En nuestro viaje por el Pirineo francés, bearnés para ser exactos, no tuvimos mucha suerte con el tiempo… hasta que llegamos al valle de Ossau. Puede que por eso, por ver el sol después de unos cuantos días, sintiéramos un flechazo por este precioso valle pirenaico. Así que te dejamos a ti la “objetividad” mirando las fotos. Lo que sí te adelantamos es que hay muchos rincones, paisajes y pueblos que ver en el valle de Ossau. De hecho, a nosotros nos costó mucho elegir. No te preocupes, hemos hecho el trabajo por ti con nuestra selección de 10 lugares que ver en el valle de Ossau.
Uno de los picos más conocidos de los Pirineos franceses, pueblecitos de montaña, puertos ciclistas, mesetas de pastoreo, lagos ¡y hasta un tren panorámico!
¿Tendrás tú el mismo flechazo con nuestros 10 sitios que visitar en el valle de Ossau?
1. El Pic du Midi d’Ossau desde el lago de Bious-Artigues
Si nos preguntas qué ver en el valle de Ossau, tenemos claro qué es lo primero que nos viene a la mente: el Pico de Midi d’Ossau. Con sus 2.884 metros de altitud, no es ni de lejos de los más altos de los Pirineos. Vamos, hay más de 200 tresmiles entre España y Francia… Pero sí es de los más icónicos, por lo menos del lado francés. Bajando el valle de Ossau por la carretera que sigue el curso del río hacia España, la D-934, la vista se nos iba siempre hacia el horizonte en busca de ese pico tan bonito que aparecía tras una curva y desaparecía a la siguiente.
¿Cuál es la mejor vista del Pic du Midi d’Ossau? ¿Desde dónde verlo? Pues, sin hacer ruta, desde el lago de Bious-Artigues, al que se puede llegar en coche. No te puedes perder el reflejo del pico en el lago en las últimas horas del día.
Saltaconmiconsejo
El aparcamiento junto al lago de Bious-Artigues tiene 100 plazas y es de pago –6,5 €– de junio a septiembre de 7 h a 17 h. Un kilómetro antes hay otro aparcamiento, el de Bious-Omettes –3 €– con 400 plazas y, desde allí, hay una corta caminata, pero toda cuesta arriba. El aparcamiento de Bious-Artigues se suele llenar cuando hace buen tiempo así que, si quieres ir, mejor hacerlo pronto. Nosotros llegamos a mediodía y tuvimos que quedarnos en el de Bious-Omettes. Eso sí, si no vas a hacer ruta, te aconsejamos ir después de las 17 h. Además de no tener que pagar –aunque el aparcamiento en realidad cierra, hay algo de sitio–, en las últimas horas del día es cuando las vistas son más bonitas.
La ruta de los lagos de Ayous en el Parque Nacional de los Pirineos franceses
Desde el aparcamiento de Bious-Artigues sale la que probablemente sea la ruta de senderismo más icónica del valle de Ossau: la ruta de los lagos de Ayous –tour des lacs d’Ayous–. 14 kilómetros y unas 5 horas, con vistazas al Pic du Midi d’Ossau y más paisajes pirenaicos pasando por los seis lagos de Ayous, en pleno Parque Nacional de los Pirineos franceses. O eso leímos porque, desafortunadamente, no tuvimos tiempo para hacerla. Te indicamos en el mapa dónde empieza y aquí tienes el itinerario. La ruta se puede hacer también desde España, desde Astún, incluyendo los ibones españoles, puedes verla en el blog La Mochila de Mamá.
2. Los paisajes desde el tren de Artouste
También hay un tren en el valle de Ossau. Y no uno cualquiera: el tren de Artouste, el “tren más alto de Europa”. En realidad, el tren sobre vía estrecha o tren turístico más alto de Europa. Claramente hay trenes que llegan a cotas más altas en los Alpes: la línea ferroviaria más alta de Europa es la del Bernina Express y la estación más alta de Europa es el Jungfrau, a más de 3.500 msnm. Aquí hablamos de 1.997 msnm en la estación de llegada, junto al lago de Artouste, que tampoco está nada mal para un tren turístico y para estar en el Pirineo.
Cifras aparte, los paisajes son de escándalo. A la llegada, con esas aguas tan cristalinas del lago de Artouste y la vista del Pic du Midi d’Ossau, pero también en el camino, por el valle de Soussouéou. Si no tienes miedo a mirar hacia abajo, que el tren va todo el rato por un pequeño corte en las laderas de las montañas casi desafiando las leyes de la física. Por cierto, seguramente pasen a saludarte unas marmotas por el camino.
¿Sabías que…?
Las vías de tren no se colocaron para el turismo, sino para transportar obreros y herramientas en la construcción de la presa del lago de Artouste. La presa se acabó en 1929 y desde 1932 es un tren turístico, ¡tiene más de 90 años!
El tren funciona solo en verano, desde mediados de mayo hasta principios de octubre –después está cubierto por pistas de esquí–. El recorrido es de 55 minutos y, para llegar a la estación de salida, hay que coger un teleférico de otros 10 minutos. Resérvate medio día. En la página oficial tienes precios, horarios y demás información práctica.
3. El col d’Aubisque (con o sin bici)
¿Más paisajes que ver en el valle de Ossau? Pues los de los circos de Gourette y del Litor que se divisan desde el col d’Aubisque, el puerto de Aubisque, a 1.709 metros. Este puerto es uno de los más míticos del Tour de France, una meta clásica para los ciclistas. De hecho, hay un homenaje a la gran vuelta ciclista por excelencia: una escultura formada por tres enormes bicicletas, cada una con los colores de los maillots del Tour de Francia. El amarillo del líder, el verde del ganador por puntos y, cómo no aquí, el blanco con lunares rojos del “rey de montaña”. La Vuelta también pasa a menudo por aquí. De hecho, iba a hacerlo una semana después de que estuvimos.
Detrás del restaurante, puedes subir un poco más a lo alto de la loma para admirar los paisajes que rodean el puerto. Incluso puedes llegar hasta el cercano Soum de Groum para tener más perspectiva.
4. Eaux-Bonnes, un pueblo que ver en el valle de Ossau
Ya en el siglo XVI el valle de Ossau era famoso por sus dos balnearios: el de Eaux-Chaudes y el de Eaux-Bonnes –que sus nombres signifiquen aguas calientes y buenas da pistas–. Los dos, y en particular el segundo, se transformaron por completo entre mediados del siglo XIX y principios del XX. Y es que Eaux-Bonnes fue “descubierta” por la emperatriz Eugenia de Montijo, la granadina consorte de Napoleón III.
Las cortes europeas siguieron sus pasos y luego llegaron actores, poetas y pintores como Delacroix. De ahí que en este pequeño pueblo de montaña haya construcciones de estilo Segundo Imperio como el antiguo Hôtel des Princes, el Casino y el complejo termal, o un parque inglés que nunca esperarías encontrar aquí. Muchos de esos edificios se abandonaron, aunque el complejo termal se restauró y volvió a abrir con un “toque contemporáneo” de lo más curioso: la gran esfera transparente que recubre una piscina suspendida proyectada por el arquitecto Luc Demolombe.
Rincón Salta Conmigo
Si tienes un poco de tiempo extra, desde Eaux-Bonnes acércate a su pedanía Aas. Un pequeño pueblo de montaña de lo más tranquilo y alejado del turismo con bonitas casonas y vistas –de camino podrás ver una preciosa sobre Eaux-Bonnes–. Como curiosidad, aquí se utilizaba un silbo para comunicarse, como en la Gomera. Una placa en la iglesia lo recuerda.
5. Laruns y Béost
Otro pueblo bonito que tienes que ver en el valle de Ossau, de camino al col d’Aubisque, es Béost, con su iglesia, su castillo de origen románico y sus casonas antiguas. Llegando a Béost, además, hay bonitas vistas sobre el valle de Ossau y su capital, Laruns.
Laruns también se merece un paseo, con sus casonas, su lavadero, su fuente, su iglesia de Saint-Pierre, sus restaurantes…
¿Sabías que…?
Aunque no entres en el casco histórico, vas a pasar por Laruns. Su territorio, de unas 26.000 hectáreas, llega hasta la frontera con España: es el tercer municipio francés metropolitano por superficie, incluyendo lugares como la estación termal de Eaux-Chaudes. Eso sí, ¡no llega a los 1.200 habitantes!
Por cierto, cerca de Laruns están las gargantas de Hourat que se pueden “sobrevolar” en un circuito de tirolinas. Nosotros quisimos aprovechar los rayos del sol con visitas, pueblos y picos y no pudimos hacerlas, pero las hemos apuntado para la próxima vez. En su web puedes ver cómo son.
6. Bielle y Bilhères
Otro binomio de pueblos del valle de Ossau: después de Eaux-Bonnes y Aas y Laruns y Béost, toca Bielle y Bilhères. Hay que recorrer las callejuelas de Bielle, la antigua capital administrativa y jurídica del valle construida sobre una villa romana, para admirar sus casonas y visitar la iglesia de Saint-Vivien, con su pórtico típico del gótico bearnés. Pero, como en Laruns, también hay que alejarse y subir, para tomar perspectiva.
¿Hacia dónde subir? Pues hacia Bilhères. Por la carretera hay preciosas vistas del valle y de Bielle, además de la misma Bilhères rodeada de paisajes de montaña.
7. El plateau de Bénou
La meseta de Bénou, plateau de Bénou en francés, forma parte del territorio de Bilhères. Entre el valle de Ossau y el valle de Aspe –pero mucho más cerca del de Ossau– y de camino al col de Marie Blanque, esta meseta de pastoreo tiene fama de ser una de las más bonitas de la zona. Damos fe de que es preciosa. Los caballos, las vacas y las ovejas pastando, el río y, por supuesto, las montañas al fondo forman un cuadro de lo más bucólico.
8. Castet, su lago y su castillo
Habíamos leído que el lago de Castet, el más septentrional del valle, era otro de los lugares que ver en el valle de Ossau y allá que fuimos. Eso sí, tenemos que admitir que no encontramos ninguna vista bonita del lago desde su orilla. En principio, hay un mirador, pero el camino se lo debía de haber comido la maleza… o el agua. El hecho es que no lo encontramos. Eso sí, le dimos la vuelta al lago en coche para llegar hasta el pueblo de Castet… ¡y allí sí!
Hay que subir hasta la iglesia y el cementerio de Castet para tener otra de esas postales únicas del valle de Ossau. Por un lado, el lago de Castet. Por otro, el castillo de Castet con su torre medieval y, al fondo, el indefectible Pico de Midi d’Ossau. Una buena forma de despedirse, o de darle la bienvenida, al valle.
9. Arudy
Un poco más al norte está Arudy, otro de los pueblos que tienes que visitar en el valle de Ossau. Este pueblo fue, desde el siglo XVIII, un centro muy importante de artesanía e industria del valle con sus fábricas de caucho, de rosarios, curtidurías y canteras de mármol. Hoy solo queda esta última actividad. Bueno, ahora hay una fábrica de componentes aeronáuticos, que tampoco está mal, aunque tenga menos encanto.
Los lavaderos que usaban los curtidores para limpiar las pieles de cordero en el siglo XIX siguen en el casco histórico, junto con casonas antiguas, el ayuntamiento, la iglesia y el museo sobre la historia del pueblo. Eso sí, no te asustes: de noche el pueblo se queda en total oscuridad. Para ahorrar, han decidido no encender las farolas…
¿Sabías que…?
El mármol de Arudy se usó en la construcción de edificios tan emblemáticos como la Opéra Garnier de París o el Empire State Building de Nueva York.
10. Oloron-Sainte-Marie
En la entrada del valle, donde el río Ossau se encuentra con el Aspe y ya más lejos de los Pirineos, está Oloron-Sainte-Marie. La ciudad más antigua del Béarn es también uno de nuestros lugares favoritos de la región. Su catedral, su parte alta con sus vistas, su mercado del viernes, su mediateca contemporánea… Todo nos gustó en esta pequeña ciudad. Por no hablar de su outlet de Lindt –que tiene una fábrica aquí–.
Mapa con los lugares que ver en el valle de Ossau
Aquí tienes un mapa con los lugares que visitar en el valle de Ossau. Hemos añadido también las oficinas de turismo, por si quieres pedir más información sobre algún sitio en concreto, un mapa o cualquier otra sugerencia.
Dónde comer y dónde dormir en el valle de Ossau
Nosotros dormimos en dos hoteles en el valle de Ossau y los dos nos gustaron mucho.
En Arudy nos quedamos en Gaïnaa. Una casa de huéspedes en pleno casco histórico, con habitaciones y espacios comunes muy bonitos y un desayuno y un trato espectaculares gracias a la dueña Monique.
En Bielle, por otro lado, nos quedamos en el hotel Logis L’Ayguelade, un hotel de carretera cerca del lago de Castet. Las habitaciones son cómodas y funcionales.
Una razón más para quedarse en el Logis L’Ayguelade es su restaurante –al que también vimos que iba mucha gente que no se alojaba allí–. Comida muy rica preparada con ingredientes locales y menú de 36 euros para cenar, con primero, segundo y postre.
En Arudy, también nos encantó el restaurante A Caso que, a pesar del nombre que parece italiano, también tiene cocina local, incluyendo carnes a la parrilla.
Si buscas dónde comer en Laruns, nos aconsejaron L’Escapade, famosa también por sus carnes a la parrilla y, cerca, en Eaux-Chaudes, el Hotel La Caverne. Pero no nos dio tiempo a probar ninguno de los dos –a medio día siempre llegábamos tarde, ¡cuidado con eso que no suelen dar comida después de las 13:30–.
Un consejo más: si vas al tren de Artouste, no comas por allí. La comida en el restaurante de la estación no es gran cosa y es cara. Puedes llevarte algo, por ejemplo un bocadillo con el famoso queso de Ossau –a nosotros nos encantaron los de La Ferme du Brouquets en Bilhères–.
Ese flechazo por el valle de Ossau no fue solo por el sol, ¿no?
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2 Comentarios
¡Qué maravillosas fotografías! Y Aàs… ¡¡que tiene la misma particularidad que la Gomera!!
Muchas gracias. Nathalie
¡Hola, Nathalie y bienvenida al blog! ¡Muchas gracias a ti! Y sí, muy curioso lo de Aàs y La Gomera, ¿verdad?