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Daintree Rainforest, Gran Barrera y Yongala, ¿quién da más? #koalatrip

Moverse por una selva o coger una avioneta no es algo que pueda hacer uno por su cuenta. El transporte público está bien pero, en Australia, no parece que exista mucho más allá de los autobuses que recorren cientos de kilómetros uniendo ciudades grandes –de hecho ahora mismo estamos en uno entre Cairns y Townsville–. Así que, si no tienes las «excursiones» contratadas al llegar, lo primero que hay que hacer es buscar una agencia, mejor varias para comparar, que hagan lo que buscas. Tampoco teníamos muy claro lo que buscábamos y las posibilidades son casi infinitas: más largas, más cortas, más divertidas –bañarse, disfrutar y ver poco–, más cultas –con centros de interpretación y ceremonias aborígenes–, más caras, más baratas…

Lo que teníamos claro es que queríamos ir al Daintree Rainforest, un bosque pluvial, vamos una selva tropical, cerca de Cairns, y sobrevolar la Gran Barrera. A partir de ahí la tarjeta de crédito comenzó a echar humo. Todo se puede pagar con tarjeta pero, en muchos casos, hay una comisión por hacerlo lo que complica decidir qué opción es mejor. Pagar con billetes suele ser la mejor opción. Otra «curiosidad» local es que los precios que acaban en .99 se redondean directamente –no lo hacen sólo en Nueva Zelanda–.

El caso es que el primer día de #koalatrip contratamos la excursión al Daintree Forest, el vuelo sobre la Gran Barrera de Coral –en avioneta, porque los helicópteros son prohibitivos– y un pase de Greyhound de Cairns a Byron Bay –puedes bajar y subir cuanto quieras en la ruta durante tres meses–. Los precios son los mismos en todos los sitios, al menos en los que preguntamos: mismo folleto, mismo precio. Con esas compras conseguimos dos noches gratis en el Caravella que se transforman en 40 AUD de descuento para cada uno en el precio total.

Australia-Daintree-Salto

El Daintree Rainforest (124 AUD cada uno) es lo que esperábamos encontrar en India, en el Ranthambore Park: una selva con árboles enormes que casi no dejan pasar el sol hasta la tierra. Y densa, tan densa que, fuera de los caminos preparados, parece imposible andar más de un par de metros sin quedar atrapado. Jim, nuestro guía, nos contó que es la selva tropical más antigua del planeta, de los días en que todo era Pangea. No vimos más animales que una enorme araña, pero el día mereció la pena porque la selva es espectacular.

Australia-Daintree-CruceroRio

Australia-Daintree-Selva

Australia-Daintree-Araña

Al día siguiente otro de los platos fuertes del viaje: sobrevolar la Gran Barrera de Coral (139 AUD cada uno, una hora de vuelo). En la avioneta cuatro pasajeros –nosotros y dos japoneses jóvenes– y dos pilotos. Dos pilotos porque íbamos con la becaria. Sí, el sitio es una escuela de vuelo. Es curioso ver al comandante hacerle fotos a la piloto con el móvil mientras está en el aire. Pasamos por el arrecife con forma de corazón, o eso nos dijeron porque mucha forma de corazón no le vimos. Por cierto, las fotos de twitter se subieron en riguroso directo, desde la avioneta, si el tipo hacía fotos con el móvil ¿por qué no íbamos a tuitearlo nosotros?

Australia-BarreraCoral-Avioneta

Australia-BarreraCoral-ArrecifeCorazon

Australia-Barrera Coral

Australia-Barrera Coral

Después de una aventura que contará Sara otro día, llegamos a Alva Beach. Sí, al principio dije que estábamos en un autobús de Cairns a Townsville pero es una larga historia saber cómo acabamos en el Yongala Dive.

Esta mañana teníamos el siguiente must del viaje: inmersión en el Yongala (249 AUD, por persona dos inmersiones). Un pecio con 101 años de historia que se encuentra entre las 10 mejores inmersiones del mundo. Todo estaba preparado: GoPro cargada, papel de aluminio alrededor (gracias Juanma), frontal, cuerda para no perderla… pero no contábamos con más de una hora de barco/lancha con olas de dos metros que colocaron nuestras cabezas y estómagos del revés y que, en uno de los baibenes encendió la cámara al darle al botón posiblemente la botella de agua. Resultado: a la hora de salar al agua estábamos mareados y la GoPro casi sin batería. Nuestra coordinación no era la mejor y, aunque lo intentamos en la primera inmersión, no hubo manera de grabar nada. Pensar que a la segunda lo conseguiríamos es equivocarse. Entre una y otra se pasa una hora en superficie. ¿Qué significa esto? Que se pasa una hora en en barco/lancha saltando entre las olas y haciendo que nos quisiéramos morir. Saltar al agua y estar genial es todo uno, porque se mueve menos, pero lo que nos costó volver a saltar al agua.

Hemos visto el pecio, obvio, y unas manta rayas gigantescas, bancos de peces de todos los colores y tamaños, peces solitarios de un tamaño más que considerable y debemos de ser los únicos que no se han dado cuenta de que tres tiburones toro paseaban por allí. Al no verles no les hemos molestado y ellos a nosotros tampoco. Casi mejor.

Si llegar hasta Alva Beach fue una aventura, regresar a Townsville ha sido bastante más sencillo. Una de las buceadoras, Jill, vive aquí y nos ha traído en su coche –le hemos asegurado antes que los coches no nos provocaban el mismo efecto que los barcos/lanchas–. Por el camino nos ha explicado que los miércoles salen a navegar para ver la puesta de sol desde el mar. Nos ha gustado la idea, sobre todo cuando ha dicho que es gratis, pero al llegar al puerto había mucha gente y no quedaban sitios libres… Después de lo mal que lo hemos pasado esta mañana casi mejor tumbarse en la cama que no se mueve que volver a montar en un barco, por muy tranquilo que nos ha asegurado que es.

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Comentarios

  • Lorena
    23 septiembre, 2015 a las 13:07

    Hola!!!
    Quiero hacer una escapada parecida a Cairns.
    ¿Recuerdas como se llamaban las empresas que contratasteis tanto el bosque como los vuelos?

    Gracias

    Responder
    • 25 septiembre, 2015 a las 20:42

      Hola Lorena y ¡bienvenida al blog!
      La verdad es que no te sabemos decir el nombre de la compañía… cuando llegamos a Cairms nos dimos una vuelta por la ciudad mirando las agencias y lo que ofrecía cada una y, al final, acabamos por reservarlo todo en el albergue porque nos hacían un descuento por estar allí, y todos los viajes eran prácticamente iguales. El vuelo sobre la Gran Barrera sólo lo hacían (2012) un par de compañías, la diferencia está en la cantidad de tiempo que quieras estar en el avioneta.

      Disfruta mucho de tu «escapada» 😉

      Responder
  • 6 noviembre, 2012 a las 14:31

    Gracias a vosotros por leernos y por el comentario 🙂

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  • Sole
    18 octubre, 2012 a las 13:56

    Jejeje, cuantas anécdotas tenéis para contar. Que mala suerte lo del barco y las olas. Nosotros estuvimos mas abajo haciendo buceo, en la zona de Airlie Beach y Hamilton Bech. Y en la zona de Townsville estuvimos por la Magnetic Island. Que fotos mas chulas del «corazón», nosotros no tuvimos la suerte de poder verle.
    Espero que sigáis dándonos envidia a todos.
    Besos

    Responder
    • 20 octubre, 2012 a las 13:41

      Es que llamar a eso «barco» es ser muy generoso. Cuando lo vimos, leyendo que el punto de inmersión estaba a menos de 30 minutos pensamos que podría ir bien, pero al montar ya dijeron que el océano estaba un poco picado y que tardaríamos casi una hora :-((
      Ayer pasamos por Airlie Beach y las Whitsunday Islands y antes de ayer (ya nos liamos con los días) por Magnetic Island abrazando a un koala 😉
      Nos hemos enterado de que el «verdadero» corazón está por la zona de Airlie Beach, que lo que vimos nosotros en Cairns es un sucedáneo… pero ya nos vale 🙂
      ¡Muchas gracias! Lo intentaremos 🙂

      Responder
  • 18 octubre, 2012 a las 11:40

    Envidia cochina me estáis dando!!! Ayer me enteré que un amigo mio, el que se vino a hacer el transmongoliano el año pasado con nosotros… se va a vivir a Australia para finales del 2013!!! Así que espero que en el 2014 pueda ver esto con mis propios ojos… bueno, la araña no…

    Un abrazo a los dos!!

    Responder
    • 20 octubre, 2012 a las 13:38

      De eso se trata, ¿no? de dar envidia cochina jajaja que a nosotros nos la dais todos también 😉
      No está nada mal lo de tener un contacto aquí. Al menos las noches que pases en su casa te saldrán baratas… todo lo demás 🙁 hay que contratar excursiones para ir a casi todas partes y aquí, por menos de 100-150$ australianos, es que ni te miran a la cara 😮
      Las arañas las puedes ir «ignorando» 😉

      Responder
  • 18 octubre, 2012 a las 04:37

    Ya veo que la aventura Australiana ha comenzado y no os faltan las anécdotas que contar. Yo si que si veo a esos tiburones «saltocontigo» directamente a la lancha. ….jeje. A pasarlo bien se ha dicho!!

    Responder
    • 20 octubre, 2012 a las 13:36

      ¡Hola Rosa!
      Pues sí, cada día pasan cosas que contar 🙂 Lo de los tiburones… no lo tenemos claro: nos habría gustado verlos, ya que estaban, pero tampoco nos habría gustado mucho saber que estaban ahí mientras estábamos también nosotros, que todavía buceamos como patos mareados, no necesitamos más «dificultades» 😉

      Responder