Un teatro transformado en librería, El Ateneo Grand Splendid de Buenos Aires

Un teatro transformado en librería. La idea por si parece atractiva, ¿no? Pasad por el barrio de La Recoleta en Buenos Aires para admirar la Librería el Ateneo – Grand Spendid y os aseguro que la realidad superará con creces cualquier idea que os hayáis hecho.

Apasionados de la lectura y curiosos pasean entre las estanterías que ocupan el sitio de las que fueron las butacas de la platea, donde los espectadores disfrutaban de los espectáculos que tanto anhelaban ver. Turistas y porteños descansan acompañando la lectura con un café en el escenario que pisaron miles de actores, cantantes y bailarines, hoy transformado en cafetería. Los niños leen en un espacio dedicado a ellos y los mayores en todos los rincones que encuentran: desde las butacas de los palcos hasta el suelo de la antigua platea.

Una irresistible mezcla de belleza arquitectónica y una atmósfera única, creada por los lectores de hoy en día y la reminiscencia de artistas y espectadores del pasado. Abres los ojos y ves a lectores apasionados. Los cierras y admiras a un público atónito frente a un espectáculo de tango de Carlos Gardel. Un salto del siglo XXI a los años 20 en un abrir y cerrar de ojos. Sin duda, una de las cosas que ver en Buenos Aires.

El Grand Spendid abrió sus puertas en 1919 y enseguida se convirtió en uno de los focos de la cultura de la capital argentina: en él tuvieron lugar conciertos de ballet, ópera y hasta el estreno de la primera película sonora en Buenos Aires. Pero lo que más fama le dio fueron los conciertos de tango, editados y publicados bajo el sello Nacional Odeón, firma que aquí tenía su sede. Bajo este sello (hoy EMI) en 1920 empezó a grabar también Carlos Gardel. La sala en la que grababa aún existe, aunque no se puede visitar.

Algunos años antes, en 1912, había sido fundada, por un emigrante español, la editorial y librería El Ateneo, que en 1938 trasladó su sede a un edificio propiedad del mismo dueño del Grand Splendid: el emigrante austriaco y magnate del cine Max Glucksman. Fue este último quien, antes el declive del teatro y el éxito de El Ateneo, tuvo la original y exitosa idea de convertir su teatro en otra sede de la librería. Hoy El Ateneo es una cadena de librerías con más de 30 locales repartidos por Argentina, pero el Grand Splendid sigue siendo el más emblemático, el más rico en títulos –con más de 120.000 en stock– y, por supuesto, el más visitado, ¡con una impresionante media de ¡3.000 visitas al día!

Que un teatro haya dejado de funcionar puede parecer triste: a nosotros nos ha recordado el final poco feliz de muchos cines y teatros de la Gran Vía madrileña, transformados en más lucrativas tiendas de ropa. Pero si se trata de una librería, al fin y al cabo es cultura que ha dejado espacio a más cultura. Un espacio que desde luego los libros piden a voces en Buenos Aires. Paseando por la Recoleta nos ha asombrado la cantidad y tamaño de librerías de la zona, prueba del gran amor por la lectura de los porteños. Además, el proyecto de «conversión» del teatro-cine en librería se hizo con la idea de respetar, conservar y restaurar la construcción original. La distribución de las áreas del teatro –acceso, platea, palco, escenario, decoración ornamental…– se ha respetado completamente y las esculturas y el enorme fresco de la cúpula incluso se restauraron. Todos los sistemas de maniobra del escenario (elevación de telones, bambalinas, parrillas…) se recuperaron en el espacio ahora dedicado a la cafetería, donde los visitantes se convierten en protagonistas al pasar «detrás del telón».

La única pequeña modificación a la estructura original ha sido la creación de una apertura ovalada con una escalera mecánica para comunicar la planta baja-platea con la planta -1, la zona infantil o Ateneo Juniors. Aún así, armoniza completamente con el conjunto.

Un lugar único que no podéis dejar de visitar en Buenos Aires. Por cierto el periódico The Guardian lo situó segundo en el ranking de las librerías más destacables del mundo, superado sólo por la Boekhandel Selexyz Dominicanen en Maastricht, Holanda, que ocupa el lugar de una iglesia con 800 años de historia, habrá que visitarla porque también promete…