Una vez visitado el centro de Évora salimos hacia Monsaraz. El pueblo, situado a orillas del Guadiana, no ha crecido para salirse de la muralla y, a día de hoy, sigue estando todo en su interior. La entrada principal en el pueblo es la Porta da Vila. La muralla fue reforzada durante la época de la Guerra de la Restauración de 1.640.
Las estrechas «calles» empedradas recorren el pueblo con facilidad mostrando la arquitectura blanca como en toda la zona. En la plaza vieja se alza la Iglesia de la Misericordia de 1.525.
El fuerte de la Orden de Cristo a la que fue entregada la ciudad en 1.319 después de la caída en desgracia de la Orden del Temple de Jerusalén que fue quien la «rescató» del dominio musulmán en 1.167, se utiliza hoy en día como plaza de toros.
Contrasta el gris de la piedra de la muralla con el blanco de las construcciones interiores.
Desde allí a Viana do Alentejo, otra pequeña población amurallada con una preciosa iglesia dentro de la muralla.