Habíamos leído que Scanno, en la desconocida región de los Abruzos, era uno de los pueblos más bonitos de Italia. Tiene su sello y todo. Más de uno de hecho. Pero cuando llegamos, entendimos que, más allá de los listados y del marketing, Scanno era especial. Un pueblo de poco más de 2.000 habitantes en lo alto de un peñasco a 1.000 metros de altura, junto a uno de los parques nacionales más antiguos de Italia y a un profundo cañón en el que se abre un lago con forma de corazón. ¿Suena o no suena idílico?

Un pueblecito medieval de pastores que tuvo su momento de esplendor en época barroca gracias a su industria de la lana. Lana que le hizo famoso en todo el Reino de Nápoles, al que pertenecía. En esa época nació el traje típico de sus mujeres, seguramente una de las razones que trajo hasta aquí al mismísimo Henri Cartier-Bresson y que convirtió a Scanno en el “pueblo de los fotógrafos” en el siglo XX.
Es cierto que los palacios barrocos y los edificios medievales de Scanno han pasado por épocas mejores, que hay alguna que otra grieta y que unas cuantas fachadas descoloridas y desconchadas necesitan retoques… pero el pueblo sigue siendo una pasada. De hecho, ese aire un poco decadente hasta le da un toque –a lo mejor Cartier-Bresson pensó lo mismo–. ¡Parece un belén real! Acompáñanos, te vamos a contar todo lo que hay que ver en Scanno, uno de nuestros lugares que visitar en Abruzzo.
Qué ver en Scanno, uno de los pueblos más bonitos de Italia
Básicamente lo que tienes que ver en Scanno es el casco histórico, con sus callejuelas, sus pendientes, sus vistas, sus fuentes, sus balcones de forja, los portales barrocos de sus palacios e iglesias…
Mientras paseas, fíjate en dos elementos muy característicos de Scanno: los arcos y las escaleras exteriores de sus casas. Los primeros son antiguas puertas de acceso más tarde absorbidas por el pueblo o una forma de conectar diferentes edificios. Y las segundas tienen hasta su propio nombre aquí: cimmose. Estas escaleras conectaban la calle con la primera planta de las casas, donde estaban las habitaciones, mientras en la planta baja había establos y bodegas. El caso es que ahora son su seña de identidad y a menudo están decoradas con plantas y flores. ¡Parecen hechas para Instagram!

No nos extraña nada que la CNN eligiera a Scanno como uno de los pueblos más bonitos de Italia y lo llamara “paraíso rural”.
¿Sabías que…?
Los romanos llamaron a este lugar Scamnum, escaño o banco, por su posición encima de un peñasco. Peñasco sobre el que se apoyan los Apeninos en esta zona.
La Piazza di Santa Maria della Valle y su iglesia
Tras dejar el coche en el Viale del Lago, el principal punto de acceso al pueblo, nuestra visita por el casco histórico de Scanno empezó por la plaza de Santa María del Valle. Justo al lado, está la oficina de turismo, donde nos hicimos con un mapa del pueblo y de los alrededores así que, mejor punto de inicio, imposible.

En la plaza se alza la iglesia de Santa María del Valle, o de la Asunción, con su campanario románico que destaca desde muchos rincones del pueblo con sus 35 metros de altura. Dentro nos encontramos con restos de frescos medievales, muebles de madera barrocos y la capilla con las reliquias de San Constanzo.
La Strada Abrami y la Fontana Sarracco
La iglesia y la plaza son bonitas. Pero lo bueno de verdad empieza cuando se callejea por el casco histórico. Iniciamos la ruta por la Strada Abrami, la calle principal que lo divide en dos. Al poco de empezar, nos encontramos con la Fontana Sarracco, una fuente con mascarones que era un abrevadero medieval. Es uno de los rincones más icónicos de Scanno y sus mascarones barrocos hasta tienen nombres: se conocen popularmente como el rey, la reina, el fraile zoccolante y el capuchino.

La Piazza San Rocco y el Palazzo Mosca
Recorriendo la Strada Abrami hasta el final se llega a la plaza de San Roque, o plaza Vieja, el corazón del casco histórico de Scanno. Aquí se levanta el Palazzo Mosca, el más elegante del pueblo, con su fachada barroca y su decoración de querubines y serafines danzantes bajo la cornisa.

Llegando a la plaza nos encontramos también con la iglesia que le da su nombre, la de San Roque, junto a un palacio con un gran fresco de San Cristóbal. Muy cerca hay otras dos iglesias: la de Santa María de Constantinopla –con un fresco de la Virgen con el Niño en el trono del siglo XIV que es una de las joyas de Scanno– y San Eustaquio –con sus estucos barrocos y sus pasos procesionales–. ¡Que no se diga que faltan lugares de culto en Scanno!
Rincón Salta Conmigo
Junto a la iglesia de San Eustaquio está el Arco de San Eustaquio, una de las antiguas puertas que daban acceso al núcleo medieval de Scanno. Hoy en día, integrado en una casa privada.
La escalera Cartier-Bresson
Frente a la iglesia de la Virgen del Carmen está la Scalinata Henri Cartier-Bresson. Sí, esta escalera tiene oficialmente el nombre del apodado como “ojo del siglo XX”. ¿Por qué? Pues porque la fotografió, claro. Cartier-Bresson llegó a Scanno en el invierno de 1952 para realizar un reportaje que llamaría “Navidad en Scanno” y publicaría en la revista Harper’s Bazaar en diciembre de 1953. La más famosa de las fotos de ese reportaje retrata justamente este rincón de Scanno. Mujeres llevando el pan sobre sus cabezas, niñas saliendo de la iglesia, un gato, un grupo de hombres al fondo… y muchas barandillas. Inmortalizó un instante de la vida cotidiana del interior de los Abruzos en los años 50 del siglo pasado.

¿Sabías que…?
Dos de las fotos de Scanno de Cartier-Bresson son parte de la colección del MoMA, así como dos de Mario Giacomelli, uno de los mayores fotógrafos italianos del siglo XX.
La ruta del “pueblo de los fotógrafos”
La escalera Cartier-Bresson, que no ha cambiado ni un ápice desde mediados del siglo pasado, es una de las paradas de la ruta del “borgo dei fotografi”, pueblo de los fotógrafos. Que el que se considera el padre del fotoperiodismo inmortalizara Scanno no pasó desapercibido.Tras su visita al pueblo de los Abruzos, llegaron muchos otros fotógrafos italianos e internacionales. Puedes ver sus fotos en los rincones que retrataron por diferentes puntos del casco histórico de Scanno. La ruta comienza junto a la iglesia de San Antonio de Padua, en la via dei Fotografi –muy apropiado–. Puedes echar un vistazo, también, a los interiores barrocos de la iglesia.

¿Sabías que…?
El fotógrafo italiano Ferdinando Scianna, amigo de Cartier-Bresson, dijo que el reportaje del fotógrafo francés convirtió a Scanno en “el Lourdes de los fotógrafos”. ¡Un verdadero destino de peregrinación!
Las calles Silla y Ciorla
Te mencionamos otras dos calles por las que deberías pasar: la via Silla y la via Ciorla. En ellas se levantan otros de los palacios e iglesias más importantes del pueblo. Como el Palazzo di Rienzo, con su gran portón labrado de madera; el Palazzo de Angelis, con su decoración barroca, y la iglesia de Santa Maria delle Grazie, con los estucos que decoran su interior.

Un par de rincones más. Al final de la via Ciorla se alza la Porta della Croce, una de las cuatro puertas que daban acceso al casco histórico en el siglo XV, la única que se ha conservado. Y, cerca del cruce de las calles Silla y Ciorla, está otro de esos arcos tan característicos de Scanno: el Arco della Nocella.
Si tienes suerte, las mujeres con el traje tradicional de Scanno
Los fotógrafos que llegaron a Scanno, Cartier-Bresson incluido, lo hicieron por sus paisajes, sí, pero también por sus tradiciones, sobre todo la del traje tradicional de sus mujeres, con amplias faldas, bordados y típicos sombreros. Aunque hoy en día no es fácil ver a las mujeres con su traje típico, sí que lo llevan los días de fiesta, alguna incluso todos los domingos. A ver si tienes suerte, nosotros no la tuvimos…

El lago de Scanno: el lago con forma de corazón
Muy cerca del pueblo te encontrarás con el lago di Scanno, el mayor lago natural de los Abruzos. Es uno de los rincones naturales más conocidos de la región también porque tiene… ¡forma de corazón! Eso sí, para apreciar esa forma hay que ir hasta el punto panorámico, cerca de la ermita de San Egidio. Se llega por el sentiero del cuore, el sendero del corazón. Puedes empezarlo desde el pueblo o desde el lago, te lo ponemos en el mapa. Ojo, que desde abajo también es bonito y puedes parar en la iglesia de la Virgen del Lago, excavada en la roca.

Las gargantas del Sagitario y los alrededores de Scanno
La carretera por la que se llega a Scanno está construida en las gargantas del río Sagitario. Un cañón excavado por el agua en la piedra caliza que es espectacular incluso desde el coche. Aunque también hay unos cuantos senderos. Si te quedas en el coche, baja por lo menos cerca del lago de Santo Domingo y en los pueblos de Villalago y Anversa degli Abruzzi, dos más de los pueblos más bonitos de Italia.

Ya hemos dicho que cerca de Scanno está el segundo parque nacional más antiguo de Italia: el Parque Nacional de los Abruzos, Lacio y Molise, donde con mucha suerte te puedes encontrar con un lobo o con un oso…

Dónde comer en Scanno
Si te apetece comida típica de los Abruzos, un buen lugar para comer en Scanno es el ristorante La Foce. Allí podrás probar los arrosticini, los típicos pinchos morunos de carne de cordero. Y alguna de las pastas típicas de la región, como los spaghetti alla chitarra, con diferentes salsas –incluida la de cangrejos de río–, o las sagnette, con judías. ¡Estaba todo para chuparse los dedos!

Mapa de los lugares que ver en Scanno
Aquí tienes nuestro mapa de los lugares que ver en Scanno. Te indicamos también dónde aparcamos, dónde empiezan la ruta pueblo de los fotógrafos y el sendero del corazón y dónde están la oficina de turismo y el restaurante donde comimos.
El pueblo de los fotógrafos te espera para que tú también le hagas unas fotitos…
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