5% de descuento en tu seguro IATI por ser lector de SaltaConmigo.com

Camino de Nairobi, Tanzania (I)

Viernes 13/06/2008

El viaje empieza un poco accidentado. En el último momento Sara piensa que puede ser una buena idea hacer caso a la recomendación de llevar bañador y al buscarlo en el armario en las cajas de la ropa de verano se medio escurre y se ha dado un buen golpe en el codo. Tan bueno ha sido el golpe que el tirador del armario se ha roto. Por suerte su codo parece más fuerte que la madera de la puerta y no se ha roto, crucemos los dedos para que no le siga doliendo.

El avión sale puntual de Barajas. Nuestra primera parada será Amsterdam y allí cinco horas esperando al siguiente para Nairobi. No queremos que las mochilas se pierdan en la conexión, porque nada más llegar a Nairobi tenemos que coger un autobús que nos llevará a Arusha, ya en Tanzania. Sabemos que si las mochilas no llegan al mismo tiempo que nosotros no las volveremos a ver… con suerte a la vuelta podríamos recogerlas otra vez en Nairobi y devolverlas a Madrid.

Nada más despegar el avión y apagarse la señal de cinturones abrochados una vieja sentada al otro lado del pasillo se levanta y se va al baño. Estamos sentados casi atrás del todo y en un momento me llega un olor a tabaco. Es la vieja que ha salido del baño. La azafata le dice que no se puede fumar, qué cómo se le ha ocurrido meterse en el baño a fumar un cigarro, que es muy peligroso. Nosotros queremos matarla, porque si el detector de humos o cualquier cosa ha saltado y tengamos que volver a Barajas se acaba nuestro viaje. A quién se le ocurre ponerse a fumar. Y la vieja pasa de la azafata totalmente, en plan tengo un montón de años y no me vais a hacer nada. Esperamos que una buena multa, o que avisen a la policía del aeropuerto de Schiphol cuando lleguen, lo que sea, pero que le hagan algo.

La misma vieja no deja de sorprendernos. Cuando llega la azafata con la comida para beber le pide ¡GINEBRA!, la azafata le dice que no y entonces pregunta por ¡WHISKY! con un par. Ni lo uno ni lo otro y bastante es que te den de comer, así que mejor no des mucho por saco.

Nos sorprendió mucho que en un vuelo tan corto (son poco más de dos horas y media) todo el tiempo estuviera la gente de pie y andando por los pasillos o hacia el baño. Era normal en un vuelo como el de Japón que son más de 10 horas, pero en trayectos tan cortos no lo habíamos visto.

En el aeropuerto nos damos cuenta de que no hemos cogido el adaptador para los enchufes. Tampoco contamos con que haya muchas posibilidades de enchufar nada, porque el tema camping no lo controlamos y no sabemos hasta qué punto habrá enchufes disponibles, pero la primera noche la pasamos en un hotel y puede estar bien darle un último arreón eléctrico a las cámaras. Así que compramos uno, pensamos que, aunque no lo usemos esta vez tampoco está de más tener dos, cuando viajamos llevamos muchas cosas que hay que enchufar y poder aprovechar enchufando dos cada vez puede ser muy útil. Aquí hay un montón de tiendas de electrónica, de comida, de recuerdos, de cosas curiosas,… es entretenido pasar el tiempo en este aeropuerto. Aunque por suerte encontramos algo que hacer: hay un par de tiendas de comida que tienen quesos para probar, los muy ricos quesos holandeses, y pasamos un rato probándolos todos y estudiando a ver cuál nos gusta más. También tienen un museo dentro del aeropuerto y tienen unos cuadros de Van Gogh expuestos. Saben cómo entretener a la gente. A las 18:00 empieza el partido de Italia contra Rumania y nos sentamos a verlo en unos televisores que tienen colocados para eso, todo el aeropuerto está lleno de globos naranjas y los empleados (también en las tiendas) llevan camisetas naranjas de apoyo a la selección holandesa. El partido es bastante malo y para colmo Italia empata con lo que casi seguro que se quedará fuera de la Eurocopa en la ronda previa.

Nos acercamos al mostrador de Kenya Airways para confirmar que las mochilas han llegado y que van a embarcar. Para entrar en la zona de embarque de nuestro vuelo volvemos a tener que pasar un control de equipaje de mano, después del de pasaportes. Los controles de equipaje de mano están situados en cada puerta de embarque. Nos confirman que los Symbios (nuestras mochilas) están embarcadas y que las tendremos en Nairobi al bajar del avión. Con esa tranquilidad nos preparamos para ocho horas de vuelo. Salimos puntuales a las 22:00.

Nada más acabar el partido de Holanda contra Francia el piloto nos dice el resultado por megafonía, básicamente porque gana Holanda. Al final, fijo que como siempre Italia se clasifica en el último momento.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Comentarios

  • JAAC
    24 junio, 2008 a las 15:07

    Lo de la vieja era para haberle dado una paliza allí mismo. Por cierto, que era española aunque hablara en inglés con la azafata.

    Ah! y lo de ponernos cara… entre todas las fotos que hay por el blog estamos los dos :-), aunque es cierto que lo normal es que no salgamos nosotros en las fotos.

    Responder
  • conxa
    24 junio, 2008 a las 10:13

    oye que bien! lo cuentas con tanto detalle, que menos poneros rostro a ti y a sara, lo demás me lo puedo imaginar. Que putada la vieja,eh?. Y menos mal que el codo quedo bien.
    esperaremos el capitulo 2.

    Responder
  • Estatekietecita
    24 junio, 2008 a las 09:03

    Menudo viajeeee! Quién pudiera! Tengo ganas de seguir leyendo vuestras aventuras y ver fotos! Un beso y buena semana!

    Responder
  • Masmi
    24 junio, 2008 a las 09:03

    Fijate los italianos hasta donde han llegado 🙂
    Fijate la vieja!!! No sería pariente de Keith Richards?? Venga fumar y beber, que tipa.

    Responder