu paso por la provincia de Pontevedra con nuestras 20 cosas que ver y hacer en las Rías Baixas. Y, si eres fan de los castillos medievales, no te puedes perder tampoco el castillo de Sobroso.
El castillo de Soutomaior: un poco de historia
Hemos dicho que el castillo de Soutomaior nos llevó a un viaje de casi mil años de historia y es que las primeras noticias que se tienen de la fortaleza original son del siglo XII. Se cree que Paio Méndez Sorrede fue el fundador en tiempos de Alfonso VII. Obviamente no se parecía casi nada al castillo actual. Eso sí, ya tenía el nombre de Souto Maior, por estar en el valle del Soto, Souto, y ser la construcción más grande. Su hijo comenzó a utilizar Sotomayor como apellido.
¿Sabías que…?
La palabra «soto» proviene del latín saltus: tierra cubierta de bosques o arbustos. La próxima vez que te encuentres un topónimo con Soto, ya sabes por qué es.
El castillo de Soutomaior, como el de Sobroso, sufrió los ataques de la revuelta Irmandiña en la segunda mitad del siglo XV. Lo recuperó y reconstruyó Pedro Álvarez de Sotomayor. Quédate con este nombre porque fue uno de los señores feudales más poderosos del reino de Galicia. Luego volveremos a él, cuenta con su propia sala en la torre del homenaje.
Los Reyes Católicos salvaron el castillo de la destrucción, a pesar de que Pedro Álvarez de Sotomayor luchó por el bando perdedor en la guerra de sucesión. Era demasiado importante en la defensa de la frontera con Portugal, aunque sí le obligaron a rebajar la altura de la torre.
Las guerras contra Portugal acabaron y el castillo fue abandonado –esta historia nos suena, ¿verdad?–. Abandonado, pero seguía en manos del marquesado de la Vega de Armijo. A finales del XIX, el marqués –Antonio Aguilar y Correa– transformó el castillo en residencia palaciega. Es él quien manda crear los jardines del castillo.
El siglo XX en el castelo de Soutomaior
Si pensabas que un castillo-palacio ya tendría poca vida en el siglo XX… déjanos sacarte de tu error. En 1908 el castillo llegó a manos de María Vinyals –otro nombre con el que te tienes que quedar– que, en 1911, inauguró el Sanatorio Lluria. El éxito del sanatorio, donde se ”trataban enfermedades de la orina y del artritismo”, fue tal que pronto abrieron un restaurante y un ala para que los pacientes se pudieran instalar. Vamos, que se transformó en un hotel-balneario en toda regla.
¿Acaba así? No, porque en 1917 las cosas se habían torcido tanto para el matrimonio Vinyals-Lluria que el castillo se vendió en subasta pública. ¿El precio final? 20.000 pesetas.
No se vayan todavía… En 1935, Eugenio Carlos de Hostos y de Ayala compró el castillo de Soutomaior y los terrenos adyacentes. Es en esos terrenos donde recupera los jardines palaciegos y crea una suerte de jardín botánico.
El castillo-museo
¿Creías que eso era todo? Todavía falta un paso más: en 1982, la Diputación de Pontevedra compra el castelo de Soutomaior y, tras restaurarlo, lo abre al público –jardines incluidos– en 1987.
Casi 30 años después, en 2018, remusealiza las salas del castillo y así lo encontramos nosotros. Lleno de proyecciones, representaciones 3D, audiovisuales y hasta un videomapping, en el interior de la torre del homenaje, que cuentan la historia del castillo y de los personajes que pasaron por él a lo largo de sus casi mil años de existencia.
La visita: qué te vas a encontrar
Ya te lo hemos avanzado: en el interior del castillo de Soutomaior te vas a encontrar la historia del propio castillo. Desde su creación y evolución a lo largo de los siglos hasta los personajes y las familias que pasaron por él. Diez salas que se recorren en unos 45 minutos, a no ser que te entretengas viendo las proyecciones o el videomapping más de una vez como hicimos nosotros.
¿Quieres saber algo más de los irmandiños? ¿Alucinar con el árbol genealógico de los Soutomaior? ¿Conocer a María Vinyals? ¿Descubrir por qué Pedro Álvarez de Soutomaior era conocido como Pedro Madruga? ¿Pasear entre muros centenarios? ¿Asomarte a una vista impresionante sobre el valle del río Verdugo? Pues no sabemos a qué esperas para visitar el castillo de Soutomaior. También encontrarás, según el momento de tu visita, alguna exposición temporal. Aunque el foco de la musealización de la Diputación de Pontevedra es la historia del propio castillo, sigue habiendo salas de exposiciones.
Eso sí, las paredes de piedra de las salas del castillo, las salas reformadas en el siglo XIX para hacerlas palaciegas, los techos, las chimeneas… también esperan que les eches un vistazo. A ver si por querer saber todo sobre el castillo acabas por no mirarlo.
Pedro Madruga, el hombre de vida intensa
No vamos a entrar muy en detalle en la lista de ocupantes y propietarios del castelo de Soutomaior, pero no podemos dejar de hablar de Pedro Álvarez de Soutomaior. Un hijo bastardo del señor que, tras ser reconocido, heredó todas las propiedades de la familia a la muerte de su hermanastro, Alvar Paéz de Soutomaior, en la ciudad de Tui durante los ataques irmandiños.
Tienes que pararte ante el videomapping de la torre del homenaje para conocer su vida. Su apoyo a Juana la Beltraneja, su huída a Portugal, su retorno, sus luchas contra el arzobispo de Santiago de Compostela y su muerte en una pelea fingida en una emboscada en los bosques gallegos cuando iba a presentar su rendición ante los Reyes Católicos. Ojo, muerte que, por no estar clara, ni se sabe si se produjo…
¿Sabías que…?
En lo alto de la torre del homenaje nos enteramos de una curiosa teoría según la cual Cristóbal Colón fue el mismo Pedro Madruga. La parte italiana de Salta Conmigo no está nada de acuerdo con eso, pero…
La galería de las damas
Aunque fue en la renovación del siglo XIX cuando la Galería de las Damas alcanzó su belleza actual, esa galería al patio de armas ya estaba ahí antes, construida en madera. Hoy, en piedra y en estilo neogótico, es uno de los elementos más reconocibles del castillo de Soutomaior. Podrás sentirte una Julieta asomada al balcón esperando a su Romeo o una doña Inés esperando a su Tenorio… Vale, tenemos que buscar ejemplos de balcón con chico esperando, pero la literatura clásica es lo que tiene.
El jardín del castillo: camelias, árboles centenarios y hasta un columpio
Como decíamos, fue en el siglo XIX cuando Antonio Aguilar y Correa, marqués de la Vega de Armijo, mandó crear los jardines alrededor de su residencia palaciega. También hemos comentado que la historia del castillo en el siglo XX no fue una balsa de aceite y que los jardines tuvieron que ser rehabilitados por Eugenio Carlos de Hostos y de Ayala en 1935. Pues la Diputación de Pontevedra tuvo que volver a recuperarlos.
Ya había camelias en el jardín en 1982, de hecho, algunas de las más antiguas de Galicia. Pero, a lo largo de los años, se han ido introduciendo más, gallegas y del resto del mundo, y, finalmente, especies singulares. Todo ese esfuerzo hizo que el jardín del castillo de Soutomaior se convirtiera, en 2012, en el primer jardín de España reconocido como Jardín de Excelencia Internacional por la Sociedad Internacional de la Camelia. Primero en España y séptimo de Europa. Así que, ¿no vas a darte una vuelta por él? Eso sí, si no vas entre diciembre y febrero, no lo verás en su máxima expresión, pero sigue mereciendo la pena el paseo.
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No lo vimos florido, visitamos el castillo a finales de mayo, pero te recomendamos que eches un vistazo a las 10 camelias imprescindibles de la ruta de las camelias del castillo de Soutomaior.
Merece la pena en cualquier época del año por sus árboles centenarios, sus vides, el hórreo y la tranquilidad que se respira en él. Incluso te puedes llegar a columpiar en el prado con vistas a las murallas. Nosotros nos quedamos con las ganas porque se iba a celebrar una boda esa misma tarde –el castillo se utiliza para celebrar eventos de todo tipo– y ya había cola para la foto en el columpio.
Precios y horarios del castelo de Soutomaior
El precio de la entrada al castillo de Soutomaior es de 5 €. El jardín y el castillo abren sus puertas todos los días excepto 1 y 6 de enero, 24, 25 y 31 de diciembre y los lunes de octubre a abril. El horario del castillo es de 10 h a 20 h de lunes a viernes y de 10 h a 14:30 y de 16:30 a 20 h sábados, festivos y domingos de mayo a septiembre. Entre octubre y abril, de 10 h a 19 h de martes a viernes y de 10 h a 18 h sábados, domingos y festivos. El horario del jardín es de 10 h a 21 h todos los días de mayo a septiembre y de 10 h a 19 h el resto del año –excepto los lunes, recuerda–. Tienes toda la información en su web.
Puedes comprar tu entrada directamente en la taquilla del castillo o reservarla por internet desde aquí. Ten en cuenta que la taquilla cierra al mediodía, pero no el castillo. Si llegas con la taquilla cerrada, puedes comprar la entrada online y hacer la visita.
Visitas guiadas y visitas teatralizadas
A la hora de comprar o reservar tu entrada también te puedes hacer con una visita guiada al castillo –6,50 €– y al castillo y los jardines –7,50 €–. Esas son las visitas “normales” porque también las hacen teatralizadas y caracterizadas –podrás recorrer el castelo de Soutomaior acompañado de alguno de los personajes ilustres que habitaron entre sus muros–. Tienes toda la información en la web oficial.
También hay programa especial para el samaín –la festividad de origen celta que dio vida a Halloween y está reviviendo en Galicia– y luces muy bonitas en Navidad. El castillo de Soutomaior da para volver unas cuantas veces.
Más información práctica: cómo llegar al castillo de Soutomaior y dónde comer
El castillo de Soutomaior está en Galicia, al fondo de la ría de Vigo, en la parroquia de San Salvador de Soutomaior, concretamente en la rua Rial s/n. Puedes preguntarle a Google Maps cómo llegar desde donde estés. Para que te hagas una idea de los tiempos, desde Pontevedra hablamos de menos de media hora en coche. Desde Vigo también reserva ese mismo tiempo.
Si llegas a la hora de comer, puedes acercarte a la cafetería O Castelo –es la que está más cerca, pero confesamos que nosotros llegamos ya comidos–. También hay un hotel pousada dentro del recinto del castillo, pero creemos que es sobre todo para celebraciones: ¡hay muchas bodas aquí!
Y sí, vas a tener que ir hasta el castillo de Soutomaior para descubrir por qué le llamaban Pedro Madruga…
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