Martes, 01/09/2.009 (y 3)
Llevamos bastante retraso acumulado y entra el conductor a buscarnos. Tenemos que coger el BazBus y ya vamos con retraso. Subimos las mochilas al remolque en el albergue y nos vamos a George. De los ocho que vamos, dos irán hacia Port Elizabeth, tres se quedarán en George y otros tres vamos en dirección a Cape Town.
El BazBus a Cape Town está completamente vacío, así que no hay problemas de espacio. El conductor (el mismo que ayer y el mismo bus también), nos dice que no tiene nuestra reserva pero que, visto el hueco que hay, no hay problema. Se debieron hacer un lío con la reserva, a saber qué día o en qué sentido nos la habrán hecho. Por suerte el otro sí que tenía la reserva bien hecha, si no, lo mismo ni habría aparecido el autobús por aquí. No tiene reservas hasta Hermanus así que llegaremos antes de lo previsto. Los del sentido contrario todavía tendrán que esperar, el otro BazBus viene con retraso.
Nuestro compañero va a Hermanus, al Hermanus Backpackers. Se quedará un par de noches pero todavía no sabe si irá a ver el tiburón o no, se marea en los barcos. Le decimos que es una experiencia y que si vomita es más cebo para el bicho. En realidad a nosotros no se nos acercó hasta que los dos lo soltaron todo. Charlamos un rato en una de las paradas para llenar el depósito (después de ver La Roca).
El shuttle de Hermanus trae a tres pasajeros más, y esta vez sí que ha venido Hop, el perro del albergue. El conductor nos recuerda y nos pregunta si volvemos a su albergue, le decimos que no, que volvemos a Cape Town.
Desde lo alto de las montañas podemos ver Cape Town con todas sus luces encendidas. El conductor da la bienvenida a los que lleguen por primera vez y pone una canción de bienvenida a la ciudad. En Stellenbosch, la ruta de los vinos, otro shuttle ha traído a otros tres pasajeros más.
En Cape Town los va dejando por los hostales. El Ashanti es el tercero y allí nos quedamos. Tendremos, al final, una habitación doble las dos noches, y será la misma. Esta vez en el edificio uno. No ha conseguido cobrarnos con tarjeta, esperemos que sea que está estropeado el sistema y no que nos hayamos quedado sin dinero… Le pregunto si es seguro llegar hasta el edificio uno a esta hora y me dice que hay un tipo de seguridad en la puerta del edificio principal que nos acompañará hasta la nuestra. No sólo nos acompaña, sino que se mete dentro y verifica que todas las luces funcionan.
Tengo la pierna hecha polvo y no me llama la atención que salga Sara sola a una farmacia. Me doy un masaje en la ducha caliente con el gel y después Sara trae hielo. Con esto yo creo que para mañana habré mejorado y si no, habrá que ir a por la pomada.