El prerrománico es uno de los grandes símbolos de Asturias y uno de los imprescindibles que ver en Oviedo. No es casualidad que en el logo de turismo de Asturias los verdes prados de la región estén enmarcados por la ventana trífora de Santa María del Naranco. Tanto valor tiene esta corriente artística que seis de sus monumentos han sido declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. De éstos, cinco nada menos se encuentran en la capital del Principado. Nosotros por supuesto no podíamos perdérnoslos y te contamos todo sobre la visita de los monumentos del prerrománico asturiano en Oviedo.
Nos trasladamos a los siglos IX y X, a una época en la que el arte en la Península Ibérica estaba en manos de los árabes. Mientras en el sur se levantaban mezquitas, en Asturias se levantaban iglesias. Edificios simples, de arquitectura sobria, que inspirarían las construcciones románicas: ¡bienvenidos a la cuna de la arquitectura cristiana en España!
Santa María del Naranco: la reina del prerrománico asturiano en Oviedo
Si sólo conoces un monumento del prerrománico asturiano, seguramente sea Santa María del Naranco. Para muchos, el más importante que se conserva del arte altomedieval europeo. ¿Quién no ha contemplado alguna vez la imagen de esa esbelta “iglesia” de formas tan sencillas y elegantes en medio del verde prado asturiano? Al fin y al cabo, es uno de los grandes iconos de Oviedo y de todo Asturias.
Fue la primera de las joyas prerrománicas que visitamos en la ciudad. Aprovechando la buena luz de la mañana de nuestro primer día en la capital asturiana –conviene ir en cuanto abra para evitar aglomeraciones– nos fuimos hacia el monte Naranco. Ahí, en su falda, nos encontramos cara a cara con ella.
No era la primera vez, pero sí la primera que íbamos a entrar. La anterior la habíamos encontrada cerrada, sus horarios son un poco “peculiares”. Aún así, nos quedamos un rato embobados observándola desde fuera. Íbamos con una guía, que nos volvió a poner los pies en la tierra y nos contó unos cuantos datos interesantes y curiosidades sobre Santa María del Naranco.
El primero es que, en su origen, no era una iglesia. La mandó construir el rey asturiano Ramiro I en el siglo IX –¡hace casi 1.200 años!– con una función que sigue sin estar del todo clara: ¿palacio, pabellón real, aula regia? Probablemente era una especie de sala de audiencias donde el rey también ejercía de juez desde su terraza –los juicios en esa época eran al aire libre–. ¿Quién no se habría sentido intimidado? También se especulaba que pudiera ser un pabellón de caza, pero no se han encontrado restos orgánicos de animales y su posición elevada y la falta de un dormitorio y otras dependencias deja claro que el rey no pernoctaba allí.
El exterior de Santa María del Naranco
El exterior, con sus paredes laterales con contrafuertes estriados –tan típicos del prerrománico– que llegan hasta el techo y hacen que parezca aún más esbelta, es muy sencillo. Casi no hay decoración, aunque observando las fachadas empezamos a entender que toda la que nos fuéramos a encontrar tendría un significado. Los leones dentro de los dos clípeos sogueados –círculos rodeados de sogas traducido al lenguaje de los comunes mortales como nosotros– encima de las columnas corintias de la fachada, por ejemplo, simbolizan el triunfo de Cristo y la victoria del rey. La cruz con el Alfa y el Omega es otro símbolo del rey..No hay ni una representación humana, ¡pero Ramiro I estaba muy presente!
¿Sabías que…?
Las columnas corintias con su decoración de sogueado de Santa María del Naranco son una primicia. Es la primera vez que los canteros de un rey asturiano hacen sus propias columnas y no reutilizan materiales de construcciones visigodas anteriores.
El interior de Santa María del Naranco
Cuando entramos en la planta superior –sí, el edificio tiene dos plantas– confirmamos que en Santa María del Naranco todo es proporción, armonía y simbología. Los techos planos de madera de épocas anteriores se sustituyen con la bóveda de cañón. Debajo de ésta, capiteles, medallones, pilastras… todo lleno de representaciones simbólicas –con influencias clásicas, omeyas, irlandesas y orientales– en forma de bajorrelieves. Por primera vez la decoración se integra con la arquitectura. Y todo se repite de forma perfectamente simétrica con las columnas sogueadas como grandes protagonistas.
Un semicírculo es la Jerusalén celeste, unos hombres con túnica la Justicia Divina, un triángulo la palabra de Dios, unas aves afrontadas la sabiduría… Y luego están los apóstoles o las doce tribus de Israel. Y, una vez más, el rey en forma de león. ¿Cuánto tiempo se podría quedar uno admirando e intentando descifrar cada uno de esos perfectos bajorrelieves? Por suerte, estaba nuestra guía para explicárnoslo y, al mismo tiempo, “sacarnos” de ahí para ir hacia la siguiente visita.
Pero antes había que bajar a la planta inferior, la “cripta”, también totalmente abovedada. Es muy parecida a la de Santa Leocadia, en la Cámara Santa de la catedral. En un primer momento se pensó que aquí había unos baños pero, al no haber canalización, se ha descartado. Es posible que este cuerpo vacío serviera simplemente para que el edificio resultara más alto.
Información práctica, precios y horarios de Santa María del Naranco
Los horarios de Santa María del Naranco y San Miguel de Lillo son un poco limitados, así que mejor consultarlos antes de llegar. Te los ponemos aquí pero es siempre mejor que los revises en su página oficial antes por si se han actualizado.
- Horarios de verano (1 de abril a 30 de septiembre): de martes a sábado: 9:30 h. a 13:00 h. y de 15:30 h. a 19:00 h. Domingos y lunes: 9:30 h. a 13:00 h.
- Horarios de invierno (1 de octubre a 31 de marzo): de martes a sábado: 10:00 h. a 14:30 h.
Domingos y lunes: 10:00 h. a 12:30 h. - Festivos de cierre: 1 y 6 de enero, 8 y 21 de septiembre y 25 de diciembre.
Las visitas, de unos 30 minutos, son siempre guiadas, excepto el lunes, y las entradas se compran en Santa María del Naranco.
El precio del conjunto de las dos iglesias es de 3 € (menos el lunes, cuando es gratis).
Para llegar a Santa María del Naranco, puedes coger el autobús: la línea A. Si vas en coche, hay que dejarlo en el aparcamiento gratuito, está prohibido aparcar al lado de los monumentos.
San Miguel de Lillo o San Miguel de Liño: los primeros frescos con representaciones humanas en el prerrománico
A unos 300 m de Santa María del Naranco, nos esperaba el otro monumento del “prerrománico del Naranco”: San Miguel de Lillo –o San Miguel de Liño–, también en plena naturaleza asturiana.
Como su “hermana” Santa María del Naranco, lo mandó construir Ramiro I en el siglo IX. Esta vez sí, con función religiosa: fue una iglesia desde su origen. En el siglo XI colapsaron, probablemente debido a un terremoto, dos terceras partes del edificio. Unas marcas en el suelo indican el espacio que ocupaba la iglesia original –lo que queda del edificio es el pórtico y la nave hasta el transepto–. A pesar de esa “mutilación”, son muchos los detalles que se conservan del edificio, sería pecado capital no acercarse a él.
La gran fachada, considerada por sus dimensiones la primera fachada monumental de iglesia en Asturias, te dará la bienvenida. Una vez más, los relieves son los protagonistas. Desde el exterior esos motivos florales y geométricos captarán tu atención. Si te fijas bien, en la parte posterior de la iglesia hay “piezas de puzzle” que no cuadran. Cuando parte del edificio se derrumbó, se reutilizaron materiales, incluso del interior, para levantar las paredes, sin mucho sentido… Incluso hay una parte de una columna interior que asoma por fuera.
Lo que no sólo tiene sentido sino que es un verdadero prodigio estético es la celosía –que no se ve muy bien porque está cubierta por un cristal– con su ventana trífora de columnas sogueadas coronadas por unos preciosos capiteles. Desafortunadamente, su “gemela”, al otro lado de la iglesia, no se ha conservado tan bien.
El interior de San Miguel de Lillo
Ahora sí, momento de entrar y pasear bajo su bóveda de cañón. Lo primero que llama la atención es su altura: un prodigio de la ingeniería para su época. Y lo siguiente, por supuesto, la decoración. La escultórica pero, en este caso, también la pictórica, aquí se han conservado algunos frescos.
En cuanto a la escultórica, no sabrás si mirar a las columnas sogueadas –es la primera vez que se separan las naves de una iglesia por columnas en lugar de pilastras–, a sus capiteles con motivos bizantinos y norteafricanos o a las basas con la representación tallada de los símbolos de los evangelistas, algo único en todo el arte altomedieval europeo. Las esculturas más sublime te las encontrarás nada más entrar en la iglesia: en las dos jambas iguales y simétricas que enmarcan el vestíbulo de la entrada. Se inspiraron en una tabla consular romano-bizantina del siglo VI, aunque se adaptaron a la iconografía de la corte real asturiana. Símbolos del poder religioso, del poder civil, un circo con un león y un saltimbanqui… no le falta nada.
Foto: Ayuntamiento de Oviedo – No está permitido hacer fotos en el interior
Y luego están los frescos –algunos conservados en el Museo Arqueológico– tanto con motivos geométricos como humanos. Por primera vez en el prerrománico asturiano se representan figuras humanas. Y para ser la primera vez, ¡qué expresividad! Entre todas, la más famosa es la de la figura entronizada. Otra muy curiosa es la imagen de un músico.
Precios y horarios de San Miguel de Lillo
Los horarios y precios de San Miguel de Lillo son los mismos que los de Santa María del Naranco: la entrada es conjunta.
San Julián de los Prados o Santullano: la más antigua de las iglesias del prerrománico de Oviedo
Con la siguiente iglesia, San Julián de los Prados, también conocida como Santullano, nos alejábamos del monte Naranco. Dábamos un salto más atrás en el tiempo: del reinado de Ramiro I (842-850) al de su antecesor Alfonso II el Casto (791-842). De hecho, San Julián de los Prados es el más antiguo y mayor de los edificios prerrománicos que han llegado hasta nuestros días. Y si ya en el año 883 la iglesia era alabada –en la Crónica de Alfonso III Rotense– «por su mucho arte y admirable disposición», por algo será…
¿Sabías que…?
Hasta el siglo XI la iglesia de San Julián de los Prados fue la mayor construcción cristiana de España.
Hay que admitir, eso sí, que el entorno no es tan bucólico como el de Santa María del Naranco o San Miguel de Lillo. De hecho se encuentra en un barrio periférico de Oviedo, justo al lado de la A-6.
Antes de entrar, merece la pena ir a la parte trasera de la iglesia para ver las columnas visigodas reaprovechadas de la ventana trífora y las celosías que… no se ven desde el interior de la iglesia. Sí, dan a una cámara oculta/secreta de la que no se conoce su función. Puede que sólo fuera aligerar el peso del edificio o guardar el tesoro de la iglesia o que fuera un almacén…
El interior de San Julián de los Prados
Los capiteles de tradición visigótica, las jambas marmóreas, las columnas de la capilla mayor… aquí también hay estupendos trabajos de escultura, pero lo que te dejará embobado serán los frescos. La decoración pictórica de San Julián de los Prados –restaurada hace poco, por cierto– es única en todo el arte europeo de la Alta Edad Media.
Foto: Ayuntamiento de Oviedo – No está permitido hacer fotos en el interior
Toda la iglesia estaba recubierta de frescos: los muros, las bóvedas, las arquerías ciegas del ábside central, las celosías que cierran los huecos… Encontrarás desde motivos florales hasta decoración de influencia pompeyana, pasando por otra imitando a gemas y piedras preciosas. Símbolos de lo terrestre y de lo divino, la Jerusalén celeste… date un tiempo –y, si puedes, ve con guía– para interpretar tantos mensajes.
Precios y horarios de San Julián de los Prados
Como en el caso de los anteriores monumentos, los horarios de San Julián de los Prados podrían variar, así que es mejor llamar y hasta reservar antes (al teléfono 607 353 999). Los puedes consultar también en la web oficial de turismo de Asturias o en la web oficial del ayuntamiento de Oviedo. El tema es que los horarios de las dos páginas no corresponden y en la puerta no estaban indicados, por lo menos cuando fuimos nosotros.
Eso sí, el precio es de 2 € e incluye visita guiada. Los lunes la visita es gratuita y no guiada. La última entrada es media hora antes del cierre.
La Cámara Santa en la catedral de Oviedo
También a Alfonso II el Casto se le atribuye la construcción del lugar más sagrado de Oviedo: la Cámara Santa. Integrada dentro de la catedral y reformada en más de una ocasión, originalmente era una capilla del palacio real. Desde el siglo XI fue meta de peregrinaje, uno de los Santuarios más importantes de toda la Cristiandad por sus reliquias de Cristo, incluyendo el Santo Sudario. Según un antiguo refrán “Quien va a Santiago y no al Salvador, visita al criado pero no a su Señor”.
Mantiene su estructura original en dos plantas, como Santa María del Naranco. La inferior dedicada a Santa Leocadia –la llamada cripta de Santa Leocadia hoy en día–. La superior, dedicada a San Miguel, la Cámara Santa propiamente dicha, donde se custodiarían las reliquias. Ahí es donde se encuentra el Arca Santa, la joya del románico que sustituyó la antigua arca que recogía las reliquias. Las columnas dobles que preceden la Cámara Santa y representan a los apóstoles son también románicas. Queda poco prerrománico…
En el Tesoro Catedralicio, además del Arca Santa y de la preciosa Caja de las Ágatas, están las famosas Cruz de los Ángeles y Cruz de la Victoria, representadas en las banderas de Oviedo y Asturias respectivamente. No hay lugar más sagrado y más simbólico en Asturias que éste.
Precios y horarios de la Cámara Santa
La Cámara Santa se visita junto a la catedral de Oviedo, en su página oficial tienes toda la información práctica sobre la visita: aquí sobre precios y aquí sobre horarios de visita.
La Foncalada: no sólo hay iglesias en el prerrománico asturiano
No todo el prerrománico asturiano se limita a templos y construcciones sagradas. También hay un ejemplo de carácter civil: la fuente de la Foncalada. Y no podíamos dejar de hacerle una visita para completar nuestro recorrido por el prerrománico asturiano en Oviedo.
La Foncalada es posterior al resto de edificios: fue construida en la época de Alfonso III el Magno, a finales del siglo IX. Como fuente que es, es el único ejemplo de construcción civil con fines de utilidad pública de la Alta Edad Media que se ha conservado. Ese templete de inspiración romana que albergaba el alumbramiento de un manantial, proveniente de un estanque a las afueras de la ciudad, ha quedado hoy completamente rodeado de edificios modernos en pleno centro de la capital asturiana.
El prerrománico asturiano Patrimonio de la Humanidad fuera de Oviedo
Hay un monumento más del prerrománico asturiano que ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO: Santa Cristina de Lena. Eso sí, no se encuentra en Oviedo, sino a 35 km al sur de la capital, en el concejo de Lena. Nosotros nos quedamos sólo en la capital y no la visitamos. Puedes encontrar más información en la web oficial de Turismo de Asturias.
El primer reino cristiano de la Península Ibérica sigue muy presente en Asturias. Y las líneas simples, la sobriedad y el simbolismo de la decoración de sus edificios harán que nunca se olvide.
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