Sábado 8/11/2008
Iberia-Royal Jordanian parece que no están por la labor de que nos vayamos de vacaciones. Llegamos al mostrador de facturación con dos horas de antelación y lo que nos dicen es que el vuelo está retrasado. Pero retrasado a lo bruto, vamos, que todavía no ha salido de Jordania, Amán, siquiera. Si queremos podemos facturar ya las mochilas o llevárnoslas. Por llevárnoslas puede ser a un hotel, Iberia-Royal Jordanian llevan a todo el pasaje a un hotel a comer y a esperar. En principio la salida estaba prevista a las 16:20 pero por lo que nos han dicho en el mostrador piensan que será más próximo a las 23:00 que otra cosa.
El hotel al que nos llevan está muy bien, el Suites Kris Aeropuerto. Así que, después de la comida de bufé libre que aprovechamos a conciencia que para algo está incluido, nos dan una suite a cada uno (bueno, a cada pareja). Aprovechamos para dormir un poco y escribir un correo al hotel de Amán, porque nos iban a ir a buscar también al aeropuerto para que no estén allí siete horas esperándonos.
A las 20:30 nos llaman porque va a salir el autobús para el aeropuerto, a la T4. En internet la hora prevista de salida ahora mismo es 22:30, aunque hace un rato ponía 21:30. El autobús cuando llegamos ya está lleno y no cabemos. Tienen otra furgoneta delante pero también está llena. Quedamos cuatro en tierra y una jordana a la que están buscando porque no aparece por ningún lado y también tiene que coger el avión. En el hotel buscan otra furgoneta más pequeña para los cinco que somos, han encontrado a la jordana fumando tranquilamente en la puerta, pero nuestro conductor ¡no sabe cómo llegar al aeropuerto! Llaman al de la furgoneta de delante para que nos espere y podamos seguirla.
Parece que la hora sí que será las 22:30. Estamos en la puerta de embarque y ha llegado el avión. Aprovechamos para volver a escribir al hotel confirmando la hora final, para que vengan a buscarnos.
Ya son las 22:20 y no hemos ni montando en el avión, así que no saldremos a las 22:30. Con la tontería lo mismo acabamos perdiendo el tour a Petra del primer día, se supone que sale a las 6:00.
Ha aparecido un autobús escoltado por la policía al lado del avión. Después de más de media hora bajan los que estaban en el autobús y suben al avión. Aparentemente la policía ha hecho una inspección del avión antes de que montaran los otros… cuando había un aviso de bomba en mi instituto, que es mucho más grande que un avión, la policía tardaba menos tiempo en decirnos que todos para adentro que no pasaba nada. Por supuesto hasta que no han entrado los del autobús nosotros hemos seguido esperando en la terminal.
Embarcamos a las 23:10 y el avión no despega hasta las 23:30. Está claro que el tour de las 6:00 está perdido. Vamos a llegar a las 6:00 (con suerte) al aeropuerto que está a unos cuantos kilómetros de Amán.
Además, no tenemos muy claro por qué, tenemos asientos separados. Pero no es que estemos cada uno a un lado del pasillo, es que estamos en filas distintas con filas entremedias, y eso que facturamos con mucho tiempo de antelación. Hemos intentado «arreglar» la situación cuando hemos vuelto al aeropuerto pero nos han dicho que está completo y que no pueden, que hablemos con los auxiliares de vuelo cuando despegue.
Después de despegar ocupo un sitio al otro lado del pasillo en la misma fila de Sara, un pasillo nos separa… aunque el hecho de que pasamos dormidos todo el vuelo excepto el tiempo que estamos comiendo tampoco hace que la separación sea muy dura. Estamos sentados en la primera fila de turista y el sitio para las piernas es más bien escaso. Para nosotros es algo incómodo, pero para una que está sentada al lado de Sara parece que es la misma muerte. Empieza a quejarse de que necesita más sitio para las piernas, que tiene problemas de espalda, que si patatín, que si patatán,… Los auxiliares le dicen que es lo que hay, que no pueden hacer nada. Ella como protesta se tira en el pasillo después de que pase el carrito de la comida con una almohada. Al ver esto los auxiliares se «esfuerzan» algunos con cariño y otros con más energía en que vuelva a su sitio, pero la tipa se pone a llorar diciendo que no puede, que la espalda le mata.
Al final le dicen que se vaya a tirar al suelo a la zona de primera, que tiene filas de asientos libres para no cortar el pasillo. Para llegar hasta allí parece que está rodando la sexta parte de Rambo, arrastrándose apoyándose en los codos sin mover las piernas mientras llora de dolor. Si sabes que estas tan hecha polvo ¿qué sentido tiene comprar un billete de avión de turista en lugar de uno de primera que hay más sitio? Para mi próximo vuelo me tiro también al suelo para que me pongan en business. Eso sí, hay que reconocer que la mujer se quedó todo el tiempo tumbada en el suelo, no se sentó en ningún asiento.