En Nueva Zelanda hay un volcán de cono casi perfecto que no siempre se incluye –¡craso error!– en las rutas por el país. Hablamos del Monte Taranaki, Taranaki Maunga. Bueno, ese es su nombre maorí, los ingleses lo llamaron Mount Egmont, de ahí que el parque nacional en el que se encuentra sea el Egmont National Park.

Desde que vimos en Google Maps ese círculo de terreno “sobresaliendo” de la costa occidental de la Isla Norte de Nueva Zelanda, con su pico nevado en el centro y esa vegetación exuberante –o eso parecía, por la intensidad del verde–, decidimos que teníamos que ir a verlo. Y allá que fuimos.
Así empezó nuestro idilio, bueno, más bien nuestra historia de amor-odio, por ese estratovolcán –palabra culta para “volcán cónico de gran altura”– tan perfecto. Lo del amor está claro, no podía ser más bonito. Lo del odio pues… es porque puede ser muy “tímido”. Las nubes le quieren y no siempre se deja ver. Nosotros nos lo encontramos totalmente cubierto y casi nos rendimos y nos fuimos. Pero, por suerte, “nos llamó de vuelta”. Estuvimos dos días recorriendo todos los miradores del Monte Taranaki y alucinando un poco más en cada uno. Al final ¡casi nos cansamos de tanta belleza! Lo bueno es que con la experiencia podemos decirte desde dónde verlo y desde dónde sacar las mejores fotos del Taranaki.
1. Nuestro primer mirador del Monte Taranaki: la carretera 3
La parada anterior de nuestro viaje por Nueva Zelanda era Whanganui. La ciudad y su entorno nos habían, inesperadamente, conquistado y nos íbamos casi tristes por no quedarnos más. Pero, al mismo tiempo, ansiosos por ver, al fin, el Taranaki. Cogimos la carretera 3, State Highway 3, en dirección a New Plymouth y mucho antes de lo esperado hizo su aparición. Al final de la carretera veíamos, por primera vez, ese volcán de forma cónica con pico nevado.

¿Sabías que…?
Según una leyenda maorí, hubo una gran lucha entre volcanes, entre ellos Tongariro y Taranaki, para conquistar a “la volcán” Pihanga. Tongariro resultó ganador, desterrando a los rivales. Taranaki tuvo que retirarse hacia el oeste y, en su huída, dibujó una gran herida en el suelo. Esa herida se llenó de agua y así se formó el río Whanganui.
En su nueva “casa”, Taranaki encontró un nuevo amor: Pouākai. Pero, en los días nublados, sin que le vean, Taranaki sigue llorando en dirección al centro de la Isla Norte, donde se encuentra Pihanga…
2. La vista más cercana al volcán: Mount Egmont viewing platform
La vista más cercana al Monte Taranaki llegando en coche es la que tendrás desde la Mount Egmont viewing platform, en pleno Egmont National Park. Justo al lado hay un aparcamiento, con baño incluido y donde también podrás pasar la noche si vas en camper. Las vistas al amanecer, sobre todo si hay mar de nubes cubriendo Stratford y alrededores, son alucinantes.

Si no vas en autocaravana sino en coche como nosotros, te aconsejamos dormir en la Stratford Mountain House, a solo 6 minutos, para ver el amanecer. Si, además, hay luna nueva como cuando fuimos nosotros, el cielo estrellado te enamorará.

Si hay niebla en Stratford, no desesperes, podrías encontrar la cima despejada. Decimos “podrías” porque la primera vez que fuimos había niebla abajo… y arriba. Desde la plataforma no se veía absolutamente nada. Era nuestro primer mirador y estuvimos a punto de abandonar e irnos. Por suerte volvimos y al atardecer y al amanecer del día siguiente las cosas cambiaron, y mucho. Al amanecer las nubes cubrían por completo Stratford, pero la cima estaba despejadísima.
3. La foto del Taranaki y el verde que lo rodea desde la carretera más cercana
Desde la carretera 3 hay buenas vistas, pero mejores aún son las de la carretera que rodea el volcán desde más cerca y que va cambiando de nombre: Opunake Road, Wiremu Road y Carrington Road. En este caso también, si desde algún ángulo hay nubes y el volcán no aparece, no desesperes. Continúa, puede que salgas de la “panza de burro” y veas el Monte Taranaki en todo su esplendor, rodeado de prados verdes y ganado. Una postal más neozelandesa, imposible.

4. El faro del Cabo Egmont con el volcán al fondo
Otra de las vistas más bonitas del Taranaki se tiene desde el faro del Cabo Egmont. O eso leímos. Es el único mirador desde que no conseguimos ver el volcán, por culpa de las nubes. Pero ahí está.

5. La vista del Taranaki desde el Lago Mangamahoe
Nos vamos hacia New Plymouth, pero sin dejar de parar antes en sus afueras, en el Lago Mangamahoe. Desde el aparcamiento –al que se llega haciendo un tramo de 1,5 kilómetros sin asfaltar–, sale un pequeño sendero que lleva hasta el mirador en menos de diez minutos. El lago y el bosque que lo rodean en primer plano y, al fondo, el Monte Taranaki. Allí también tuvimos que esperar un rato a que despejara para verlo… Se hace querer.

6. El puente de los poetas del Parque Pukekura en New Plymouth con el volcán al fondo
Una de las cosas que no deja de sorprendernos de Nueva Zelanda son sus enormes parques urbanos. En New Plymouth, la mayor ciudad de la región de Taranaki, hay uno que es una maravilla: el Parque Pukekura. 52 hectáreas que incluyen uno de los jardines botánicos más importantes de Nueva Zelanda, un invernadero, cuatro pequeños lagos… Junto a uno de estos, hay una cafetería, Tea House on the Lake, frente a la que hay una vista preciosa del Poets Bridge, un puente rojo que cruza el lago, con el pico del Taranaki al fondo. ¡Seguro que ha inspirado a unos cuantos poetas!

7. El cono del volcán Taranaki enmarcado en el Puente Te Rewa Rewa
Seguimos en la ciudad de New Plymouth para irnos a… ¡otro puente! Hablamos del Puente Te Rewa Rewa. Es peatonal, así que podrás cruzarlo y hacer fotos sin problema. El puente está construido para enmarcar a la perfección el cono del Taranaki. Seguramente sea la postal más famosa de New Plymouth. ¡No puedes perdértela! Además, junto al puente hay un lago con mesas, perfecto para un pícnic. Y sí, ¡desde el lago también hay vistas al volcán!

8. El mirador del Strathmore Saddle en la carretera del mundo perdido
Recorrer la llamada “carretera del mundo perdido”, la carretera número 43 que une Stratford con Taumaranui, es una experiencia en sí y no nos vamos a detener a contarla aquí. Pero sí vamos a hablar de la primera parada, a solo 20 minutos en coche, unos 20 km, de Stratford. Hablamos del mirador del Strathmore Saddle, en lo alto del collado de Strathmore. En primer plano, los típicos campos verdes neozelandeses y, al fondo, el Taranaki. Bueno, si tienes suerte. En nuestro primer paso por el mirador, el Taranaki estaba completamente cubierto por las nubes, y eso que hacía sol.

Este mirador fue el que cambió todo en nuestra relación con el volcán. A punto de acabar la carretera del mundo perdido, decidimos darle otra oportunidad al Taranaki y volver hasta él, unos 70 kilómetros atrás, intentando llegar antes de la puesta de sol. Lo conseguimos y allí estaba, en toda su majestuosidad. El señor volcán, por fin descubierto con las últimas luces del día. Podríamos habernos quedado allí a disfrutarlo, pero corrimos hacia el Mount Egmont viewing platform para verlo poco después del atardecer. ¡Pura magia!
9. Nuestra despedida al Mount Egmont: el mirador de las Tres Hermanas
El último mirador del Taranaki del que disfrutamos es también el más lejano, a unos 100 kilómetros. De hecho, aquí no se viene a ver el volcán, sino a las rocas “hermanas” que, desde el 2003, son dos, aunque el mirador siga llamándose de las “Tres Hermanas”, Three Sisters. Bueno, se viene a ver a las hermanas y al vecino “elefante”, la Elephant Rock –que perdió su trompa en 2016–. Las dos rocas de unos 25 metros de altura que emergen del océano son un espectáculo en sí. Pero, además, en los días claros, al fondo, en pequeñito, aparece el Taranaki, la guinda del pastel de la postal perfecta.

¿Sabías que…?
A principios del siglo XX, había cuatro “hermanas”, pero el mar se las está llevando a todas… ¡Date prisa!
10. El mejor mirador del Taranaki, con su reflejo en el agua: el Pouakai Tarn
Hemos dejado por último la que seguramente sea la mejor vista del Taranaki porque… ¡no fuimos! ¿Cómo que no fuimos? ¿Tantos miradores y no vimos el mejor? Hay una explicación. Para llegar hasta él hay que hacer una caminata de unas dos horas y media cuesta arriba. Y, con el tiempo cambiante que había… como para llegar y que estuviera cubierto. ¿Cuál es ese mirador? El Pouakai Circuit Reflective Tarn. Desde el lago de montaña –tarn– hay un reflejo casi perfecto del volcán.
Se puede llegar con dos circuitos: el Pouakai Circuit dejando el coche en el aparcamiento de Kaiauai –más largo pero con menos pendiente– o el Mangorei Track, dejándolo en el aparcamiento de la Mangorei Road. Te lo ponemos todo en el mapa.
Mapa con los miradores del Monte Taranaki
Aquí tienes el mapa con todos los miradores del Mount Egmont y, en su caso, los aparcamientos para llegar.
Dónde dormir y dónde comer cerca del Monte Taranaki
Para dormir te aconsejamos muchísimo la Stratford Mountain House, tiene unas habitaciones muy monas y muy cómodas, el personal es majísimo y está en pleno parque natural, a solo 6 minutos en coche de la Mount Egmont viewing platform. Ideal para ir a ver el amanecer en ese sitio tan increíble. Además, si hay luna nueva, disfrutarás de un cielo estrellado espectacular.

Para comer algo rápido cerca del Monte Taranaki, te aconsejamos las pies de The Baking Company en Stratford y el fish & chips de Lobster Pot Takeaways en New Plymouth. Nos encantaron los dos sitios. El fish & chips nos lo llevamos hasta el parque junto al Puente Te Rewa Rewa donde hay zona de pícnic, ¡muy recomendable!
Y ya está, ya lo sabes todo para disfrutar al máximo de ese cono tan especial.