Llevo demasiado tiempo sin hacer un viaje. La semana pasada entre postales y souvenirs y la anterior con la producción de CO2 por aviones y coches y el patrimonio de la UNESCO creo que han dejado bastante claro que tengo unas ganas terribles de volver a irme de viaje y de vacaciones.
Ya están arregladas todas las vacaciones hasta fin de año, aunque siempre pueden quedar viajes no preparados, pero desde agosto no hemos salido de casa y eso se nota, sobre todo en nosotros que es una necesidad.
Para ir abriendo boca aquí están algunas fotos de nuestro viaje a Palermo, allá por enero.
Uno de los mercados callejeros que llenan muchas calles en Palermo y una plaza muy especial, Quattro Canti en la Piazza Viglienaque, nos recordó mucho a Quattro Fontane de Roma.
La Fontana Pretoria debido a la desnudez de sus estatuas se conoció como la fuente de la vergüenza.
Las dos caras de Porta Felice que era lo primero que veían desde los barcos que arribaban a puerto. La Antica Focacceria San Francesco, la mejor de la ciudad.
Interior de varias iglesias palermitanas.
La catedral de Palermo, una pasada de edificio.
Esto fue el primer día de estancia en la ciudad.