Malinas es una de nuestras ciudades flamencas favoritas. Está muy cerca de Bruselas, ¡se llega antes al centro de Malinas que al de Bruselas desde el aeropuerto de la capital belga! Además, se puede ir andando a cualquier sitio, es tranquila –al no estar repleta de turistas– y tiene una gran concentración de lugares interesantes que visitar y mucha historia a sus espaldas. Ya te dimos una primera idea en nuestro artículo sobre lugares que ver en Malinas.
Una de las etapas más importantes de esa intensa historia es la que tuvo como protagonistas a la dinastía de los borgoñones. Y, en particular, a dos mujeres ligadas a esa familia: Margarita de York y Margarita de Austria. Bajo la regencia de esta última, Malinas se convirtió en capital de los Países Bajos nada más y nada menos. Y los Países Bajos borgoñones no eran cosa de poco: incluían los territorios de los actuales Países Bajos, Bélgica, Luxemburgo, el Norte de Francia y una pequeña parte de Alemania.
La capitalidad no llegó a durar ni cinco lustros, pero esa época dorada dejaría huella en la ciudad para siempre. La Corte llevó consigo un gran esplendor en plena época renacentista. Palacetes, iglesias, casas gremiales… muchas de las joyas que se pueden admirar en la ciudad hoy en día tienen su origen en esos años.
Un poco de historia de la Malinas borgoñona: la capital de los Países Bajos
Lo primero que te preguntarás, si no eres un experto de historia –nosotros no lo somos– y escuchas hablar de Malinas y los borgoñones, es qué tiene que ver la ciudad flamenca con el ducado de Borgoña, que te sonará más bien a Francia…
La historia medieval y del principio de la Edad Moderna en Europa es una historia de guerras pero también de intrincadísimas uniones por matrimonio entre casas nobles. El caso es que allá por 1367 el duque de Borgoña, Felipe II el Audaz, se casó con Margarita III de Flandes. Bajo el reinado de su bisnieto, Carlos el Temerario, el ducado de Borgoña pasó a formar parte de las Diecisiete Provincias de los Países Bajos y Malinas aumentó su poder. De hecho, el Gran Consejo, el tribunal que centralizaba todos los de Borgoña, se instaló en la ciudad. A la muerte de Carlos el Temerario, su viuda, Margarita de York, decidió trasladarse justamente a Malinas.
En 1506 el nieto de Carlos el Temerario, Felipe el Hermoso –sí, el marido de Juana la Loca–, muere. Será su hermana, Margarita de Austria, quien lleve la capital de los Países Bajos a Malinas, al convertirse en su gobernadora, además de en tutora de su sobrino, el futuro Carlos V. No duraría mucho: en 1530, a la muerte de Margarita de Austria, la Corte se trasladaría definitivamente a Bruselas. Pero durante esos años, con la Corte, y ya desde la época de Carlos el Temerario y Margarita de York, muchas familias adineradas se habían trasladado a Malinas levantando sus lujosos palacios y atrayendo a grandes artistas, científicos y literatos.
Margarita de Austria y los borgoñones
Una pequeña aclaración histórica: el año 1482 se considera el fin del poder de los borgoñones en Flandes. Fue el año de la muerte de la madre de Margarita de Austria, María de Borgoña, la última de la dinastía, puesto que se había casado con un Habsburgo. Así que Margarita de Austria es realmente una Habsburgo… Pero se sigue hablando de Malinas borgoñona bajo su regencia: al fin y al cabo, por parte materna seguía siendo de Borgoña.
El nuevo Museo Palacio van Busleyden
Uno de esos ricos cortesanos que siguieron a los borgoñones hasta Malinas fue Frans van Busleyden, chambelán y tutor del joven Felipe el Hermoso. Al llegar a la ciudad, levantó un gran palacio que, tras su muerte, compró uno de sus hermanos: Hiëronymus van Busleyden, importante humanista y coleccionista de los Países Bajos a principios del siglo XVI.
Hiëronymus amplió y reformó el palacio donde residía y conservaba su extensa biblioteca y su rica colección de arte. Aunque el palacio era de estilo gótico, le dio algún “toque” que delataba un amor por el Renacimiento, que le había conquistado en sus viajes por Europa. Pero de lo que más se había imbuido en las cortes renacentistas europeas era de su espíritu de conocimiento, apertura y pasión por las ciencias y el arte. En su palacio recibía a menudo a grandes pensadores de la talla de Erasmo o Tomás Moro.
En 2018 el Palacio van Busleyden ha vuelto a abrir sus puertas como museo: el Museum Hof van Busleyden. Nosotros llegamos a Malinas poco después de su apertura y, como no podía ser de otra forma, nos pasamos a curiosear. El museo está dedicado a la Malinas borgoñona, esa Malinas de la época de los van Busleyden. Es un museo que une lo interactivo con la exposición de piezas muy interesantes. Pudimos aprender más sobre la Malinas renacentista: sus artistas, sus fiestas, sus lugares de encuentro, sus instituciones como el Gran Consejo o sobre la herencia de personajes como el emperador Carlos V, Margarita de Austria, Erasmo, Tomás Moro… Y todo de forma muy amena.
La sorpresa final: los «jardines cerrados»
Entre las piezas que se exponen en el museo, las que más nos asombraron llegaron al final de la visita: los Besloten Hofjes –hortus conclusus en latín, “jardines cerrados”–. Se trata de pequeños retablos devocionales en forma de armario que representan jardines paradisíacos.
En la primera mitad del siglo XVI los Besloten Hofjes, muchos de los cuales realizaban las hermanas del hospital de Malinas, se pusieron de moda y la misma Margarita de Austria se hizo con uno. Las reliquias están rodeadas de todo tipo de materiales que representan pequeños animales, vegetación, escenas de la Biblia… ¡Nos hechizaron!
Tras los pasos de Margareta: un paseo por los lugares de la Malinas borgoñona
Además del nuevo museo y, como no, del palacio de Margarita de Austria, hay muchos otros lugares en Malinas ligados a esa etapa borgoñona. En la oficina de turismo puedes hacerte con la mini-guía en español Tras los pasos de Margareta para recorrerlos todos por tu cuenta. Al mismo tiempo, conocerás más sobre la historia de la ciudad y algunas curiosidades ligadas a ella. La guía cuesta 3,5 € y, además de la ruta por los lugares más significativos de la época borgoñona, incluye otras dos rutas: una es la del beaterio y la otra la del camino junto al río Dyle.
Nosotros fuimos mezclando un poco las tres buscando los rincones que nos parecían más interesante y lo recomendamos mucho. Darás con lugares muy tranquilos y poco trillados.
¿Sabías que…?
Una de las paradas de la ruta borgoñona es la la iglesia de San Pedro y San Pablo, justo al lado del palacio de Margarita de York y muy cerca del palacio de Margarita de Austria. En la iglesia original medieval, ya desaparecida, de San Pedro y San Pablo había un puente que la conectaba con el palacio de Margarita de Austria. Ahí fue donde, en una urna de plomo, se conservaron sus órganos tras su muerte –aunque el resto de su cuerpo está en Francia–. La urna se encuentra ahora en la iglesia jesuita barroca que tomó el mismo nombre: San Pedro y San Pablo.
Burgundian Sense-sations: acompaña el paseo con delicias malinesas
Además de la mini-guía, en la oficina de turismo puedes hacerte también con los vales Burgundian Sense-santions. Tendrás degustaciones gratuitas de quesos, chocolate, cerveza y otras delicias flamencas además de descuentos para museos y atracciones.
¿La conexión con los borgoñones? Que en esa época de riqueza el buen comer y el buen beber triunfaban. Vale, es un poco traído por los pelos a lo mejor… Pero, ¿qué más da la conexión con los borgoñones cuando se trata de comer? Por 6 € puedes hacerte con degustaciones y descuentos que valen mucho más.
Visita guiada por los lugares de la época borgoñona
En verano hay también visitas guiadas por los puntos más interesantes de la Malinas borgoñona: los Burgundian City Walks. Lo bueno es que visitarás también lugares a los que solo no puedes tener acceso, como el patio del palacio de Margarita de Austria. Lo malo, es que no suele haber en castellano, a menos que haya grandes grupos. En cualquier caso, en la web oficial de turismo de Malinas hay más información y ahí encontrarás la dirección de correo electrónico para pedir información sobre la visita, puedes escribirles en español.
Los borgoñones siguen muy vivos en Malinas cinco siglos después…
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