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Enoturismo en los alrededores de Madrid

España tiene una cultura del vino que no vamos a descubrir a nadie –bueno, todavía falta un poco de marketing en el extranjero–, pero siguen siendo zonas como La Rioja, la Ribera del Duero o Jerez las que tienen más fama. Otras están emergiendo con fuerza y completando su oferta vinícola con actividades turísticas, dando lugar al enoturismo. Pasear entre las vides –andando, a caballo, en carro…–, aprender qué sucede desde la recolección hasta el momento en que se abre la botella en la mesa, cursos de cata –de vino y de uva–… Sin olvidar otras actividades que, relacionadas con el mundo del vino, son más novedosas: restaurante con menú de maridaje o spa con productos de vinoterapia. Todo esto lo encontramos en La Estacada complejo enoturístico, en Tarancón, Cuenca, a una hora del centro de Madrid.

La Estacada Enoturismo Vides Salto

¿Por qué Finca La Estacada? Porque es el nombre de una de las fincas en las que se cultivan las uvas con las que se crea el vino, en concreto, la finca en la que se construyeron las instalaciones de la propia bodega.

La Estacada Enoturismo Paisaje

Viñas y bodega

La proximidad de las viñas a la bodega, y al hotel, convierte a las vides en una compañía constante desde cualquier zona del complejo. Pero es en la época de vendimia cuando cobran mayor protagonismo: existe un paquete especial de alojamiento, visita a las viñas y a las bodegas, curso de cata y comida masiega –comida tradicional manchega que se celebra al finalizar la cosecha– que sólo se ofrece entre septiembre y octubre.

La Estacada Enoturismo Vendimia Uvas

La bodega La Estacada se puede visitar todo el año, y ahí es donde –si no se sabía de antes– se aprecia todo el trabajo necesario para producir el vino. Desde la separación del raspón o escobajo –el resto del racimo tras quitarle las uvas–, hasta el embotellado. La fermentación, la maduración, el remontado –el proceso en el que se mueve el vino para romper el sombrero que crean el hollejo y las pepitas–, las lias, la nave de almacenamiento, las barricas y las botellas. No quedará una duda sin resolver, ni un paso sin explicar.

La Estacada Enoturismo Bodega Barricas

Cata de vino y uva

¿Quién no ha oído hablar de cata de vinos? La vista –limpidez/turbidez, efervescencia–, el olfato –intensidad en copa parada y tras moverlo– y el gusto –llevando el vino por todas las papilas gustativas– trabajando en conjunto para apreciar toda la complejidad, o sencillez, de un vino, pero la cata de uva era algo nuevo para mí. En este caso no se huele el vino, se pela la uva; no se oxigena la copa, se separa la pepita; no se mira el caldo, se muerde el hollejo; y no se lleva el vino por toda la lengua, se rompe la pepita.

La Estacada Enoturismo Bodega Cata

Una experiencia interesante que hará que cada Nochevieja no se pueda evitar estudiar el grado de maduración de esas uvas que traerán la buena fortuna.

Restaurante en La Estacada

¿Qué mejor lugar para disfrutar de los vinos de la bodega, que un restaurante propio? Así que crearon el restaurante en 2007, la primera pieza de lo que sería La Estacada complejo enoturístico. La importancia de los vinos es evidente, pero los ingredientes y platos están a la altura. Desde chipirones rellenos de langostinos con base de focaccia o merluza a la plancha hasta el clásico morteruelo –delicioso, y eso que tuve una mala experiencia en Cuenca ciudad con el plato que me hizo pensar que no lo volvería a probar– o la perdiz en escabeche, sin olvidar los postres.

La Estacada Enoturismo Restaurante Mosaico

Para los que quieran disfrutar de la experiencia completa existe la opción de menú maridaje en el que cada plato se sirve acompañado del caldo que mejor se ajusta a las características de receta e ingredientes.

La-Estacada Enoturismo Restaurante Postres Mosaico

Hotel y spa con vinoterapia

Caminar entre vides, visitar la bodega, comer en el restaurante… faltaba algo, y en 2009 se completó La Estacada complejo enoturístico con la apertura del hotel y spa. Siguiendo con los niveles de calidad de la bodega, que habían trasladado al restaurante, el hotel es la guinda de la experiencia. Ya sea en habitación estándar como en suite, los viñedos aparecerán al abrir las cortinas, y con ellos, la tranquilidad –no en vano tienen un paquete “Desconecta-t”–. Escapadas románticas, de negocios, con amigos… cualquier excusa es buena.

La Estacada Enoturismo Hotel Junior Suite

Y si a las habitaciones le sumamos el spa… ¿quién se puede resistir? Un masaje con vino blanco o tinto, un jacuzzi con vino, mascarillas facialesvinoterapia al poder, junto con el circuito termal más tradicional: piscina, hidromasaje, sauna, baño turco… Para los que piensen que después de comer tanto habrá que hacer algo más, también hay un gimnasiolo mismo hasta se suda vino–.

La Estacada Enoturismo Circuito Spa Piscina

La cercanía de los restos romanos de Segóbriga, del monasterio de Uclés y de almazaras y queserías completan la oferta cultural, porque la cultura del vino no está reñida con la historia ni con el resto de gastronomía.

La Estacada Enoturismo Vides Paseo

La visita a La Estacada complejo enoturísitco formó parte del blogtrip #temerecesunrespiro. Desde aquí agradecemos la atención y el cariño con que nos recibieron y trataron.

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Comentarios

  • 19 febrero, 2015 a las 14:41

    Me flipa el vino y el enoturismo, la verdad es que nunca lo he hecho por Madrid, así que me lo apunto para el futuro ¡¡¡

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    • 25 febrero, 2015 a las 18:32

      Pues harás bien apuntándolo Fernando 🙂
      Es un sitio en el que el vino se vive desde los ventanales de las habitaciones y salones, hasta el spa… ¿qué más se puede pedir? 😉

      Responder