Está claro que un día no es suficiente para conocer Málaga pero, y si no hay más tiempo, ¿qué? Aquí está mi personal elección de lo que hay que visitar en Málaga en un día, ¡despertándose pronto y sin parar!
Iglesias y edificios con siglos de historia, museos, rincones con encanto y, claro está, ¡comida! Preparados, listos, ¡ya!
Saltaconmiconsejo
Si consigues limitarte a un día en Málaga o, preferiblemente, si dispones de más tiempo, no dejes de hacer una escapada a Antequera y a Ronda, la ciudad del Tajo.
La catedral: lo primero que ver en Málaga
A ninguna visita de bien a una ciudad española le puede faltar la catedral. Y en Málaga, además, “la manquita” es uno de sus símbolos. Es “manquita” porque le falta «una mano». Bueno, una torre, que sigue siendo una catedral… Luego dicen de la Sagrada Familia, pero este edificio se empezó a construir en el siglo XVI, sobre la mezquita de la ciudad, y a finales del siglo XVIII todavía no estaba terminado.
Fue entonces cuando las obras se paralizaron definitivamente, ¡hasta hoy en día! Hay diferentes teorías sobre los motivos. Desde que el dinero lo utilizó el gobernador de Málaga para apoyar a los EEUU en la guerra de independencia contra los ingleses –ingleses que muy bien no caían por aquí: Gibraltar no está lejos– hasta que el rey, después de tres siglos sin que estuviera acabada, decidió desistir y utilizar el dinero para construir la carretera hasta Antequera. Pero lo importante es el resultado, y la «manquita» es querida así como está.
Si quieres saber más sobre la historia y la arquitectura de «la manquita» puedes reservar plaza en una visita guiada por la Catedral de Málaga desde aquí.
La calle Larios, donde pasa la vida en Málaga
La arteria comercial de Málaga por excelencia. Todas las grandes firmas están aquí, además de mucho movimiento de gente, por supuesto. No hay visita por Málaga en la que se pueda prescindir de un paseo por la calle Larios. Y menos si vas en Navidades. Piensa que cada año llega gente a la ciudad solo para ver la decoración navideña de la calle Larios. Sobria desde luego no era la que vi yo, pero no se puede negar que fuera espectacular. Las luces replicaban los techos de una catedral gótica… ¡a tamaño real! Ver para creer.
La alcazaba, el pasado nazarí de Málaga
La alcazaba es la gran joya de la corona de Málaga. Bueno, nunca una expresión fue más inapropiada porque justamente sus dueños no se llevaban muy bien con la “corona” de Castilla. Se construyó entre los siglos XI y XII como palacio fortaleza de los gobernantes musulmanes que dominaron este territorio. No te extrañe encontrar algo que no encaje mucho con el mundo árabe: se levanta sobre los restos de una edificación fenicia, con elementos del teatro y otras construcciones romanas. Los naranjos y las flores dan un toque de color genial.
El conjunto de la alcazaba con sus tres partes –el acceso, la parte palaciega y la fortaleza militar– es bastante grande así que resérvate tiempo para la visita. Otra opción, para ajustar el tiempo y no perderte nada, es hacer una visita guiada a la alcazaba y al teatro romano, aquí puedes ver los detalles.
El castillo del Gibralfaro
El castillo del Gibralfaro, en la montaña del mismo nombre, se comunica con la alcazaba mediante un pasillo empinado por el monte. Así que lo mejor es coger el autobús 35 en el paseo del parque. Entre las ruinas fenicias sobre las que se asienta había un faro, de ahí la denominación árabe “Yabal Faruh”, monte del faro. Ahora hay un centro de interpretación en el antiguo polvorín de la fortaleza, y, sobre todo, unas impresionantes vistas de la ciudad y la bahía de Málaga.
El teatro romano de Málaga, el más antiguo de España
No será uno de los teatros romanos mejor conservados, pero hay que reconocer que el conjunto es único. El teatro romano, detrás de él la alcazaba árabe y al fondo otro castillo árabe, el castillo del Gibralfaro, sobre unos restos fenicios. No hay mucho sitios en los que se pueda visitar un conjunto arqueológico como este, ¿no?
Es el teatro más antiguo de España, del siglo I, y estuvo en funcionamiento hasta el siglo III. Hoy en día se sigue utilizando como escenario de diferentes tipos de espectáculos. Se descubrió recientemente, a finales del siglo XX.
Un paseo por el centro histórico sin olvidar el pasaje de Chinitas
Como siempre, la mejor forma de conocer una ciudad es pasear por sus calles sin rumbo fijo, dejándose llevar. Así se descubren rincones como el pasaje de Chinitas. Una calle que tiene una curiosa forma de cruz, ya que aquí estuvo un convento, el de las religiosas augustinas descalzas. Se han mantenido el portal, actual entrada al pasaje por la plaza de la Constitución, y la forma de la planta de la iglesia. En el pasaje estaba «el Café Chinitas«, que dio el nombre a la obra de García Lorca.
El mercado de Atarazanas o mercado central
El mercado de Atarazanas en sí ya merece una visita. Aquí estaban las atarazanas nazaríes, los astilleros, de las que se sigue conservando la puerta principal de mármol, con su gran arco de herradura, del siglo XIV. El edificio actual, con sus vidrieras y su estructura en metal, se construyó a finales del siglo XIX inspirándose en el “Les Halles” de París.
Y, por supuesto, está la mercancía: todo tipo de productos frescos y, cómo no, las almendras de Málaga, fritas y con sal. No puedes dejar de probarlas, ¡son de lo más típico de aquí!
La plaza de la Merced, un “selfie” con Picasso
Picasso es probablemente el personaje más famoso nacido en Málaga, así que en la ciudad no podía faltar una escultura dedicada a él. En realidad, está ahí solo desde 2008, pero ya es otro de los clásicos de la ciudad. Y desde la llegada de los “selfies” pues… ¡nadie puede irse sin tener uno con Picasso!
El paseo del parque, la mezcla de estilos arquitectónicos
En el siglo XIX se construyó esta avenida, que todavía es una de las principales de Málaga. Palmeras y edificios de diferentes estilos arquitectónicos hacen de ella otro de los rincones estrella de la ciudad. Como curiosidad, hay tres edificios, uno al lado del otro, de tres estilos diferentes, aunque sean todos de principios del siglo XX: el antiguo edificio de Correos, neomudéjar; el Banco de España, neoclásico; y el ayuntamiento, neobarroco.
El puerto: muelle 1 y muelle 2
El muelle 1, con su zona comercial y de ocio y el muelle 2, o “palmeral de las sorpresas” –bonito nombre, ¿no?– son otras paradas obligatoria. Los colores de la puesta de sol aquí me fascinaron. Y en uno de sus bares fue donde descubrí que en Málaga pedir un café es un arte. Porque aquí no hay “sólo”, “con leche” o “cortado”… ¡demasiado fácil! En Málaga puedes pedir un “mitad” –mitad café y mitad leche–, “sombra” –leche con muy poco café– o “nube” –leche con aún menos café–. Esta denominación tan peculiar nació en el café Central, donde puedes pedir hasta nueve tipos de café.
El paseo de la Farola, el faro más femenino
Al lado del muelle está el paseo de la Farola que lleva, cómo no, a la farola de Málaga. Sí farola, no faro. ¿Por qué? Algunos dicen que por la forma más curvilínea que recuerda a una mujer.
¿Sabías que…?
Solo hay dos faros “femeninos” en toda España: el de Málaga y el de Santa Cruz de Tenerife.
Desde la farola, símbolo por excelencia de la ciudad –aunque hay muchos, ¿no?– se tienen unas preciosas vistas del puerto y el casco histórico.
Museos que ver en Málaga: Thyssen, museo Picasso, Centre Pompidou y más…
Los amantes de los museos están de enhorabuena porque la oferta en Málaga no sólo es muy amplia, sino que se va extendiendo cada año. Si solo estás un día tendrás que elegir, como mucho, uno.
Para los amantes de la pintura romántica, desde 2011 está el museo Carmen Thyssen Málaga, con una impresionante colección de obras españolas, y en particular andaluzas, del siglo XIX. Si eres más de cubismo, está Picasso por supuesto, al que su ciudad natal ha dedicado dos museos. Uno de ellos es el museo Picasso Málaga, en el estupendo Palacio Buenavista –aquí puedes contratar una visita guiada al museo Picasso– y el otro es el la fundación Picasso, museo casa natal, ubicado en la casa que vio nacer al artista.
Pero hay muchos más, y para todos los gustos, como el museo automovilístico de Málaga, ubicado en la antigua Real Fábrica de Tabacos, de 1923. Y siguen abriendo: la nueva sede del Museo de Málaga en el Palacio de la Aduana, en 2016, o el mismísimo Pompidou Málaga en 2015 –ya dijimos que los museos franceses están saliendo de sus «casas»–.
Un tour por Málaga para no perderte nada
Si no quieres ir con prisas mirando el mapa y pensando que no llegas a todas partes, puedes contratar una visita guiada completa por Málaga con las entradas a la Alcazaba, al teatro romano y a la catedral incluidas. No quedará rincón de la ciudad sin conocer, aquí puedes ver los detalles y reservar.
También hay opciones sin entradas. De hecho, hay varios free tours por la ciudad: aquí puedes ver uno completo, aquí uno de la Alcazaba y el teatro romano y aquí uno de misterios y leyendas de Málaga.
Y, ¿dónde comer en Málaga?
Aunque solo estuve un día visitando la ciudad, fue nuestra base para todo el viaje, así que hubo varias visitas a restaurantes. Tantas, que he escrito un artículo solo para hablar de ellos y que te entre hambre: Dónde comer en Málaga.
Al final del día una cosa está clara: ¡hay que volver!
¿Te quieres ir de viaje a Málaga? Aquí puedes hacerlo:
- Busca tu vuelo más barato a Málaga aquí.
- Escoge el hotel que más te guste al mejor precio en Málaga aquí.
- Contrata tu traslado desde el aeropuerto a tu hotel aquí.
- Las mejores guías de Málaga aquí.
- Contrata tu tour guiado en Málaga aquí.
- Contrata tu seguro de viaje con un 5% de descuento aquí.