La estación central de tren de Estambul se encuentra en la parte 
más oriental de Europa. Existe otra estación en el lado asiático, 
normal, pero el famoso Orient Express se queda en Europa. Ya nos habíamos acercado el día anterior por la noche y habíamos encontrado todo cerrado. Pensábamos que había una exposición del famoso tren, una especie de museo, pero nadie supo darnos ninguna información al respecto. Lo que sí conseguimos es que nos explicaran cómo cruzar al lado asiático.
Al día siguiente estaba decidido que pisaríamos Asia. Para eso había que tomar uno de los ferris que cruzan el estrecho del Bósforo. Nuestro destino era Harem Feribot Iskelesi, así que había que coger el barco en Tarihi Sepetí Kasri. Esto nos lo explicaron en la oficina de turismo de la estación, cuando les preguntamos cómo llegar a Karacaahmet Mezarliği. Bien es cierto que le sorprendió que ese fuera nuestro destino…
El estrecho del Bósforo conecta el mar de Mármara con el mar Negro. Tiene una longitud de unos 30 km, y una anchura que varía entre 3,7 km y 750 metros. La profundidad del paso está entre 36 y 124 metros. Para hacerse una idea el de Gibraltar tiene una profundidad entre 260 metros y un kilómetro.
El viernes había hecho bastante calor como para ir en manga corta en algunos momentos, pero el sábado el tiempo cambió para ajustarse a lo que puede uno esperar del tres de enero en el hemisferio norte: frío, viento, incluso lluvia. Lo mejor para cruzar el estrecho del Bósforo con el barco cabeceando.
