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Basílica Cisterna de Estambul, Yerebatan Sarnici

Frente a la explanada que separa Santa Sofía de la Mezquita Azul se encuentra la Cisterna Sumergida o Palacio Sumergido, Yerebatan Sarnici, uno de los imprescindibles en un viaje a Estambul. A pesar de no tener ninguna connotación religiosa, qué puede haber más prosaico que un depósito de agua, también se conoce como Basílica Cisterna. ¿Qué tendrá la religión que se apropia de todas las grandes construcciones convirtiéndolas en catedrales, basílicas o templos?

Turquia Estambul Cisterna Columnas

Habrás visto muchas fotos de las columnas iluminadas, pero la entrada te sorprenderá. Tal vez creas que hasta te has confundido de lugar, pero es que aquí, lo que de verdad importa está bajo tierra. Tampoco se trata de bajar a lo más profundo de una mina, son sólo 52 peldaños. Descender los escalones y oír la música, son parte integrante del ritual de preparación para ver una maravilla oculta en una ciudad llena de maravillas visibles como es Estambul.

Curiosidades de la Basílica Cisterna

Como casi todos los edificios de la antigüedad, aunque la Cisterna Sumergida perdió su relación con la religión, su origen sí que tiene algo que ver con ella. Se levanta, o en este caso se agacha, sobre una gran basílica elevada, probablemente construida en el siglo IV o III a. C. Mandada construir por el emperador Justiniano en el año 532 es una inmensa cisterna de reserva de agua. Mide 70 m de ancho y 140 m de largo, y el tejado descansa en 336 columnas. Las columnas están dispuestas en 12 hileras de 28 columnas cada una, tienen nueve metros de altura y 4,80 metros de separación entre ellas, provenientes casi todas de antiguos edificios.

El folleto de la cisterna sumergida incluye toda esta información, así como varias curiosidades: una de estas columnas cuenta con grabados en forma de lágrimas como las del Arco del Triunfo del Gran Theodesius; y otras dos, en la parte más alejada, se apoyan en dos cabezas de Medusa esculpidos en piedra. Una de las cabezas boca a bajo y otra de lado, lo que indica que se usaron como elementos de construcción y no obras de arte, además del hecho de que estaban cubiertos por el agua.

Turquia-Estambul Cisterna Cabeza Medusa

El agua se bombeaba desde una reserva situada cerca del mar Negro y se transportaba hasta la cisterna a través de un acueducto de casi 20 km de longitud. Con 9.800 m2 almacenaba hasta 100.000 metros cúbicos de agua, suficiente para abastecer a la ciudad durante largos asedios, pero con el tiempo se convirtió en el lugar perfecto donde arrojar basura, incluidos cadáveres. Trabajaron en ella 70.000 esclavos y en memoria de los muchos que murieron durante su construcción, cuenta la leyenda que se colocó esa columna con grabados en forma de lágrimas.

Turquia Estambul Cisterna Columnas Mosaico

Si te sientes un poco explorador, un Indiana Jones de andar por casa, tienes motivos para hacerlo. Como si de Machu Picchu se tratara, la cisterna estuvo abandonada durante dos siglos. Descubrir algo en el centro de una ciudad como Estambul parece imposible, pero Petrus Gyllius enviado por el rey Francisco I de Francia, haciendo caso a los comentarios de los vecinos que le contaron que conseguían agua, e incluso peces, de los cimientos de sus casas, lo hizo en 1545. Aunque, teniendo en cuenta que, una vez descubierta, se utilizó como vertedero…

Restauración y apertura turística

Una edificación como ésta ha tenido que ser restaurada muchas veces a lo largo de los siglos después de su descubrimiento. Dos en época otomana: a principios del siglo XVIII y entre finales del XIX y principios del XX; y una última reparación, en la década de 1980, se limpió a fondo –se sacaron 50.000 toneladas de barro–, ser renovó y se colocaron luces de colores, además de pasillos para los turistas y hasta un pequeño restaurante. El plan de limpieza fue elaborado por un grupo de submarinistas alemanes.

Turquia Estambul Cisterna Arriba

En la actualidad al espectáculo de luz se une una de sonido, pudiendo disfrutar de carpas nadando entre las columnas y hasta de un café en el que sentarse a tomar algo en la tranquilidad y el frescor –no olvidemos de que se trata de una construcción bajo tierra– que la Basílica Cisterna ofrecen en pleno centro de Estambul.

Más información
Web oficial: Yerebatan Sarnici
Dirección de la Basílica Cisterna: Yerebatan Cad. Alemdar Mah. 1/3 34410 Sultanahmet-Fatih. Justo frente a la explanada que separa Santa Sofía de la mezquita Azul.
Horarios: La Basílica Cisterna abre todos los días del año de 09.00 a 17.30 en invierno y hasta las 18.30 en verano. Los festivos religioso y el uno de enero abre a las 13.00.
Precio: 20.00 TL para extranjeros, unos 6,90 € más o menos.

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