Miércoles 06/05/2009 (y 5)
En el boleto turístico está incluido el espectáculo de danzas del centro de arte nativo de Cuzco y le dijeron a Víctor que la visita acabara en esa puerta. Lo cierto es que Víctor ha sido una buena influencia a ver si siguen mejorando. En realidad si no se hubiera torcido la cosa con los billetes de tren el primer día lo demás habrían sido retrasos que, excepto el de Machu Picchu, habrían sido anecdóticos.
El espectáculo tampoco es gran cosa, seis mujeres y seis hombres que ejecutan seis bailes tradicionales de la zona de Cuzco y una visita a un mini-museo de trajes típicos. A las 19:30, una hora antes de lo previsto estamos fuera, también hay que decir que empezó antes de lo que pensábamos.
Desde allí caminamos al hostal para recoger las mochilas. Todo en orden. Comprobamos nuestros correos electrónicos y no hay más novedades. El billete sigue siendo para el lunes y en Amadeus ya ni aparece como cancelado el vuelo del domingo. Otros a los que habrá que llamar, a los de Air Comet, lo barato sale caro.
Con las mochilas cogemos en taxi a la terminal terrestre y encontramos con facilidad la compañía con la que tenemos la reserva. Nos identifican las mochilas que van a ir en la bodega grapando un papel en los Symbios y nos confirman que no hará paradas y que llegaremos a Puno sobre las 4:30 o 5:00 de la mañana. Mientras esperamos compramos un pan y un queso y comemos algo.
A las 21:45 subimos al autobús y comprobamos con alegría que es de los semi-cama. Los asientos prácticamente se tumban y también hay una parte para apoyar las piernas. Esto lo hizo bien Alfonso. En diez minutos estamos dormidos y el autobús sale. Ya veremos cómo lo hacemos en Puno a la hora que lleguemos.