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El Fuerte Rojo de Agra

Sábado, 25/06/2011 (3)

El conductor del tuctuc decidió que era mejor no seguir porfiando por el precio cuando vio que nos íbamos y que o cogía las 20 rupias o no cogía nada. Está en la misma orilla que el Taj Mahal, a unos dos kilómetros y medio al noroeste, de manera que nuestro tuctuc tuvo que cruzar el río Yamuna ofreciéndonos, de nuevo, las vistas de la nueva maravilla del mundo.

Al igual que en el mausoleo de Itimad-Ud-Daulah, la entrada al Taj Mahal incluye un descuento en la del Fuerte de Agra. Como en el otro, se trata sólo de la parte de impuestos y tasas. El fuerte se conoce como Fuerte Rojo de Agra, hay que especificar ya que el Fuerte Rojo más conocido es el de Delhi, o Lal Qila.

Al plantarse delante de la construcción el motivo del nombre se hace evidente, está construido en arenisca roja. Y, el enorme parecido que encontramos con la ciudad fantasma de Fatehpur Sikri nos lleva a pensar, con razón, que fue mandado construir por Akbar, como aquella, entre 1565 y 1573. Como el resto de fuertes que hemos visitado en el país, no es estrictamente una edificación para la guerra, sino más bien un palacio amurallado, con edificios construidos a lo largo de varias generaciones. Todo el complejo está rodeado por una muralla y por un foso que se llenaba de agua procedente del río.

Las murallas tienen una altura de unos 20 metros y una longitud de 2,5 kilómetros. Entre los edificios hay desde algunos mandados construir por el propio Akbar hasta otros que mandó construir su nieto, Sha Jahan, el promotor del Taj Mahal, pasando por Jahangir. La entrada principal es la puerta Amar Singh, aunque hay otra, la puerta de Delhi. La puerta de Amar Singh está formada por tres puertas separadas cuya finalidad era desconcertar a los atacantes, que tampoco desconcierta mucho pasar tres puertas en lugar de una. Para acabar en una larga rampa flanqueada por altos muros hasta llegar a la segunda puerta y, como no, a un patio.

Volvemos a encontrar la sala de audiencias públicas, Diwan-i-Am. Aquí se encontraba el famoso trono del pavo real con incrustaciones de joyas en el que Sha Jahan escuchaba las peticiones. Se encontraba porque fue saqueado en 1739 y posteriormente trasladado a Persia donde fue destruido. La sala está soportada por columnas de mármol y tanto éstas como las paredes del fondo están ricamente decoradas. Frente a éste se encuentra la tumba de John Colvin, construida en 1857, desentona con todo lo que hay alrededor. John Colvin era gobernador de las provincias del noroeste y murió en el fuerte por enfermedad.

Todo es espectacular pero no deja de ser algo ya visto. Al lado del Diwan-i-Am nos encontramos con otro jardín con diseño charbagh, en esta ocasión en lugar de canales de agua la división la crean paseos de mármol blanco. Conocido como Anguri Bagh o jardín de las Uvas, porque parece que tuvo viñas en algún momento. Está restaurado y luce como en la época de su construcción.

La torre en la que estuvo prisionero Sah Jahan durante ocho años hasta su muerte se encuentra a la izquierda del jardín, Mussaman Burj. De diseño octogonal y cubierta por una cúpula de cobre ofrece unas fantástica vistas, de las que disfrutó o sufrió, Sha Jahan, de la tumba de su amada hasta el día de su muerte. Tanto el mausoleo como el fuerte están en la misma orilla del río, pero desde aquí parecen estar en lados opuestos. El interior está decorado con celosías y preciosas tallas sobre el mármol, además de incrustaciones de piedras semipreciosas. Ya llevamos bastante andado hoy. El calor sigue saludando a cada paso y encontrar un sitio fresco nos anima a sentarnos. Aquí no hay bancos ni nada parecido, pero hay suelo. Ya nos hemos acostumbrado al país y sentarnos en el suelo no nos supone ningún problema.

Lo extraño es, aunque cada vez nos lo va pareciendo menos, ser el centro de atención de los turistas indios. Una pareja de chicos se van turnando para colocarse al lado de donde está Sara sentada mientras el otro le hace fotos. No son las primeras fotos que nos hacen aquí, antes ya hemos salido en fotos de varias familias, aunque la que más éxito tiene es Sara. Les debe llamar la atención el color claro de su piel. Nosotros queriendo ponernos morenos y ellos deseando aclararse. Nunca estamos contentos con lo que tenemos.

Al lado se encuentra otro enorme edificio de mármol blanco. Casi todos los edificios del complejo son de la época de Sha Jahan. Para conseguir espacio destruyó algunos de los de sus antecesores. El Khas Mahal, palacio privado, construido en 1636, ofrece unas bonitas vistas del río y del Taj Mahal a través de las celosías del fondo de la estancia. Yendo al río otro viejo conocido, el Diwan-i-Khas, la sala de audiencias privadas.

En la planta de arriba hay una enorme losa negra, el Takhti-i-Jehangir. Construido como desafío a Sha Jahan por parte de su hijo Jahangir cuando era sólo el príncipe Salim. Desde la losa observaba las luchas de elefantes, que vimos representadas en algunos cuadros.


Terminamos el paseo, ya muy cansados, por el Jahangiri Mahal, el enorme edificio de arenisca roja que estaba a la entrada. Es el único que resiste de los construidos por Akbar. Dada la cantidad de edificios que mandó construir para su harén no se sabe si éste tenía también esa finalidad o fue construido para su hijo Jahangir. La decoración de la arenisca es impresionante de un trabajo detallista y preciosista.

Volvemos a bajar por la rampa para salir por la puerta principal, la única de acceso para el público. Hay que aprovechar un poco más el día, que mañana nos queremos ir a Delhi pronto. Antes de volver al hotel todavía nos queda una parada más, la tumba de Akbar.

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Comentarios

  • JAAC
    12 diciembre, 2011 a las 20:58

    El de Delhi al final no lo pudimos visitar: poco tiempo, mucha carga y demasiadas cosas que ver, pero éste es una maravilla y, como dices, con unas vistas impresionantes del Taj Mahal.

    En toda la India tuvimos esa sensación, ¿cómo puede ser que estando rodeado de maravillas seas tú el centro de atención? :-O

    Responder
  • 28 noviembre, 2011 a las 21:20

    Me gustó más que el de Delhi, encima con mejores vistas.

    Y como dices, es de esos sitios en los que parece que eres un alien, todo el mundo te mira 😀

    Responder