Melgaço ha sido todo un descubrimiento. El municipio más al norte de Portugal, separado de Galicia por el Miño, es conocido por ser el “destino de naturaleza más radical” del país luso, pero es muchísimo más. Porque sí, hicimos rafting, barranquisimo y senderismo entre otras actividades de turismo activo, pero también visitamos termas, castillos, iglesias románicas y ¡disfrutamos de una gastronomía riquísima! Hubo que ponerse a dieta a la vuelta… Y no faltó el enoturismo en la tierra del alvarinho portugués.
Si te gusta la naturaleza, Melgaço es tu sitio: de las riberas del Miño a las zonas de montaña del único parque nacional de Portugal. Pero si te gusta la historia, también: sus castillos fueron fundamentales en las defensas de la frontera del Alto Miño en los primeros años de vida de Portugal.
El municipio de Melgaço es enorme: ocupa 232 km2 y tiene 13 freguesias –las pedanías portuguesas–. Con esos números, ya imaginarás que hay muchísimo que ver y que hacer en Melgaço. Te damos algunas pistas, para que no te pierdas lo más importante.
- Nuestras 14 cosas que ver y que hacer en Melgaço
- Descubrir el casco histórico de Melgaço y su castillo
- Visitar el único museo del cine de Portugal
- Acercarse a las termas de Melgaço
- Recorrer las márgenes del Miño
- Soltar adrenalina haciendo rafting en el Miño
- Y, si te atreves, ¡también barranquismo!
- Hacer senderismo o rutas BTT por el único parque nacional de Portugal
- Visitar el Castillo de Castro Laboreiro y parar en la Cascata do Laboreiro
- Buscar las iglesias medievales por las freguesias de Melgaço
- Disfrutar de la comida típica de Melgaço
- Descubrir el apiturismo con abejas que no pican (o casi)
- Saludar a unas “ovejas felices” y comer su queso
- Conocer el alvarinho portugués
- Plantar un árbol y volver a verlo en tu siguiente viaje
- Mapa con los sitios que visitar en Melgaço
- Cómo llegar a Melgaço
Nuestras 14 cosas que ver y que hacer en Melgaço
Aquí van nuestras recomendaciones de lugares que visitar en Melgaço y de actividades para disfrutar de su naturaleza y de su patrimonio. ¿Te apuntas?
Descubrir el casco histórico de Melgaço y su castillo
Lo primero que tienes que ver en Melgaço es el casco histórico de la vila de Melgaço. Es pequeñito, pero muy coqueto y lleno de rincones con encanto e historia que nos llevaron a los primeros años de vida de Portugal. Melgaço creció alrededor de su castillo, mandado construir por el primer rey del país vecino, Alfonso I de Portugal, allá por el siglo XII. Del castillo solo queda la gran torre del homenaje. Desde su cima, se tiene una bonita vista del casco histórico y de los alrededores. Es el sitio ideal para empezar cualquier visita a Melgaço.
Tampoco te puedes perder la pequeña Iglesia de la Misericordia y la más grande Igreja Matriz, o Iglesia de Santa María de la Puerta –estaba cerca de la puerta principal del castillo–. Hay otras dos paradas obligatorias en el casco histórico de la vila de Melgaço. La primera, el Solar do Alvarinho, un centro de interpretación del vino alvarinho, dedicado también a otros productos típicos locales. Está ubicado en el antiguo ayuntamiento, en el “Edificio de los Tres Arcos”, del siglo XVII. La segunda, la muralla, muy bien conservada. No te pierdas la puerta que está junto al Museo del Cine ni la que está delante de la estatua de Inês Negra.
¿Sabías que…?
Según la leyenda, Inês Negra convenció al rey de Portugal de terminar la lucha contra los castellanos, en 1388, con una pelea entre dos mujeres. Ella sería una, obviamente, y la otra fue “la renegada”, una portuguesa que había cambiado de bando. Por supuesto, Inês Negra ganó.
Visitar el único museo del cine de Portugal
Ya hemos mencionado el Museo del Cine. Sí, en Melgaço se encuentra el único museo dedicado al cine en todo Portugal. ¿Por qué está aquí? Por casualidad. En Melgaço se estableció el francés Jean Loup Passek, director del departamento de cine del Centro Georges Pompidou de París y del Festival de Cine de La Rochelle que dedicó casi 50 años de su vida a coleccionar objetos relacionados con la historia del cine. Este amante del séptimo arte, a su muerte, donó su colección al municipio, que en 2005 abrió este museo en pleno casco histórico de la vila de Melgaço. La colección es enorme. Los objetos se van rotando en exposiciones temporales, aunque también hay una permanente.
Hay carteles, fotografías, equipos de los tiempos del cine mudo y más modernos, películas y una exposición muy interesante dedicada a los orígenes del cine, con linternas mágicas, zoótropos, fenaquistiscopios, praxinoscopios… OK, hay que ser un poco friki para saber qué son. Nosotros es que, cuando lo visitamos, acabábamos de escuchar el podcast Todopoderosos: Antes del Cine.
¿Sabías que…?
El Museo del Cine es parte de una red de cuatro museos, Melgaço Museus a los que se puede acceder con una entrada conjunta de 5 € –cada uno cuesta 2 €–. Además del del cine están el de la Torre del Homenaje, el Espacio Memoria y Frontera –dedicado a la historia de la emigración y del contrabando con España– y el Núcleo Museológico de Castro Laboreiro.
Acercarse a las termas de Melgaço
A ambos lados del Miño, en Galicia y en Portugal, hay centros termales que vivieron sus años dorados a finales del siglo XIX y principios del XX y hoy vuelven a estar de moda. Es el caso de las Termas de Melgaço, en el Parque Termal do Peso, a menos de 4 km del casco histórico de la vila de Melgaço. Las propiedades terapéuticas de las aguas del Peso se descubrieron allá por 1884, cuando la mujer de un médico de otro pueblo del norte de Portugal curó gracias a ellas sus problemas de estómago.
El parque termal es enorme y vale la pena acercarse aunque solo sea para darse un paseo entre sus árboles junto al arroyo Bouça Nova. Además del balneario en sí, de la oficina de embotellamiento y de las ruinas del antiguo Hotel do Peso, hay dos manantiales: la Fonte Principal y la Fonte Nova, o Galeria Nova. Lo más espectacular del complejo es el Buvette, el lugar donde se daban los tratamientos que consistían básicamente en ingerir el agua termal. Se construyó entre 1909 y 1915 y es un gran pabellón modernista que engloba la Fuente Principal, con estructura de hierro, vidrieras de colores y suelo de azulejos.
Al lado, están las termas, en su página web tienes información de sus circuitos termales y tratamientos. Nosotros no tuvimos tiempo de probarlos. Lo que sí probamos fue el agua de la Fonte Principal –será saludable, pero saber no sabe bien…– y la mucho más agradable agua embotellada de Melgaço. Si te gusta el agua con gas natural, no dejes de probarla.
Recorrer las márgenes del Miño
Puedes llegar a las termas desde el casco histórico de la vila de Melgaço recorriendo los Percursos Marginais do Rio Minho. Es un sencillo sendero de 5,7 km, una hora y media de duración más o menos, en el que irás bordeando el Miño y viendo sus pesqueiras de lamprea, las “bases” de la pesca tradicional de este curioso pescado. Aquí tienes los detalles de la ruta. Si no tienes tiempo de hacerla, no dejes de acercarte al río.
Soltar adrenalina haciendo rafting en el Miño
Si Melgaço es conocido como “el destino de naturaleza más radical de Portugal”, por algo será. Y ese algo es, sobre todo, el rafting por el río Miño, que aquí se puede practicar todo el año. Hay dos compañías con las que se puede hacer, te damos todos los detalles en nuestro artículo sobre turismo activo y rafting en Melgaço.
Y, si te atreves, ¡también barranquismo!
Nos vamos desde el Miño hasta la zona del Parque Nacional Peneda-Gerés, declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO. Allí, junto al río Varziela, se encuentra el Peneda-Gerés Canyoning Center, base de los chicos de Montes de Laboreiro, con los que hicimos nuestra ruta de barranquismo. Saltos al agua, toboganes naturales, rappel… nos lo pasamos como niños. Sin duda, nuestra actividad favorita de turismo activo en Melgaço.
Hacer senderismo o rutas BTT por el único parque nacional de Portugal
El Parque Nacional Peneda-Gerés fue la primera área protegida que hubo en Portugal y hoy es el único parque nacional del país. Ocupa el 40% del territorio municipal de Melgaço, ¡está claro que es un municipio verde!
Además del barranquismo puedes hacer senderismo por el parque natural. Dos de las rutas más interesantes son el Trilho Interpretativo de Lamas de Mouro y el Trilho Castrejo. Tienes detalles, fichas técnicas incluidas, de los dos y de otros senderos en la página web de turismo de Melgaço.
En una de las cinco puertas del parque, la Porta de Lamas de Mouro, hay un centro de interpretación donde podrás conseguir más información sobre las rutas. Allí también está el Centro de BTT, del que salen 5 rutas en bicicleta de montaña señalizadas de diferentes dificultades.
Visitar el Castillo de Castro Laboreiro y parar en la Cascata do Laboreiro
Un sendero fácil de unos 20 minutos que sale del casco histórico de Castro Laboreiro, una de las freguesias de Melgaço, lleva hasta los 1.033 metros de altura del Castillo de Castro Laboreiro. Estamos en pleno Parque Nacional de Peneda-Gerês –la ruta forma parte del Trilho Castrejo–, con unas vistas preciosas. Y, además, en un lugar lleno de historia. Sí, porque, como el castillo de Melgaço, el de Castro Laboreiro fue mandado construir por el primer rey de Portugal, Alfonso I, para proteger sus fronteras septentrionales. De hecho, la historia del sitio empieza en la Edad del Hierro.
De la antigua fortificación medieval solo quedan restos de las murallas, de un torreón y de un aljibe. En la muralla se abren dos puertas. Al este, la que se ve desde Castro Laboreiro, la Porta do Sol. Y, al norte, la Porta da Traição o do Sapo, que da acceso al patio interior. Unas ruinas muy fotogénicas que le habrían fascinado a los pintores románticos y hoy le encantan a los Instagramers.
Ah, cuando vuelvas a bajar al pueblo, no te olvides hacer el pequeño desvío hacia la Cascata do Laboreiro, desde el mirador de la cascada tienes otra vista muy bonita.
¿Sabías que…?
Hay una raza de perro originaria de esta freguesia que lleva su nombre: el perro de Castro Laboreiro o, simplemente, castro-laboreiro. Es una de las razas más antiguas de la Península Ibérica. Son perros de gran tamaño usados en su origen como guardianes de los rebaños ¡y son muy majos!
Un perro castro-laboreiro
Buscar las iglesias medievales por las freguesias de Melgaço
Si vas a Castro Laboreiro, no dejes de dar un paseo por su diminuto casco histórico y visitar su iglesia parroquial, la Igreja Matriz de Castro Laboreiro o Igreja de Santa Maria da Visitação. Tiene elementos prerrománicos, una pila bautismal románica, elementos góticos, otros que recuerdan las reformas de influencia gallega, el retablo mayor neoclásico… Además de esta iglesia y de las del casco histórico de la vila de Melgaço, hay más iglesias medievales repartidas por las freguesias del municipio. Apunta estas tres declaradas monumentos nacionales de Portugal: la iglesia románica de Paderne, la iglesia parroquial de Fiães y la Capilla de la Virgen de Orada.
¿Sabías que…?
Hay un total de diez monumentos declarados patrimonio nacional de Portugal en el municipio de Melgaço. Además de las tres iglesias, el castillo y la muralla de la vila de Melgaço, el castillo de Castro Laboreiro, dos cruceiros, un castro y un puente romano. Aquí los tienes todos.
Disfrutar de la comida típica de Melgaço
Tanto turismo activo y cultural da hambre, así que una de las cosas que hay que hacer en Melgaço es disfrutar de su gastronomía.
Y ¿cuál es la comida típica de Melgaço? Pues hay que empezar con el fumeiro tradicional: jamón y embutidos como el salpicão –una especie de lomo–, la chouriça de carne –un tipo de chorizo– y la chouriça de sangue –morcilla–. Tampoco faltan los quesos, sobre todo de cabra.
De platos fuertes, el cabrito asado al horno, la ternera de raza cachena y, cómo no, el bacalao. De enero a abril puedes probar también la lamprea, ese pescado azul de aspecto bastante feo y, nos dijeron –nosotros no estuvimos en época de lamprea–, sabor muy fuerte que se pesca a ambos lados del Miño con técnicas tradicionales. Según nos contaron o lo amas o lo odias.
¿Y de postre? Migas doces, “migas dulces”, y el bucho doce, “buche dulce”. El buche es el estómago y es que en origen se comía en las fiestas de matanza y se preparaba aprovechando la tripa del cerdo, además de pan, huevos, canela y azúcar. Ahora queda solo el dulce…
Mención aparte merece el pan. ¡Ese pan preparado con una mezcla de harina de trigo, maíz y centeno y con trocitos de nueces es puro vicio!
¿Y dónde comer en Melgaço? Nuestro restaurante favorito fue el Miradouro de Castro. El restaurante y sus vistas son preciosos, pero lo mejor es la comida, ¡cómo estaba ese cabrito!
Descubrir el apiturismo con abejas que no pican (o casi)
¿Has hecho apiturismo alguna vez? JAAC lo había hecho en el Delta del Ebro, pero yo nunca. Mi primera vez fue en Melgaço. Y, lo mejor, es que no tuvimos que ponernos ningún traje especial en este caso: ¡porque aquí las abejas no pican!
Nos fuimos a la freguesia de Virtelo, donde está el apiario ProApis, y allí nos dio la bienvenida Paolo. Nos contó un poco la historia de las abejas Buckfast –una raza creada en la abadía inglesa de Buckfast– y del por qué no pican. Nos enseñó las colmenas y nos dio a probar polen y miel sacada directamente de la colmena. ¡Qué rica! Y con ese pan de Melgaço, más aún. Tienes información en la página de Facebook Abelhas do Paolo – Buckfast, la actividad cuesta 30 euros para adultos y es gratis para los niños. Por cierto, las abejas están modificadas genéticamente para no picar… ¡pero a mí me picaron! Eso sí, no dolió casi nada, como la picadura de un mosquito.
Saludar a unas “ovejas felices” y comer su queso
Hemos dicho que uno de los productos típicos de Melgaço es su queso de cabra. Pues también puedes visitar una quesería: Prados de Melgaço. Allí saludamos a sus “cabras felices”, comiendo cereales y forrajes de la zona y hasta escuchando música clásica y recibiendo masajes. Descubrimos más sobre su producción y probamos sus quesos. Nuestro favorito: el de vino alvarinho y pimentón, que se vino para casa. La visita es gratuita sin degustación y cuesta 5 euros con ella. Tienes información en su página web.
Conocer el alvarinho portugués
También puedes visitar una bodega de alvarinho en Melgaço, de hecho hay una ruta del vino: la “Rota do Alvarinho”. Nosotros, aún sin beber, no nos perdimos la visita a la bodega Soalheiro. Es una empresa familiar, en manos de la tercera generación, con medio siglo de historia que exporta a más de cuarenta países. Pasamos por la sala en la que se conserva la primera botella de Soalheiro, donde la guía nos habló del origen de la familia y por la bodega en sí.
Lo más curioso fue encontrarnos, cerca de las barricas de roble francés, con unos grandes contenedores de terracota. Sí, aquí se vinifican algunos vinos de uva loureiro y alvarinho. También descubrimos curiosidades como que Soalheiro produce el vino de la viña de alvarinho más alta de Portugal: a más de 1.100 metros. ¡Se están preparando para el cambio climático!
Hay diferentes opciones de visita, con catas más o menos amplias, en la web de Soalheiro tienes más información.
¿Sabías que…?
En abril en Melgaço se celebra la Festa do alvarinho e do fumeiro. Una ocasión ideal para probar los dos productos, pero también para vivir una fiesta tradicional portuguesa y conocer los bailes y ropas típicos de Melgaço. Si quieres hacerte una idea, puedes ver los vídeos del grupo etnográfico Casa do Povo.
Grupo etnográfico Casa do Povo
Plantar un árbol y volver a verlo en tu siguiente viaje
Nos hemos aficionado a plantar árboles, lo hemos hecho en más de un destino. En Melgaço plantamos un carvalho –roble– en un área dedicada a la reforestación junto al complejo deportivo. Esperamos volver a verlo una vez crecido, como hicimos en Gijón. ¡Ya tenemos ganas de volver! Si tú también quieres hacerlo, puedes escribir un correo a Mcalves@cm-melgaco.pt y Geral@cm-melgaco.pt.
¿Sabías que…?
Melgaço lleva años trabajando el turismo sostenible y, desde enero de 2022, tiene la certificación Earth Check Silver, un sello internacional de turismo sostenible.
Mapa con los sitios que visitar en Melgaço
Aquí tienes un mapa con todos los sitios que visitar en Melgaço para que no te pierdas ni uno.
Cómo llegar a Melgaço
Melgaço está a una hora en coche de Vigo y de Ourense y a una hora y tres cuarto de Oporto. Así que, según donde estés, puedes elegir si llegar en avión a Oporto o a Vigo o en tren a Ourense. Desde Madrid, por ejemplo, lo más cómodo es ir en tren a Ourense y alquilar un coche.
Ya sabes todo lo que tienes que saber para viajar a Melgaço, ¡solo te queda ir a disfrutar de este rincón verde de Portugal!
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2 Comentarios
Quedan por mencionar, los hornos y pastelerías tradicionales, impresionantes
¡Hola, Yolanda y bienvenida al blog! Muchas gracias por tu comentario. Es cierto, ¡qué rico está el pan en Melgaço!