Por primera vez en sus 32 ediciones Fitur ha acreditado a los blogueros de viajes. Gracias al esfuerzo de TravelBlogger Meeting hemos sido considerados prensa, lo que nos ha permitido acceder a las jornadas profesionales. Esto, que es tan importante para nosotros, no ha conseguido casi nada de repercusión. Sólo nosotros lo hemos sabido. Es fantástico que hayamos conseguido esa consideración por parte de los organizadores de Fitur, pero casi ni las propias oficinas de turismo sabían de nuestra presencia.
Se trata de una feria profesional y, como tal, trata de conseguir negocio… un negocio que los blogueros de viajes no les podemos conseguir directamente. Nuestras posibilidades se acercan más al viajero. Conseguir despertar en ella/él las ganas de visitar un destino al leer nuestras experiencias, ver nuestras fotos… en una palabra descubrir su existencia y lo que puede ofrecer. No es el volumen de negocio que buscan. Las agencias de viajes sí que pueden estar interesadas en esa forma de «publicidad», pero sólo si es a ellos a los que contratan ese viaje.
El hecho de que la feria abra sus puertas al público general durante el fin de semana (previa compra de entrada), les debería llevar a pensar en la publicidad que nosotros, a través de las redes sociales, les podemos dar y devolvernos una parte dándonos de forma pública cierto reconocimiento, el mismo que nos dan de forma privada con las acreditaciones profesionales.
Pasear por los stands de los distintos países y regiones es una tentación demasiado grande para un viajero. Es inevitable querer visitar todos y cada uno de ellos. Obviamente cada país trae a la feria lo mejor y más llamativo de su cultura y su patrimonio. Pero la información, en muchos casos simples folletos de ofertas de agencias, y los movimientos en manada de la gente dentro de la feria hacen que pierda mucho interés. Incluso en las jornadas profesionales la gente sigue peleándose por cualquier cosa que ofrezcan gratis.
La selva en el stand de Costa Rica
Salta Conmigo en taiwanés
Por estar trabajando no pude asistir a los eventos organizados especialmente para blogueros. Teniendo en cuenta que la mayoría no nos dedicamos a esto profesionalmente y que trabajamos en otra cosa, ¿no sería más normal organizar estos eventos a unas horas más fáciles? Con lo «caros» que están los días de vacaciones para un viajero, coger uno para asistir a una conferencia a las diez y media de la mañana de un jueves es complicado.
Lo mejor de la feria, sin lugar a dudas, ha sido conocer a un montón de blogueros personalmente. Empecé encontrando de nuevo a las chicas de Con mapa y GPS (@mapaygps). Estuve charlando un buen rato con Sele (@elrincondesele) y Rebeca (@rebegrad). En el stand de Bélgica pasé un rato muy agradable con Somos Viajeros (@somosviajeros) y Nuria (@belgicaturismo). El sábado por la noche puse cara a Callejeando por el planeta (@_Babyboom_), Mi maleta y yo (@mimaletayyo), El guisante verde (@elguisanteverde), El boquerón viajero (@boqueronviajero) y Machbel (@machbel).
Lo peor, ver pabellones en los que la moqueta era la mayor decoración. Espacios vacíos y muchas mesas de agencias de viajes en las que tampoco había nadie. Y, por supuesto, la gente y su ansia de coger cualquier cosa que se ofrezca gratis.