El segundo día en Palermo nos acercamos a La Zisa y a sus jardines. Es una construcción árabe del siglo XII. Su nombre deriva del árabe al-Azîz que significa noble, glorioso, magnífico. Se mantuvo intacto hasta 1.635, año en que se modificó según la moda vigente.
Desde allí nos dirigimos a las catacumbas de los capuchinos. En el interior no se permite hacer fotos, pero la verdad es que cuanto menos macabro.
Después nos fuimos a Monreale. Desde allí se ve una panorámica de Palermo casi completa.
Las calles del pueblo tienen un aire romántico muy llamativo. Una preciosa catedral y más iglesias.
El interior del duomo.
Y a última hora encontramos una fábrica de cannoli. DELICIOSO.