La Revolución Cultural de Mao Zedong no fue capaz de acabar con todas las muestras de arte asociadas a la religión en China. Templos taoístas y budistas fueron cerrados y peor suerte aún corrieron los confucionistas, identificados con la antigua sociedad feudal. Sabiendo eso, el país no dejó de sorprendernos desde que pusimos un pie en Pekín. El férreo control sobre la religión en todas sus confesiones convivía con templos llenos de feligreses, también de todas las confesiones. Es más, muchos de los sitios turísticos que descubriríamos en China no eran otra cosa que templos o “parques temáticos religiosos” como el que se ha construido alrededor del gran Buda de Leshan.
De hecho, los dos lugares que ver en Datong –una de esas ciudades chinas de “tamaño medio”, con más de tres millones de habitantes– son un templo y unas grutas llenas de estatuas de Buda. El templo Xuankong –o templo colgante o monasterio suspendido–, a algo más de 70 kilómetros al sureste, y las grutas de Yungang, a unos 20 kilómetros al oeste. Si estás pensando que recorrer casi doscientos kilómetros alrededor de una ciudad, entre idas y vueltas, es demasiado para decir que son los alrededores… es que no te has dado cuenta de que hablamos de la gigantesca China.
El monasterio suspendido, templo colgante o Templo Xuankong, llámalo como quieras, pero alucinarás
El monasterio suspendido es el epítome de la religión en China. Es el único templo adscrito a las tres religiones predominantes en el país: budismo, taoísmo y confucianismo. Sólo por esa curiosidad religiosa ya merecería la pena ir a visitarlo. Pero es que su arquitectura lo hace todavía más único si cabe. Por muchas fotos que veas –y nosotros ya te enseñamos algunas–, la sensación que tendrás al contemplarlo en persona, una mezcla perfecta entre fascinación y desasosiego, es indescriptible. Su equilibrio aparentemente frágil sobre los pilotes da impresión de inestabilidad, de fragilidad, de temporalidad. Pero ahí siguen firmes, delante de ti.
Porque el nombre “monasterio suspendido” o “templo colgante” no es baladí. Es una descripción perfecta del edificio: está literalmente colgado de la ladera de la montaña o suspendido sobre esos pilotes que, por cierto, parecen bastante precarios. Es más, Xuankong significa «colgado del cielo».
La historia cuenta que fue construido por un único monje llamado Liao Ran hace más de 1.500 años. Lo que no cuenta es cuánto de su trabajo todavía perdura porque, desde su origen, no ha dejado de ser objeto de reparaciones y ampliaciones. Pero lo más importante es que no fue destruido durante la Revolución Cultural.
¿Sabías que…?
El templo Xuankong, además de ser sagrado para las tres religiones tradicionales chinas, se encuentra a poco menos de 10 kilómetros de distancia del monte Heng, una de las cinco montañas sagradas del taoísmo.
Además de contemplarlo desde el aparcamiento, se pueden subir las escaleras y recorrer las –un poco– intimidantes pasarelas que unen sus salones. No recomendable para los que sufren de vértigo… Pero, sólo vas a visitarlo una vez en la vida, ¿no? Hay que lanzarse. De esa forma, podrás admirar la sala de las tres religiones con una estatua de Buda, en el centro, Lao-Tse, a la izquierda, y Confucio, a la derecha.
Consejos e información práctica para visitar el Templo Xuankong
Un consejo a la hora de visitar el monasterio colgante es hacerlo a primera hora de la mañana. De esa forma lo encontrarás iluminado por el sol, el resto del día está a la sombra. Otro factor a tener en cuenta es que se ha limitado el número de personas que pueden recorrer los pasillos, por lo que es buena idea evitar los festivos nacionales chinos si no quieres pasar dos horas haciendo cola para subir la escalera.
Los horarios varían según las fuentes, pero los más repetidos son de 8.00 a 18.00 de junio a octubre y de 8.30 a 17.30 el resto del año. Puedes encontrar más información en China Culture en inglés.
Las grutas de Yungang: la casa de los Budas
No nos alejamos de la religión con la otra visita que hacer en Datong. Pasamos de un templo o monasterio a unas grutas plagadas de estatuas de Buda. Hablamos de un sistema de 53 grutas –principales, porque hay unas 1.100 pequeñas más– creadas por el hombre. Olvídate de la Naturaleza: un pequeño río, suelo kárstico, etc. Las grutas de Yungang se comenzaron a excavar en el año 460. Sí, 460, sin mil ni nada.
Ocho de esas estatuas principales de Buda tienen unos tamaños que van de los 16,8 a los 13,5 metros de altura. Pero, además de la estatua principal de cada gruta, se han contabilizado un total de unas 51.000 estatuas de Buda en todo el complejo que ocupa un kilómetro cuadrado aproximadamente.
Las cuevas están numeradas, así podemos decir que el Buda más grande se encuentra en la cueva 5, junto con unos fantásticos frescos. Tampoco te puedes perder la cueva 6 que alberga una pagoda cuadrada en su interior. O las cuevas de las 16 a la 20, las más antiguas que datan de entre el año 460 y el año 465.
Tómate tu tiempo y disfruta. Disfruta y recuerda. Porque en muchas de ellas no está permitido hacer fotografías.
Esta maravilla fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2001.
¿Sabías que…?
Junto a las grutas de Yungang se alzaba una ciudad en la que vivían los trabajadores de una mina cercana y sus familias. El gobierno decidió arrasarla por completo creando un espacio de protección de casi 850 ha alrededor de las 350 ha declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Los mineros fueron trasladados a unos rascacielos en la ciudad de Datong.
Información práctica para visitar las grutas de Yungang
El horario de las grutas de Yungang es de 8.30 a 18.00, aunque la taquilla cierra una hora antes. Desde la taquilla hasta las grutas hay un paseo de casi un kilómetro con preciosos paisajes y templos de nueva construcción –si no quieres caminar hay un trenecito que hace también el trayecto–. Puedes ver información sobre los precios en la página oficial de las grutas.
La excursión de Datong, dos en uno
¿Cómo aprovechar el tiempo al máximo para poder recorrer esos más de 200 kilómetros en un día en Datong? La mejor manera es contratando una excursión. Eso fue lo que hicimos nosotros nada más llegar a la ciudad. Como europeos, pensábamos que serían necesarios dos días para recorrer esas distancias: pocas veces contratas una excursión de un día que recorra 200 kilómetros en Europa.
La sorpresa, agradable, fue que en Datong sí que era posible. De hecho, la excursión incluía los dos puntos de manera “obligatoria”. Si sólo querías visitar uno de ellos tenías que buscar otra agencia –ni siquiera estamos seguros de que otra agencia lo hiciera– o ir por tus propios medios –transporte público o coche de alquiler–.
Dicho y hecho. Primero visitamos el templo colgante, parada para comer y, después de reponer fuerzas, las grutas de Yungang. Todo, con vuelta a Datong en nueve horas y media.
Hay muchas agencias que ofrecen este servicio en la ciudad, no tendrás problemas en encontrar una.
Cómo llegar a Datong
Datong, la ciudad del fénix y el carbón, se encuentra en la provincia de Shanxi. Con más de tres millones de habitantes, es una de esas ciudades “medianas” del Gigante Asiático perfectamente comunicada con el resto del país.
Cómo ir de Pingyao a Datong
Nosotros llegamos a Datong en tren desde Pingyao. En aquel entonces, el trayecto tenía una duración de entre siete y ocho horas. Y, por lo que vemos hoy en internet, las cosas no han mejorado y siguen siendo necesarias unas ocho horas para hacerlo.
Sorprendentemente, hace falta menos tiempo para llegar de Pingyao a Datong en autobús, en concreto unas cinco horas y media. El billete es un poco más caro y, después de haber hecho algunos trayectos en autobús en ese viaje –muy poco cómodos–, decidimos escoger el tren.
Cómo ir de Pekín a Datong
Nuestra salida de Datong fue hacia Pekín, pero el trayecto inverso es igual. De nuevo volvimos a decantarnos por el tren. En este caso poco más de seis horas, que siguen siendo las mismas hoy en día.
Como con Pingyao –y prácticamente toda China– también es posible hacer el viaje en autobús: unas cuatro horas. También como antes, el billete es algo más caro.
Otra forma de llegar de Pekín a Datong es en avión. Datong cuenta con un aeropuerto, Yungang –cerca de las grutas–, con vuelos directos a la capital de una hora aproximadamente.
Cuando más de 1.500 años te contemplan, sólo puedes abrir muchos los ojos y tratar de atrapar la mayor cantidad de detalles que alcances. El antiguo Imperio Chino sigue vivo en Datong.
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