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China, el viaje continua

Siguiendo con la línea religiosa que habíamos alcanzado con el Gran Buda de Leshan, al día siguiente visitamos las grutas de Dazu. Por el camino hicimos noche en Zìgòng donde probamos la comida tradicional de la provincia de Sìchuān. El puesto tenía un montón de pinchos con carne y pescado crudos para elegir. Colocabas en una bandeja los que querías y te los hacían a la parrilla en el momento. No sabemos si la carne ya estaba condimentada o si fue por culpa de todo lo que le echaron, pero aquello era fuego en la boca. Lo bueno es que con un poco de agua se pasaba, no era como el picante nepalí que se queda.

Puesto de comida en la calle de Zìgòng, eliges y te lo hacen en el momento

Las grutas de Dazu son más de cuarenta. Nosotros visitamos la que la guía califica de más importante y, visto lo visto, debe serlo o las demás son una maravilla imposible de imaginar. La colina del tesoro en la cima, que también tiene su Buda gigante. Éste de yacente y de 31 metros.

China Colina Tesoro Cima Dazu Salto

A diferencia de Leshan aquí todo llama la atención y tiene ese aire de real, obras de entre los siglos IX y XIII. Las tallas en la roca viva son impresionantes con los colores que todavía resisten en algunas partes.

Ya habíamos llegado a lo más lejos que estaríamos de Pekín y comenzaba el viaje de vuelta.

Antes de emprenderlo vimos a los osos panda gigantes y a los pandas rojos en Chengdu. Es increíble que los pandas gigantes, unos animales que se adaptan tan mal a las condiciones cambiantes, puedan llevar 8 millones de años en el planeta. Su sistema digestivo asimila menos de un 20% de lo que come, lo que les obliga a pasarse 16 horas al día masticando bambú, su único alimento.

Osos panda gigantes jugando en Chengdu, el 85% de la población de pandas del mundo está en la provincia de Sìchuān

Encontrar un billete de tren para Xi’an desde Chengdu fue una misión imposible. El primero de mayo es una fiesta grande en el país y más de mil millones de chinos moviéndose colapsan todo. Por suerte parece que el avión todavía no está saturado. Volamos a Xi’an lo que nos permitió pasear con calma por Chengdu disfrutando de su Parque del Pueblo y de su cocina. Aunque de la cocina poco, porque lo que elegimos también estaba terriblemente picante.

Diversión en el Parque del Pueblo de Chengdu

Los guerreros de terracota nos esperaban. Aunque también un montón de errores, despistes, mala suerte… que nos hicieron perder mucho tiempo y tener que salir casi corriendo de la ciudad sin haber podido ver todo lo que queríamos. Unas veces se gana y otras se pierde. Por otra parte, dejando algo que ver siempre se puede volver…

Yacimiento 1 de los guerreros de terracota de Xi'an

En Pingyao, la siguiente parada de nuestro viaje, todo fue perfecto. Tan perfecto que lamentamos no haber podido estar más tiempo. Un sitio que nos quedamos con las ganas de explorar más a fondo y de vivir, porque desde el albergue hasta la calle estaban pidiendo a gritos hacerlo. Incluso conseguimos comprar un billete de tren, nuestro primer tren chino.

China Pingyao Salto

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10  Comentarios

  • 2 agosto, 2012 a las 19:17

    Fantástico!
    Cada día tenemos más ganas de viajar a china. Y con tu salto chino lo que has conseguido es que aún tengamos más y más ganas. Le hace falta un china al blog! 😉

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    • 2 agosto, 2012 a las 19:28

      Es que China es mucha China y engancha… no mires las demás entradas chinas porque entonces ya verás que las ganas harán que no penséis en otra cosa 😉
      Hay que saltar al lejano oriente 😉

      Responder
  • 7 junio, 2012 a las 00:03

    Ya he tenido la oportunidad de ver pandas alguna vez, pero está claro que si vas a China hay que verlos, son una monada, junto con los pingüinos y los delfines, de los animales más majos que hay jaja

    Responder
    • 10 junio, 2012 a las 17:36

      Hola José Carlos!
      Nosotros somos más de animales más «peligrosos»: leones, tigres, tiburones blancos… jajaja, pero no deja de ser verdad que los pandas tienen algo especial. Son demasiado simétricos para no parecer un peluche, aunque si te fijas en las garras que gastan se te pasa enseguida esa idea 😉

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  • Purkinje
    8 mayo, 2012 a las 12:42

    Que buena pinta tienen esos pinchos!! y que pena la falta de tiempo…

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    • 9 mayo, 2012 a las 20:22

      Es lo malo de ser «turista» que no puedes decir: me quedo aquí una semana y voy a hacer todo lo que me llama la atención.
      Pero algún día lo haremos 🙂

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  • 4 mayo, 2012 a las 17:19

    Anda! Un par de saltos más para tu colección! 🙂
    Todo el post me ha gustado, pero sin duda, lo más especial para mí habría sido ver los pandas que me encantan! Ahí en su hábitat… Si me volví loca cuando los vi en el Zoo de Madrid jejeje.

    Un abrazo!

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    • 9 mayo, 2012 a las 20:14

      Bueno… y los que no hemos puesto! jajaja que se trata de poner fotos de los sitios, no sólo de saltos que esos están bien pero no dejan ver lo que hay detrás 😉
      Como le he dicho a Octavio los osos pandas son muy bonitos y tiernos pero lo de los guerreros te impresiona, no digo que te marque, pero casi! jajaja Eso sí, nunca había visto osos pandas tan activos como estos, las madres jugando con los cachorros, los cachorros trepando a los árboles… y eso que son tremendamente perezosos :-O

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  • 2 mayo, 2012 a las 17:47

    Que bueno chicos, buena pinta esos pintxos, que ganas de unos!!
    Seguro que Alvaro lo fliparia con los osos pandas, y yo con los guerreros de Xian y en Pingyao.
    Saludos y buen viaje!!

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    • 9 mayo, 2012 a las 20:10

      Algunos tenían mejor pinta que otros… jajaja Piensa que estaba lloviendo y aunque el puesto tenía una lona encima había agujeros por los que caía el agua dentro de algunas bandejas :-O esos mejor no cogerlos! jajaja
      Lo de los osos panda es especial, pero estoy convencido de que Álvaro fliparía más con los guerreros, eso es alucinante. Los edificios en los que están ya sorprenden y cuando miras al suelo y ves la cantidad de estatuas que hay te quedas helado.

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