Domingo, 30/08/2.009 (y 2)
Volvemos al puerto después de casi dos horas en el agua. Mientras esperábamos que apareciera algún tiburón tenía el cuerpo un poco revuelto, más que nada la cabeza y por el frío, pero en cuento llegaron se me pasaron todos los males. Dos de los que venían con nosotros, éramos unos 20 y entrábamos de cinco y en cinco en la jaula) sí que se marearon del todo y el mar sufrió sus estómagos revueltos. La jaula se queda en el mar para el siguiente turno, cuando íbamos vimos una jaula en mitad del agua, era por eso.
Cambiarse de nuevo el barco es imposible. Como hemos estado en el agua hasta el final no hay tiempo. Los únicos con el neopreno somos los últimos cinco, todos los demás ya se han cambiado. Nos lo quitamos y lo dejamos en el barco, aunque nos cambiaremos en el baño de su oficina, por ahora iremos con el bañador y la toalla para no coger frío (aunque en tierra no lo hace).
Mientras damos cuenta de la comida, de nuevo un plato cubierto de papel de plástico aunque esta vez no sabemos qué era todo (había pollo, albóndigas y varios sandwiches), nos proyectan el DVD de nuestro viaje. El cámara es un profesional porque casi no ha tenido tiempo de montarlo y le ha quedado muy bien. Como hemos estado un montón de tiempo en el agua salimos bastante. Son 370R, poco más de 30 euros… no tenemos muy claro qué habrá salido con Niki (que además se ha quedado sin batería al final con tanto vídeo), así que lo compramos.
Volvemos al albergue con el autobús. El conductor es distinto, el de antes se ha quedado para ir en el barco con el siguiente grupo. Por el camino paramos a ver ballenas. Vemos tres o cuatro mucho más cerca que cualquiera de las respiraciones de ayer. Con los prismáticos, y a simple vista, se ve el lomo perfectamente. Niki ya no tiene batería después de tanto vídeo submarino grabado y Cany se ha quedado en el albergue.
El conductor no nos dice nada cuando bajamos en el Hermanus Backpackers, y nosotros tampoco se lo vamos a recordar a él: transporte gratis (ya les hemos comprado el DVD).
Sin ducharnos siquiera salimos a buscar ballenas desde la costa de Hermanus, que hoy estamos con más suerte. Nos pasamos mirando al mar más de dos horas. Hemos visto bastantes respiraciones, muchos saltos y alguna aleta, todo bastante lejos. Cuando ya casi hemos decidido irnos, empieza a hacer frío sin el sol, una se acerca a donde estamos y la vemos tan cerca como las de esta mañana.
Aún así nos vamos, pero paramos a comprar un helado en la plaza. Al salir de la heladería la ballena sigue allí mostrando el lomo y también ha sacado la cola como en los documentales. Eso nos pica, no hemos podido sacar la foto de la cola, y nos quedamos más. Después de un rato se apiada de nosotros y vuelve a sacar la cola para que nos podamos ir tranquilos. Mañana vendremos a primera hora hasta que salga en shuttle para el BazBus (con el perro, claro).
Vamos a pagar esta noche todo para que mañana no tengamos que esperar. Aquí no hay tarjeta así que vamos al cajero para sacar dinero. Sara mete su tarjeta y no nos damos cuenta, pulsa siguiente sin meter el PIN y el cajero no se queja. Pero cuando le dice que quiere dinero dice que el banco ha rechazado la operación. Todavía tiene que quedar dinero en esa cuenta así que lo intento con la mía y vemos que hay que meter el PIN. Pagamos todo en el albergue: dos noches (habitación doble con baño), traslado hasta el BazBus, kayak con las ballenas, la parrillada de ayer por la noche y 15 minutos de internet, todo por 1.370R, más o menos unos 120-130 euros. Hacen un descuento de 100R por cabeza en la habitación al reservar lo de los tiburones con ellos. Sudáfrica no es un país super barato, pero lo es mucho más que cualquier europeo. Es más, las casas están tiradas de precio, se puede comprar una de 70 metros en Hermanos por unos ¡60.000 euros!
Ahora sí que toca la ducha para quitarnos la sal y entrar en calor, la espera en el paseo para ver ballenas cuando se puso el sol nos ha dejado helados. Mientras me ducho yo, Sara ve los vídeos en Niki. Mientras se ducha ella, yo descargo las fotos y los vídeos de Cany y Niki en Sungin. Se ve al tiburón en bastantes momentos de los vídeos, aunque mucho es «ruido». Hay veces que pensábamos que estaba parada y estaba grabando y la paramos justo cuando llega el tiburón. En una de las fotos de Cany he cogido uno de los saltos de las ballenas y se ve bastante bien. En este viaje hemos visto los «Big seven», los big five del Kruger más las ballenas y los tiburones.
La cena, dentro de la habitación, es a base de fuet y cracker. Nos queda casi toda la comida entre parrilladas, restaurantes y las incluidas. Ponemos el despertador a las 5:30 para ver si mañana tenemos más suerte y hay más ballenas. Los Symbios están casi preparados, sólo hemos dejado fuera las cosas que están mojadas. Los bañadores de ayer siguen húmedos, aquí hay mucha humedad y poco calor, y la ropa no se seca fácilmente.
