Después de comer y de volver a Baixa. Hicimos otro intento de subir al castelo. Primero de vuelta a la praça do Restauradores hacia la praça Dom Pedro IV.
Esta vez en lugar del coger el tranvía 28 cogimos un autobús directo (creo recordar que el 73). La zona del castelo está plagada de calles estrechas y empinadas cuestas.
El Castelo de São Jorge, conocido antiguamente como Castelo Dos Mouros por su origen árabe, se asienta en la más alta de las colinas que rodean el centro histórico de Lisboa. Fue conquistado por las fuerzas de Alfonso I de Portugal auxiliados por los cruzados normandos, flamencos, alemanes e ingleses en 1.147. Una vez bajo posesión cristiana se colocó bajo la invocación del San Jorge. En la entrada, en una pequeña ventana, un caballero entretenía su tiempo mirando por la ventana.
Bajamos de nuevo hacia el centro para coger de nuevo el tranvía 28 hacia el Cemitério dos Prazeres.
Cuando llegamos ya estaba cerrado (cierra a las 17), así que sólo pudimos asomarnos a su reja. Fue creado en 1833 durante una epidemia de cólera que asoló la ciudad. Su fama se debe a su «Rincón de los Artistas» donde se encuentran las tumbas de actores, pintores, cantantes, escritores, etc.
Y desde aquí de nuevo 28 hacia el centro para coger el autobús camino del aeropuerto. Un día bien aprovechado.