Viernes 14/11/2008 (1)
El muecín ha llamado a la oración por lo menos una vez que hayamos oído, pero eso nos ha mantenido despiertos un minuto máximo y a seguir durmiendo. Vamos a por la ducha. todo el baño es el plato de ducha con un gran sumidero en el centro. Después habrá que buscar al de recepción a ver si al final hacen algún tour y a donde.
La salida del retrete parece que está mal, conectada con otro sumidero que hay en la habitación… y se sale por ahí. Vamos a preguntar por el tour bastante enfadados con la situación, la habitación está hecha un asco después de la ducha, y no sólo hay agua. El de la recepción está durmiendo en la misma puerta, hay otros dos japoneses que también quieren salir pero no se acaban de decidir a despertarle y la puerta está cerrada con llave. Le despiertan, si no ya íbamos nosotros. Después de un par de minutos hasta que se medio entera de lo que le estamos diciendo nos dice que no hay tour, que no hay nadie más. Esto nos cabrea bastante porque ya ayer pensábamos que si no había nadie lo que nos ha hecho es perder el tiempo, además de que la habitación nos tiene calentitos. Le decimos que el baño está estropeado, pero sigue más para allá que para acá, más dormido que otra cosa.
Volvemos a la habitación a recoger las mochilas y nos iremos al Al-Haramein, ayer nos dijeron que hoy tendrían sitio. De hecho, el del hotel cuando le dijimos que estábamos en Al-Rabie nos dijo que si lo que queríamos era probar, que al día siguiente nos vería por allí. Le decimos que el retrete se sale por la habitación, se queda parada mirándonos y nos pregunta si entonces queremos pagar. Pues la verdad es que no, pero suponemos que es lo que hay que hacer antes de irse. Intentamos pagar con tarjeta y nos dice que hay una comisión del 10% pagando con tarjeta. Esto nos acaba de cabrear: le decimos que no está escrito en ningún sitio, que todo está lleno de pegatinas de visa y de master card, pero en ningún sitio pone que haya comisión, que la habitación está hecha un asco y que lo del tour ha sido un timo, que ya sabía desde ayer que no iba a haber…Le pagamos en metálico y salimos de allí, nada recomendable. Nuestra experiencia no fue nada buena a pesar de que está muy bien considerado en las guías y foros de viajes.
En el Al-Haramein tienen habitación pero no se vaciará hasta las doce, así que dejamos los symbios en recepción y nos vamos a Palmira. El de recepción (éste sí está despierto) nos escribe el nombre de la estación de autobuses a la que tenemos que ir y nos dice que 100 LS será un buen precio para que nos lleve un taxi. Vamos a por un taxi de 100 LS. Esto confirma que el taxista de ayer hizo un buen negocio con nosotros.
Lo conseguimos a la tercera. El taxista nos lleva a la estación y cuando le preguntamos si sabe cuál es el que va a Palmira, aparca y entra con nosotros para ayudarnos a conseguir el billete. Nos lleva a la mejor compañía según él, pero falta más de una hora para que salga el siguiente, le decimos que queremos salir cuanto antes y que tampoco hace falta que el autobús sea una maravilla. Nos dice que todos son buenos y cuestan más o menos lo mismo. Decidido salir cuanto antes. Vamos a las dársenas de salida y nos señala uno. Nos pide los pasaportes para rellenar el registro y se va con el de la compañía del autobús subiendo por una escalera…
Aquí estamos, en mitad de una estación de autobuses de Damasco solos y sin pasaportes. Empiezo a pensar que el taxista nos ha apuntado su teléfono en un papel para cuando volvamos a Damasco, pero no me da seguridad tener un teléfono en lugar del pasaporte, que nuestro vuelo de vuelta sale de Jordania, ni siquiera estamos en el país adecuado para no tener pasaporte (si es que hay alguno adecuado). Después de poco menos de cinco minutos, que se nos han hecho bastante largos la verdad, vuelve con nuestros pasaportes y nuestros billetes. Serán 200 LS por cabeza a Palmira.
Somos los únicos occidentales del autobús, éste sí es un autobús de verdad. Está lleno de seguridad: un papel con el listado de los pasajeros, un militar que sube a confirmar el número de pasajeros y que son los que pone en el listado,… El camino a Palmira sigue luego hasta Irak, así que pensamos que es posible que vaya para allá y por eso tanto control. Nos han dicho que Palmira no es la última parada.
En el autobús va el conductor y una especie de azafato. Ha repartido bolsas para vomitar (sí, una por cabeza) y vasos de plástico que iba llenando con agua fría a petición. El agua era de grifo y ha dejado un poso de arenilla en el fondo del vaso bastante considerable. En dos horas y media llegamos a Palmira. Nada más bajar se nos ofrece un taxista para recorrer las ruinas. Nos pide 1.000 LS por el coche completo y le decimos que no. Baja a 400 LS por cabeza (800 el coche). Seguimos andando porque tampoco nos parece necesario coger un taxi. Viene tras nosotros y nos dice que en cinco minutos llega otro autobús a la otra estación de Palmira y que hay otros dos turistas. Si compartimos el taxi con ellos nos lo deja en 200 LS por cabeza, el precio por el coche completo se mantiene. Le decimos que vale, así que montamos y nos lleva a la otra estación.
Cuando llegamos poco menos que le echan de allí los taxistas que están en esa estación. Además, los dos turistas ya han cogido otro taxi. Vamos solos. Quiere más dinero porque dice que el precio era para cuatro. Le decimos que no es nuestro problema que se le hayan adelantado y que si nos va a cobrar más nos deje otra vez en la estación y ya vamos nosotros andando. Al final quedamos en que quita la visita al castillo, en lo alto de una loma, de la excursión y que mantiene el precio. No vamos a pagar más de 400 LS, 200 por cabeza. Acepta y nos deja en el interior de las ruinas, frente al templo de Bel.
Un pedazo de edificio construido en el año 32 d.C. y en el que se adoraban a varias divinidades, sobre todo a Baal, cuyo nombre se pronuncia Bel en el dialecto de Palmira. Se transformó en iglesia bizantina, posteriormente en mezquita y finalmente se convirtió en fortaleza árabe, de manera que se mantuvo en uso hasta la Edad Media. La entrada cuesta 150 LS y descubrimos que aquí sí que hay un montón de turismo interior, hay gran cantidad de sirios visitando el templo. Sobre todo chicas, hoy es viernes, día festivo para los países árabes y no hay colegio, algunas incluso nos saludan en inglés, y van vestidas con vaqueros y camisetas, con el pelo sin recoger ni tapar.
Y hasta aquí puedo leer, mañana más.