Domingo 04/01/2009 (1)
Hoy toca misa y Metropolitan.
Gospel, hay varias opciones, al final nos acercamos a la Abysiniam y hay una cola que da la vuelta a la manzana. Y aquí, aunque esto sea Harlem, las manzanas siguen siendo muy grandes. Cuando llevamos unos 10 minutos en la cola llega una informando de que ya no hay sitio para el oficio de las nueve (son las 9:40) y que el siguiente será a las once. Esperar más de una hora aquí, sin saber si todos los turistas que hay esperando podrán entrar nos parece excesivo.
Vamos a buscar otra. Por el camino llamamos a la empresa de autobuses para confirmar que tienen que venir a recogernos mañana para llevarnos al aeropuerto. Nos acercamos a la de Canaan y finalmente entramos en la de Mont Moria. No hay que pagar por oír la misa, hay que hacer una donación de 3 $ por persona. Pero se encarga de dejarnos claro que no es pagar, y que si no tienes los 3 $ puedes entrar gratis. Esperamos desde las 10:15 hasta las once que es cuando empieza el servicio. Pero aquí no hacen más que entrar turistas y ningún parroquiano. A las 11:20 todavía no hay servicio, no parece muy puntual, ni el coro ha llegado.
Somos más turistas que feligreses, lo que hace que la misa pierda parte de la gracia. Además hace casi más frío dentro de la iglesia que fuera. Ya podían estirarse un poco y poner calefacción con todo el dinero de “donaciones” que se llevan. Aunque si la iglesia está cayéndose a trozos no parece que la calefacción sea su mayor prioridad. Después de casi una hora salmos de allí. No ha estado mal. El coro es muy bueno y ha habido canciones estupendas, pero que seamos más de 40 turistas y menos de 15 feligreses hace que sea un poco fría la misa. Nosotros no damos palmas y cantamos…
Buscamos otra. Volvemos a Canaan, pero está cerrada. Parece que el domingo sólo tienen enseñanza (Sunday School). Decidimos ir a la Abyssinian a ver si en el oficio de las 11 sí que es posible entrar ahora. Por el camino oímos gospel saliendo de otra iglesia y vemos a dos chicas que entran y que nos invitan a seguirlas. La iglesia está casi vacía. Son menos de 10 y son todo mujeres, incluida la ¿pastora?. Esto es auténtico porque, a pesar de ser pocas, son todas feligresas. Pero es demasiado poco y nos da algo de palo, sobre todo a mí, que parece que es una misa sólo para mujeres. El barrio está lleno de iglesias baptistas y poco después encontramos otra de la que salen canciones.
En ésta nos ponen en el piso de arriba mientras que el de abajo es para la congregación. Cuando entramos todo el mundo esta cantando y bailando y parece mucho más animada que en la que hemos estado. Eso sí, el coro es bastante peor. Pero el pastor es todo emoción y nos recuerda a James Brown en “Blues Brothers”. También es un punto a su favor el detalle de que aquí sí que hay calefacción.
Ya casi a la una y media salimos de ésta segunda iglesia. Vamos a ver la Abyssinian aunque suponemos que ya habrá acabado. Es curioso que aquí los parroquianos van llegando, entrando y saliendo, todo el tiempo. Parece que la misa ya está acabada pero, de pronto, entran tres o cuatro nuevos, lo que nos hace pensar que todavía falta para que acabe. El caso es que la Abyssian sí que ha acabado para cuando llegamos.
La entrada del Metropolitan incluye la visita a “The Cloisters” y los jardines, que están en Harlem. Llegar hasta allí nos va a llevar un rato, porque, a pesar de estar en el mismo barrio el metro no tiene una buena conexión. El Metropolitan cierra a las cinco y media hoy y tiene un montón de cosas que ver (mientras esperábamos en la iglesia que empezara el oficio hemos hecho una selección de lo que queremos ver). Echando cuentas llegamos a la conclusión de que todo no se puede. Claustros hemos vistos muchos en Europa, así que salimos directos para el Metropolitan.
Llegamos un poco después de las dos. Primero hemos ido a la puerta del Guggemhein a hacer una foto. El otro día con la que estaba cayendo ni la hicimos. También compramos un par de perritos calientes en un puesto callejero. Estamos recuperando las costumbres viajeras y no habíamos comido nada desde el brunch en Pastis de ayer.