Bonne Ducasse! Si vas al Doudou de Mons, en Bélgica, tienes que aprender por lo menos esa frase. ¡Feliz fiesta! Es el saludo oficial de los monteses –sí, como Mons es “monte”, ese es su gentilicio, curioso, ¿no?– durante el Doudou. Que ¿qué es el Doudou de Mons? Una fiesta con siglos de historia y vivida intensamente como pocas. Un dragón, diablos, “hombres hoja”, jugadores de rugby, reliquias, el mismísimo San Jorge a caballo, todo el pueblo vestido de blanco y rojo, música y, por supuesto, mucha cerveza. Esto es el Doudou resumido en pocas palabras. Suena bien, ¿no?
Nosotros todavía estamos en shock, algo emocionados y, bueno, una pizca molestos porque no hay forma de que se nos quite de la cabeza la canción del Doudou. ¿Se nos pasará? Durante tres días no hemos hecho más que escucharla, en algún caso asociada a momentos muy conmovedores. Mientras intentamos que se nos pase, te contamos cómo fue, qué es el Doudou de Mons y por qué deberías vivirlo al menos una vez en la vida. Nos da que no va a ayudar a que la cancioncita se nos quite de la cabeza, de hecho…
C’est l’Doudou c’est l’mama
C’est l’poupée, poupée, poupée
C’est l’Doudou, c’est l’mama
C’est l’poupée St Georg’ qui va
Saltaconmiconsejo
No vayas a pensar que no merece la pena el viaje si no es para disfrutar de la fiesta del Doudou. Echa un vistazo a todo lo que hay que ver en Mons y alrededores y te darás cuenta de que la Ducasse es solo uno de los motivos para viajar hasta allí. Eso sí, un motivo importante, tanto que lo encontrarás en muchos de los murales de la ruta de arte urbano de Mons.
Qué es el Doudou de Mons: un poco de historia
Empecemos con un poco de vocabulario y de historia. Ducasses es como se llama a las fiestas públicas en Valonia y en el norte de Francia. La Ducasse de Mons tiene orígenes medievales, del siglo XIV para ser precisa. Primero se habla de la procesión de Sainte Waudru, la patrona y fundadora de la ciudad, a la que se suma un cortejo para agradecerle haber acabado con la peste negra. Y después se tienen noticias de San Jorge y su espada, aparece el dragón en la Grand-Place y la fiesta se fija el Domingo de Trinidad.
Desde entonces hasta nuestros días, el Doudou no ha hecho más que evolucionar. El dragón se va “animando”, empieza a llevar cola con pelos de caballo codiciados por el público, está acompañado de más personajes, desaparece, vuelve a aparecer… Hasta los años ‘70 del siglo pasado, cuando un abogado montés revisó y estructuró el ceremonial, las tradiciones y las costumbres de la fiesta. Todo está pensadísimo. De los colores de la ropa al número de personajes de cada fase de la fiesta.
¿Sabías que…?
¿Qué significa Doudou? Es el nombre popular de la Ducasse de Mons. Inicialmente Doudou era solo el nombre de la “canción oficial” de la Ducasse. De allí pasó a ser el nombre del dragón y, finalmente, el de las fiestas.
En 2005, la UNESCO reconoció el Doudou de Mons como Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad.
Los momentos clave de la Ducasse de Mons
Dentro de la fiesta hay “dos fiestas”. Por un lado la “Ducasse festiva”, con sus conciertos, sus puestos de comida y mucha, mucha cerveza, que para eso estamos en Bélgica. Y, por otro, la “Ducasse ritual”, esa parte de la fiesta que la UNESCO declaró Patrimonio de la Humanidad. En la Ducasse ritual, hay cuatro momentos muy especiales, el último particularmente loco…
- El descenso del cofre de las reliquias de Sainte Waudru;
- La procesión del Car d’Or;
- La subida del Car d’or;
- El combate del Lumeçon.
Saltaconmiconsejo
Si quieres saber más sobre el Doudou de Mons, su historia y sus tradiciones, te aconsejamos visitar el Museo del Doudou, aquí tienes su página oficial.
El descenso del cofre de las reliquias de Sainte Waudru
Ya hemos dicho que el origen de las fiestas es una procesión dedicada a Sainte Waudru, Santa Valdetrudis de Mons –bueno, nos hemos vuelto un poco locos traduciendo su nombre al castellano: también se traduce como Waltrudis, Waldetrudis, Valtrudis, Valtruda, Valtrude… ¡elige tu favorito!–. Las reliquias se conservan en la colegiata que lleva el nombre de la santa. Por un lado está su cabeza y, por otro, el cofre con el resto del cuerpo, en una balda elevada tras el altar mayor. El sábado por la tarde, sobre las 20 h, el cofre se baja para que pueda ser llevado en procesión al día siguiente.
El descenso del cofre con las reliquias de Sainte Waudru es parte de una una ceremonia solemne en la que el deán de la colegiata entrega al burgomaestre –el alcalde– de Mons las reliquias. La iglesia se llena de monteses –hay gente hasta dos horas antes esperando para entrar a la girola y ver la bajada del cofre–. Muchos de ellos, no religiosos incluidos, acaban llorando de emoción.
Aseguramos que escuchar la canción del Doudou en la iglesia, todos los monteses con una sola voz marcando el ritmo con palmas, pone la piel de gallina. Para nosotros, era la primera vez que la escuchábamos.
C’est l’Doudou c’est l’mama
C’est l’poupée, poupée, poupée
C’est l’Doudou, c’est l’mama
C’est l’poupée St Georg’ qui va
La procesión del Car d’Or
A las 9:30 del domingo llega el momento de la procesión, la llamada “Procesión del Car d’Or”. El Carro de Oro es el coche de caballos ceremonial al que se sube el cofre con las reliquias de la santa. Lo acompañan unas 1.750 personas vestidas con ropa de época divididas en unos sesenta grupos de cofradías y gremios, que desfilan junto al Carro de Oro. Hay mineros, cerveceros, panaderos… cada uno acompañando a su santo o a su santa. Son los santos y santas de las parroquias de Mons y alrededores, que nadie se quiere perder la fiesta.
A la cabeza, o casi, de la procesión, va uno de los protagonistas de la fiesta: San Jorge montado a caballo, con su traje amarillo. Vuelve a aparecer, pero con armadura, a mitad de la procesión.
Saltaconmiconsejo
Un buen sitio para ver la procesión es desde las escaleras de la plaza de Saint-Germain. Además, si hace mucho calor, están a la sombra que siempre viene bien. Los monteses huyen de la sombra, así que hay buenas vistas y poca gente.
La subida del Car d’or
El último tramo de la procesión, antes de llegar de nuevo a la explanada de la colegiata, es cuesta arriba. La leyenda dice que el Carro de Oro, tirado por sus seis caballos, tiene que subirla del tirón para evitar la mala suerte. ¿Y qué hacen los monteses? Empujar el carro, a lo bestia. Este es el primer momento “loco” del Doudou, dura unos veinte segundos pero son veinte segundos muy intensos, con la multitud empujando al carro.
Admitimos que no pudimos ver la subida del Carro de Oro porque tiene lugar sobre las 12 h del domingo y a las 12:30 –bueno, antes– teníamos que estar en la Grand-Place para…
El combate del Lumeçon
Las reliquias de Santa Valdetrudis ya han vuelto a la colegiata. Ahora el protagonismo pasa a San Jorge, que va a luchar contra el Dragón en la Grand-Place. Son las 12:30 del Domingo de la Trinidad y la locura invade Mons durante una media hora llena de emoción… y de tirones.
El dragón, tras el «Descenso de la rue des Clercs”, entra triunfante en la plaza dando coletazos. Hace años, en uno de los coletazos, arrancó los globos de un vendedor y ahora se ha convertido en tradición: los globos vuelan cuando llega “la bestia”. Sí, el Doudou tiene otros dos nombres en valón. Uno es bestia, biète. Y el otro es babosa –por eso de bajar serpenteando–, lumeçon. De allí lo del “combate del Lumeçon”.
En el centro de la Grand-Place, en la arena, rodeada por una cuerda, el dragón sigue dando coletazos. Todos quieren arrancarle pelo de la cola para tener un año de buena suerte. Se empujan y hasta vuelan. La gente se vuelve loca. El primer coletazo va a los jugadores de rugby que protegían al dragón hasta llegar a la plaza.
¿Sabías que…?
El dragón mide más de diez metros. Su cuerpo está hecho de mimbre y la cola, de seis metros –de los que uno está metido en el cuerpo– es de fibra de carbono. Así no se rompe, a pesar de tantos tirones… El pelo es pelo de cola de caballo tratado con una grasa natural para que resbale.
En la arena, San Jorge, junto a los doce “chin-chins”, pelea contra el dragón y los once diablos. Dentro de la arena también están los hombres blancos –los que “no existen”, porque mueven al dragón y el dragón se mueve solo en la mente de los monteses–, los “hombres hoja” y policías y bomberos de verdad en traje de época. Todos tienen su rol. Todo tiene su significado.
El final del combate
Tras unos golpes de lanza y unos disparos –sí, San Jorge lleva pistola en Mons–, el intenso combate, marcado por la canción del Doudou, acaba, sorpresa sorpresa, con el triunfo de San Jorge y la muerte del dragón. Ha sido solo una media hora, pero qué media hora.
La multitud, entusiasmada, canta “Y los monteses no morirán, ¡no!”. Están a salvo, el mal ha perdido contra el bien, la fiesta puede continuar.
La plaza se enciende más aún si cabe y vuelve a entonar la canción del Doudou.
C’est l’Doudou c’est l’mama
C’est l’poupée, poupée, poupée…
Hay que estar ahí para sentirlo. Y más en 2022, después de dos años sin Doudou. Nosotros hablamos con una chica que entró al combate y estaba orgullosísima del pelo que había conseguido. Todavía no notaba el chinchón en la cabeza, el tobillo torcido y los moratones en la cintura por la presión de la cuerda y del cinturón que forma parte del atuendo “oficial” y que sirve de agarre en el combate. Le “robamos” un par de pelos y nosotros también tendremos un año de buena suerte. Eso sí, ¡sin moratones!
Las fechas y el programa completo
Ya hemos dicho que el día grande del Doudou de Mons es el Domingo de la Trinidad, el primer domingo después de Pentecostés o, lo que es lo mismo, el domingo anterior al Corpus Christi. La fiesta dura una semana. Empieza el miércoles antes del Domingo de la Trinidad y acaba el martes siguiente, con fuegos artificiales. Bueno, no acaba del todo, porque los siguientes sábado y domingo están las versiones para niños del desfile de los personajes del Lumeçon y del combate, que hay que educar a las siguientes generaciones.
En la “Ducasse festiva” también hay conciertos de diferentes tipos de música, mercadillos, conciertos de carillón del Beffroi, bandas, desfiles… Y todos los restaurantes y bares del centro sacan sus barras a las calles y corren litros de cerveza belga. En la página oficial de turismo de Mons encontrarás el programa completo del Doudou.
Las tradiciones del Doudou de Mons
Solo hemos contado los cuatro momentos claves del Doudou, pero hay muchísimo más. Más eventos, más tradiciones, más personajes, más símbolos… Desde comida típica de las fiestas –como la tarta de grosellas verdes–, hasta los omnipresentes rojo y blanco –los colores de la ciudad– en la ropa y el cordón, referencia a la cuerda del combate. Desde los grupos de diferentes tipos que hacen que la fiesta funcione hasta los nuevos personajes del Lumeçon que se han añadido en los últimos años, como las dos únicas mujeres: Cibeles –que simboliza la ciudad originaria, el casco histórico– y Poliade –la ciudad moderna–. Desde las listas de espera de años para entrar en los grupos de la fiesta hasta las barbacoas tradicionales del domingo por la tarde. Mucho que contar, pero mejor que lo descubras en Mons.
Por ahora, con nuestra ropa, nuestros cordones rojos y blancos y nuestro pelo de la cola del Doudou en la muñeca, te deseamos Bonne Ducasse!
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