Los días en la Córdoba argentina, además de recordarnos a Madrid, darnos tiempo para pasear, conocer y sentirnos un poco parte de la ciudad, también fueron un infierno térmico. Temperaturas que no nos dejaban salir del hotel hasta la puesta de sol –¡por suerte que en el Azur Real estábamos divinamente!–.Todo eso iba a cambiar con alejarnos poco más de 100 km de la capital para volver a su sierra, pero esta vez a otra zona, una fresca de verdad. El lugar escogido: la Pampa de Achala. Si os preguntáis que hacer en los alrededores de Córdoba no os la perdáis.
La Posta del Cóndor
Volvíamos a dormir en un lugares de esos por los que ha pasado la historia. Una antigua posta de correo, posta militar y finalmente, hospedaje, con más de 200 años de intensa historia. Ya principios del ‘800 ya fue elegido como lugar de descanso para los mensajeros que viajaban saca postal a la espalda. Era el lugar en el que guarecían sus carretas, cambiaban sus monturas y alimentaban sus caballos.
Y allí sigue el que hoy es el hotel Posta del Cóndor para dar descanso a los viajeros que pasan por el Camino de las Altas Cumbres. En la Ruta Provincial 34, que une Carlos Paz y Mina Clavero, a 2300 msnm, el punto más alto de la sierra cordobesa. Aquí se viene para desconectar, para disfrutar de la naturaleza, para comer bien y en nuestro caso también… para dormir con mantas. Sí, de noche refresca y hace un clima espléndido. Además, el personal es encantador: muchas gracias a Gabriel, Silvana, Lalo, Nico, Silvano y Marcelo por hacer que nuestra estancia fuera única.
¿Qué hacer? Hay actividades de todo tipo –la mayoría en los mismos terrenos del hotel, nada menos que 1000 hectáreas–: el trekking “de exploración de la flora y fauna” de la Pampa de Achala”, la cabalgata al oratorio, la excursión a las cascadas, el “desafío a la quebrada del Diablo”, bajando y subiendo por la quebrada de 25 m, actividades de escalada.. O simplemente uno puede relajarse en la piscina y admirar los estupendos paisajes que rodean el hotel.
El paisaje aquí, en la zona llamada Traslasierra, es muy diferente del que habíamos visto en la zona de Calamuchita, en nuestra primera excursión a la sierra cordobesa. Aquí, en particular en la Reserva Hidríca Pampa de Achala, la vegetación sí que es autóctona –de monte bajo y pequeños árboles– así como la fauna. Hay especies introducidas, como la liebre europea o las llamas, pero también muchas endémicas como el zorro colorado, el simpático lagarto verde de Achala –al que retratamos en unas cuantas fotos–… y los reyes de Sudamérica, ambos desafortunadamente en vía de extinción: el puma y el cóndor andino.
Parque Nacional Quebrada del Condorito
Se pueden ver cóndores desde los mismos terrenos del hotel en la cabalgata si se tiene suerte, pero donde es más fácil avistarlos es en el cercano Parque Nacional Quebrada del Condorito, a unos 20 km del hotel –y una de las excursiones que éste ofrece–. Un sitio en el que el turismo no ha llegado todavía muy fuerte pero que realmente merece la pena, siendo probablemente uno de los mayores atractivos de la provincia de Córdoba.
La entrada al parque es gratuita, sólo hay que registrarse al entrar (si la oficina está cerrada hay una caja donde dejar vuestros datos). Hay dos miradores: el Balcón Norte, a una hora y medio de camino de la entrada aproximadamente –6 km de dificultad baja– y el Balcón Sur. Para llegar a éste último desde el Balcón Norte hay que bajar hasta el río y volver a subir: unas dos horas/ dos horas y media por un camino bastante más duro. Así que hay que calcular unas cinco/ seis horas en total, más el tiempo que uno quiera quedarse a admirar las aves en los balcones. El recorrido está bien señalizado y se puede hacer por cuenta propia sin problemas pero… ¡cuidado con los pumas!.
Nos comentaron que las horas mejores para ver cóndores son de 9h a 11h y de 16h a 18h, aunque nunca se sabe: el viento y la suerte mandan. En nuestro caso el día estaba bastante ventoso y de 9h a 11h de la mañana en el Balcón Norte no vimos ninguno, aunque un águila pasó muy cerca de nuestras cabezas. Y a medio día vimos algunos, y uno en particular estaba planeando muy cerca: el rey de los Andes estaba ahí, a nuestro lado.
Hay días en los que se ve cantidad de ellos, a veces hasta crías ya que éste es uno de los sitios en los que aprenden a volar. De hecho, el parque es el único sitio en el que los cóndores siguen reproduciéndose de forma natural.
Dormir en Córdoba: Azur Real Hotel Boutique
Si en la sierra habíamos disfrutado como niños, la vuelta a la ciudad no fue para menos. Allí nos esperaba el Azur Real Hotel Boutique, el que probablemente sea el mejor hotel de la ciudad y que personalmente ha sido nuestro favorito en Argentina hasta la fecha. Un hotel urbano, a dos cuadras de la plaza 9 de julio, con una decoración exquisita, todas las comodidades pero el calor –metafórico, el aire acondicionado estaba encendido todo el día, si no no habríamos sobrevivido en Córdoba– de los hoteles pequeños. Cada detalle es cuidado y el personal es muy amable, ¡nos encantó!
Un tour de medio día por Córdoba con Metropolitan Touring
Después de recorrer la ciudad por nuestra cuenta y de disfrutar de la sierra, a nuestra vuelta de la capital decidimos conocer más sobre ella. Lo hicimos gracias a un tour de medio día en Córdoba con la agencia Metropolitan Touring y la elección no habría podido ser más acertada. Nuestra guía, Sol, nos encantó. Conocía todo sobre su ciudad, ¡increible! Y además lo contaba de forma muy amena, una de las mejores guías que hemos tenido en nuestro viaje por Sudamérica, os la recomendamos sin duda.
Las horas del tour pasaron en un suspiro. Con Sol recorrimos a pie el centro, con sus lugares turísticos más conocidos: la catedral, la Manzana Jesuítica, etc. y en vehículo también otros barrios, las zonas de las universidades y los barrios más periféricos donde hacen vida los cordobeses, porque una ciudad no son sólo sus sitios turísticos. Sol contó muchísimo sobre la historia y miles de curiosidades sobre la ciudad…