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Camino de Pokhara

Domingo, 28/03/2010 (y 2)

Fuera del aeropuerto nos están esperando. Hoy no han traído cartel, es el mismo del otro días, y nos ha costado más encontrarle. Viniendo desde Bután Katmandú es todavía más horrible. Nada más salir ya se oyen constantes pitidos y el aire (además de estar terriblemente caliente) es irrespirable por la contaminación. Al montar en el coche nos pegamos en los asientos. Son de plástico y no llevan nada estilo manta como llevan otros coches.

Sin poder evitarlo nos metemos en un atasco camino a la agencia. Por supuesto no sabe cuánto vamos a tardar en llegar… Le decimos que tenemos que ir a Pokhara esta tarde. Le preguntamos, ya que estamos en un atasco perdiendo tiempo, cuánto se tarda desde aquí a Pokhara y nos responde que unas seis horas. ¿¡Seis horas!? Se supone que son algo más de 200 kilómetros. Lo que está claro es que llegar y hacer el tour de la tarde es imposible, pero nos parece que habría sido igual de imposible aunque el avión de Drukair no hubiera tenido tres cuartos de hora de retraso.

Se hace de noche y el conductor está cada vez más cansado. Se va al otro carril con facilidad y algún camión ya le ha tenido que dar las luces para que se apartara. Le digo que pare para descansar y se baja para dar una vuelta. Aprovecho para preguntarle al guía si tiene el teléfono de Prachanda y que le llame y me lo pase. Le cuento que el conductor se está durmiendo, que ya es de noche y que no hemos llegado (que su propuesta inicial de hacer el tour por la tarde era completamente absurda) y para colmo que el guía casi no habla inglés. Acepta todo lo que le digo, pero me dice que lo del guía ya lo sabía. Es un guía de trek y no de turismo y habla poco inglés. El problema es que si todo se hubiera hecho en tiempo hoy tendríamos que haber hecho turismo al llegar a Pokhara, así lo haremos a la vuelta del Mustang, y el guía con el que vamos poco nos habría podido explicar.

Prachanda nos pide perdón y dice que está tratando de hacer lo mejor que puede. Le pido perdón por toda la charla enfadado que le he pegado, pero quiero que entienda que es peligroso el estado del conductor. Me pide que le pase al guía y luego también habla con el conductor.

Nepal Pokhara

Una hora después estamos en Pokhara. Ahora el tema está en encontrar el hotel. Ni el conductor ni el guía saben donde está. Les decimos que pregunten a la gente de la calle pero no nos entienden. Llaman al hotel y con las indicaciones que les dan es imposible que lo encuentren. Vuelven a para y esta vez preguntan a un guardia. Ha parado al lado de una tienda. Bajo a comprar agua. Sólo tenemos 40 rupias de los 10 euros que cambiamos cuando llegamos, pero el agua está a 15 el litro.

Los del hotel vienen a buscarnos en una moto. Seguirlos es fácil y llegamos al hotel.

Podemos elegir entre una cama grande o dos pequeñas. Cuando ya nos están cogiendo las mochilas para subirlas Sara le pregunta al guía a qué hora quedamos mañana. El guía no lo sabe. Volvemos a explotar y le pedimos que llame otra vez a Prachanda. Esta vez le llama desde el teléfono del hotel Es Sara la que habla con él muy relajadamente y le vuelve a decir que estamos muy disgustados. Poco podemos hacer, pero lo que sí le dice es que para el turismo en Pokhara estaría bien tener un guía. Prachanda le dice que buscará a uno, pero que no esperemos que tenga el nivel de Paras, que sólo en Katmandú son así. Si a nosotros con entenderle un poco ya nos vale. También le ha dicho que ni uno ni otro sabían llegar al hotel y que nos parece poco profesional. Le ha contado que al coger un coche mejor (a cualquier cosa lo llaman mejor), lo ha cogido con conductor. No le conoce de nada. Su conductor era el que nos fue a buscar al aeropuerto pero se quedó con el coche. Esta gente parece que sólo saben conducir su coche de confianza.

Sara le deja caer que le queremos volver a ver cuando volvamos a Katmandú y que no estamos nada contentos. Además nos acaba de decir que los alojamientos de la montaña tienen baño compartido y no tienen agua caliente. No es que nos parezca horrible, porque ya fue así en Tanzania, lo que nos vuelve a molestar muchísimo es que no nos lo hubiera dicho antes. Le decimos que queremos que nos devuelva algo de dinero, pero hace oídos sordos.

Cuando acaba esto y el chico de recepción vuelve a coger las mochilas es el guía el que quiere hablar con nosotros, así que vuelve a dejar las mochilas en el suelo. Nos dice que allí arriba la comida es mala, los hoteles son malos, todo es malo… lo dicho, alguien lo tenía que haber avisado un poco antes. Después empieza a explicarnos el programa pero ya estamos demasiado cansados y cabreados. Le decimos que lo tenemos escrito y que nos encontramos mañana a las seis de la mañana en recepción . Será el mismo conductor el que nos lleve al aeropuerto, esperemos que ahí sí que sepa llegar.

Subimos a la habitación que, para ser tan cara y tan deluxe como decía Prachanda, es una porquería. Y sin ser cara, ni deluxe tampoco es gran cosa. Vamos a dejar aquí a los Symbios y sólo subirá Okihita. Además, visto lo visto vamos a necesitar muy poca ropa. Son tres días y dos noches y no hay ducha… así que lo puesto y algo más por si hace frío. Aunque el guía nos dijo que arriba no bajaría de unos 18 grados. También nos dijo que desde Katmandú a Pokhara serían unas tres horas, así que mejor no fiarse demasiado.

Dejamos a los Symbios para que pasen aquí un par de noches y a la cama.

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