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10 momentazos embarazosos de blogueros de viajes

Ha acabado la primera temporada de nuestro podcast de viajes Patosos por el mundo. Un podcast en el que nuestros invitados, grandes viajeros y blogueros, nos han hablado del lado menos glamuroso de sus viajes. Esas anécdotas “tierra trágame” que hemos rebautizado como “momentos patosos”. Sí, esas que hacen los viajes más entretenidos…

Patosos Por El Mundo Marrakech Sara Mapa

¿Es divertido ser patoso por el mundo? Según Ignacio, uno de nuestros invitados, en el momento en que lo cuentas sí, pero cuando te pasa piensas “Pero ¡otra vez! Pero ¡será posible! Pero, ¿por qué toda la gente hace las cosas bien y yo estoy aquí otra vez tirado en el suelo como una rata?”. Hayas o no hayas pensado eso en alguno de tus viajes, si quieres echarte unas risas escuchando a otros que sí lo han hecho, pásate por Patosos por el mundo. ¡La diversión está asegurada!

Aquí tienes 10 aperitivos de momentos patosos que nos han contado nuestros invitados. En cada programa hay 4 como mínimo y son 16 programas hasta la fecha. Así que te esperan muchos más. Que no se nos enfaden los demás invitados: todos los momentos patosos son muy buenos y ha sido muy difícil escoger.

Hemos colocado cada programa en el momento en que comienza el «momento patoso» en cuestión, pero no dejes de oír el resto para reírte un poco más. Y, si quieres oírlos todos, date una vuelta por la página de Patosos por el mundo.

Asesinato en Iguazú con Miguel de Diario de un mentiroso

Un hostel cutre en Iguazú. Un dueño con cara de pocos amigos y ataviado con una camiseta interior roñosa. Cuatro pastores alemanes en recepción. Y Miguel con su novia gritando “muere, hija de puta, muere”. Grito seguido de un estruendo en una habitación con una almohada llena de sangre. No es lo que piensas, hay una tarántula de por medio… Pero el dueño del hostel y los pastores alemanes no lo sabían. Y estuvo a punto de liarse muy gorda.

Eso sí, “Estas historias curten”, como dice Miguel de Diario de un mentiroso.

Apretón con público en Indonesia de Adri de Mola viajar

Indonesia. Un viajecito en barco en las Islas Gili. “Qué bonito todo, qué agua azul”. Y luego… primer aviso, segundo aviso y un apretón. No hay otra, Adri tiene que saltar al agua “a darle de comer a las tortugas”. Mientras su novia Gosi coge la cámara y le graba, que no se puede dejar pasar ese momentazo. En resumen “Un barco en Indonesia en medio de la nada, ocho personas partiéndose el culo de ti y tú teniendo que cagar”. A él no le hacía tanta gracia como al resto de turistas en el barco…

“Fue el momento más vergonzoso de mi vida” según Adri de Mola Viajar.

Perdidos en la selva malaya con Rubén y Lucía de Algo que recordar

Parque Nacional Taman Negara, Malasia. Rubén y Lucía deciden hacer una ruta de senderismo. Nadie sabe que están ahí. Todo bien hasta que llegan a un cartel que pone “A partir de aquí, deberías ir con guía”. “¿Y Lucy qué dijo? ¡Seguimos!”. Siguen andando y “se empieza a complicar el camino cosa mala”. Lluvia, señales perdidas, sanguijuelas, una noche no planeada en la selva, duermevela en los árboles con sueños de supervivencia, unas luciérnagas que parecen anunciar el más allá…

“Es el momento en que más cerca hemos estado de la muerte” nos dice Rubén de Algo que recordar.

Hundirse (literalmente) en la playa en Nueva Zelanda, con Ignacio de Crónicas de una cámara

Un sueño cumplido: un viaje a Nueva Zelanda en furgoneta. En furgoneta es como llega Ignacio a la idílica playa de las Noventa Millas. Pero hay un problemilla: se hunde en la arena y la técnica de la “raqueta-pala” no funciona. Aún así, Ignacio consigue que le saquen justo antes de que la marea se lo trague. Llega a la carretera pero… vuelca, se choca con una valla de ganado y se queda colgado por el cinturón de seguridad. Sobrevive por segunda vez, pero la furgoneta no. Y solo era su primer día de viaje. El segundo sería una peregrinación de desguace en desguace, eso sí, con final feliz.

“Una historia que fue un cúmulo de desgracias” según Ignacio de Crónicas de una cámara.

Cuando vas a la playa caribeña y acabas… en otra parte de Venezuela con Diana de Fun travel Ven

La idílica isla Margarita, en el Caribe venezolano. Eso le espera a Diana. Se sube al avión en Caracas y se duerme plácidamente pensando en los días que le esperan con sus amigos haciendo windsurf. Al rato, se despierta y mira por la ventanilla, “voy a ver el maravilloso Caribe, esos tonos azules…” piensa. Pero lo único que ve es “un montón de tepuyes”. Estaba sobrevolando el Parque Nacional Canaima, en la selva, al otro extremo de Venezuela. Con “chanclas, gafas de sol y un sombrero de instagramer”. La auxiliar de vuelo coge su tarjeta y le dice “¿Qué haces tú aquí?”. “Lo mismo me pregunto yo” es la respuesta de Diana.

Cuando a Diana de Fun Travel Ven le preguntan si ha perdido alguna vez un vuelo en su vida, contesta: “Yo no he perdido un vuelo, pero sí me confundí de vuelo”.

De un Victoria’s Secret a un hospital en Miami… con Ceci de Ceci de viaje

Un viaje de prensa alargado para pasar un aniversario romántico en Miami. Un mal restaurante que provoca un problemilla de estómago. Una visita a un centro comercial porque, según Ceci, “los argentinos con el shopping en Miami tienen una relación ancestral”. En la cola de la caja de un Victoria’s Secret, empieza a sentirse mal. Casi se desmaya, se sienta en el suelo y hasta aparece una señora que intenta quitarle sus males a base de exorcismos e invocaciones a Jesucristo. Aunque lo peor es cuando la llevan al hospital en camilla y quieren cobrarle 7.500 $.

Una aventura “tragicómica” según Ceci de Ceci de Viaje.

Allanando casas chinas con Vero de Sin mapa

Una superoferta para volar a Shanghai y una amiga que te invita a su casa. “Hasta ahí todo iba fantástico”. Al llegar a Shanghai empiezan los problemas para Vero. Una elección de ropa nada acertada –sandalias y shorts con -2ºC–, un taxista que se duerme conduciendo, la amiga trabajando mientras ella tiene que ir a su casa, una “pequeña confusión” entre bloque A y bloque B y un allanamiento involuntario. “Esa no es mi casa, sal de ahí ya”. “Estuve como una hora en una casa de un ser, estuve tomando su agua, yendo a su baño, fumando un cigarro en su balcón y a todo esto no sabemos todavía quién era la persona”.

“Una anécdota de estas para demostrar que a veces una es patosa pero el universo también te lo pone muy en bandeja, como que te ayuda para que la líes parda”, según Vero de Sin Mapa.

El viaje apestoso en Bolivia de Pablo de Aprendizaje viajero

Un viaje de Cochabamba a Villa Tunari, en Bolivia. Unas cuatro horas en “un autobús de esos antiguos de las películas de los ‘70”. Apretados, con calor, sin aire acondicionado y con pasajeros con gallinas vivas y todo tipo de alimentos. Entre ellos, una cholita con una bolsa de chuño, una especie de patata deshidratada en formato líquido de olor “muy muy muy muy muy fuerte”, se sienta al lado de Pablo. Una bolsa enorme, de unos 60 litros, de “plastiquete malo”. La cholita tiene la mala idea de dejarla encima de donde está sentado Pablo, con sus 2 metros de altura. “Todo lo que tengo de grande lo tengo de patoso”. Sí, lo has adivinado, se le cae encima. “Un olor asqueroso que tengo todavía grabado”.

“Cada vez que lo recuerdo se me pone la piel de gallina” dice Pablo de Aprendizaje Viajero.

Pelea en un encuentro de abrazos en la India con Carmen de Trajinando por el mundo

Calcuta. Llega de visita Amma, la santona de India famosa por sus abrazos amorosos. La gente, entre ellos un amigo de Carmen, hace colas larguísimas para recibirlos. Ella acompaña a su amigo, pero decide esperarle fuera de la carpa de Amma. “Tardaba un montón, tardaba un montón, tardaba un montón”. Ir a ver en qué punto de la cola estaba y cuánto le quedaba para salir parecía buena idea hasta que recibió un empujón de alguien del séquito de Amma. Después llegan un llanto y más empujones… Abrazos amorosos sí, pero séquito violento también.

“Total, que terminé en una convención de abrazos dándome de leches con diez personas y me echaron a empujones” es el resumen de la anécdota de Carmen de Trajinando por el mundo.

La pesca de arrastre más asquerosa en Senegal de Antonio de Historias de nuestro planeta

Sur de Senegal. Antonio está decidido a visitar una isla en el río Casamance. Encuentra a unos pescadores dispuestos a llevarlo en piragua. ¿El inconveniente? “Tenía una fiesta estomacal bastante divertida”. Empieza a palidecer y los pescadores le dan la solución ideal: beber agua del río. “Yo tengo que ir al baño”. “Aquí lo que hacemos es que sacas el culo por la borda, te apoyas como puedas y haces tus cosas”. Empieza el show tipo Circo del sol intentando que la piragua no vuelque. ¿Lo mejor? Se queda feliz y ellos aún más. Estaba atrayendo a los peces… “Estaban encantados con mi fiesta estomacal, yo esperando que acabara y ellos que no acabase”.

“Hay que relativizar esto del bochorno” según Antonio de Historias de nuestro planeta.

Nada mal como aperitivos patosos, ¿no?

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Comentarios

  • 27 mayo, 2022 a las 06:51

    Una entrada curiosa jeje y me ha sacado alguna sonrisa

    Responder
    • 27 mayo, 2022 a las 10:15

      ¡Hola, David! Muchas gracias, si te hemos sacado alguna sonrisa, ¡hemos cumplido! Si quieres saber más sobre las historias, están en el podcast Patosos por el mundo, ya sabes. ¡Un saludo!

      Responder