Viernes, 28/08/2.009 (1)
El desayuno, sin llegar a ser el de los campeones, no está mal entre la leche y los donuts, un batido de café y el pan tostado con chocolate. Con todo recogido y la cocina limpia salimos hacia el edificio principal poco antes de las ocho, a ver qué podemos conseguir con el autobús.
Cuando llega la de la agencia de viajes nos dice que no es muy habitual, pero que lo puede intentar. La idea es cambiar el billete de Cape Town a Plettenberg Bay ida y vuelta, por uno de Cape Town a Hermanus. No le cogen el teléfono, y nos dice que en diez minutos volverá a intentarlo. Aprovechamos para mandar un correo reservando la visita a Robben Island, hay una oferta en invierno pero tiene que ser personal y no puede ser a través de agencia. Robben Island es una especie de Alcatraz en donde estuvo preso Nelson Mandela. En la actualidad es una especie de museo.
Cuando volvemos ya tiene clientes en la mesa la de la agencia y tenemos que esperar a que acabe para que vuelva a llamar. La respuesta es que no, se pueden revender pero no devolver. Si encontramos a dos que quieran un BazBus igual al que tenemos se lo podemos vender y cambiar los nombres, pero nos dice que ella no puede ayudarnos con eso. Además, una vez que lo utilicemos ya no se puede revender, vamos, que no lo podremos vender mañana en Hermanus. No siempre se acierta y está claro que esta vez hemos metido la pata hasta el fondo. Esta manera de viajar no es para la gente que tiene los días justos. Pues nada, esperaremos a nuestra excursión de hoy por la península del Cabo y listo, ya veremos qué recorrido hacemos tratando de sacar el mayor partido al autobús de marras.
Se suponía que teníamos que estar aquí a las ocho porque salíamos a las ocho y media y ya son más de las nueve y no hay nadie. Volvemos a preguntarle a Sam (la chica que nos vendió el billete) y llama para confirmar. Lo cierto es que tarda más de diez minutos en llamar desde que se lo preguntamos y ya empezamos a pensar que se han olvidado de nosotros, como nos habíamos confundido con el mes de la reserva… Le dicen que llegan en dos minutos, que están a la vuelta de la esquina.
Llega Louise, nuestra guía. La acompañamos hasta una furgoneta como la de Dean y nos dice que la excursión de hoy es sólo para nosotros, que vamos a tener sitio de sobra incluso si queremos dormir.
Nos empieza a contar un montón de cosas sobre cada esquina que va doblando, que si Camps Bay es muy bonito, pero muy caro y pijo. Nos dice que cuando los «niños» acaban el instituto los padres les regalan descapotables y que en verano aquello parece Beberly Hills. También que es muy típico ver rodar películas o anuncios allí. Es cierto, nosotros ayer vimos a un equipo de rodaje mientras bajaba el sol. No para de hablar pero es muy simpática.
Pasamos por una zona de casas de ricos, Michael Schumacher tiene una casa aquí. En Hout Bay hemos cogido un barco para acercarnos a Duiker Island para ver los leones marinos. Este año ya hemos visto los del Atlántico y los del Pacífico, aquellos parecían más grandes. Desde la carretera hemos visto los viñedos de Groot Constantia, otra de las ciudades de ricos. Toda la zona está llena de casas de famosos o segundas residencias de sudafricanos con dinero. Aquí están dentro del agua tumbados con la tripa hacia arriba y las aletas fuera. Tienen muchos capilares en esa zona y con mantener las aletas fuera del agua mantienen su calor corporal dentro de las frías aguas de la zona.
Otro de los pueblos de la zona, todos están en las laderas de las montañas, en cuanto encontraban un trozo llano construían, es Muizenberg.