Tiendas diferentes en Brujas: souvenirs y artesanía “made in Brugge”

Las ciudades turísticas van perdiendo su esencia y, a la vez que se llenan de miles de visitantes, se vacían de los negocios de toda la vida, sustituidos por tiendas de souvenirs made in China. No es ninguna novedad que te vayamos a descubrir nosotros… Eso sí, nos gusta, aunque sólo sea por visitarlas –¡no siempre se puede comprar!–, buscar esas tiendas que han mantenido su espíritu artesano y que luchan contra la uniformidad que contagia a las demás. Así, callejear a la caza de la tienda tradicional estaba en nuestra lista de cosas que ver y que hacer en Brujas.

Y, en Brujas, no cuesta nada encontrarlas. Allí, desde hace unos años, se han preocupado por revitalizar ese pequeño comercio de artesanos y de tiendas de toda la vida, a través de un proyecto llamado “Hand made in Brugge”. Ya lo mencionamos de pasada en el artículo sobre qué ver en Brujas, pero hoy te traemos algunos ejemplos de tiendas que incluyen en su mapa y de otras que, a pesar de no estar ahí, también nos fascinaron.

Si quieres saber qué puedes comprar en Brujas, o qué regalos típicos de Bélgica o de la ciudad te puedes llevar de tiendas un poco diferentes, aquí te lo contamos. Sus productos suelen costar más pero tienen más cariño detrás y, normalmente, son únicos y sostenibles. Por cierto, aunque sólo quieras curiosear, también merece la pena pasarse por estas tiendas…. Al fin y al cabo, desde la Edad Media, Brujas es un lugar de referencia para la artesanía de calidad. ¡Que esa esencia siga siempre viva!

Las mejores tiendas de chocolate en Brujas: ¡el regalo más típico de Bélgica!

Bélgica en la cabeza de todos es igual a chocolate –vale, ¡y cerveza!–. Así que, seguramente, si piensas en qué comprar en Brujas, una de las primeras cosas que te vendrá a la cabeza será ¡bombones! El regalo típico de Bélgica por excelencia.

Nos contaron que en Brujas hay más de 60 chocolaterías –63 para ser exactos, según nos dijeron en la oficina de turismo– de las que 5 elaboran su chocolate en la propia tienda.

Una de éstas, y una de las que más tradición artesana tiene en la ciudad, es la Chocolaterie Spegelaere, una tienda familiar donde preparan una especialidad que se ha convertido en todo un clásico entre los habitantes de Brujas. Se trata de las uvas de chocolate –chocolade druiventrossen en flamenco–, rellenas de mazapán o praliné. Más que entre los turista, es famosa entre los locales. De hecho es uno de los dulces que San Nicolás lleva a los niños buenos en Brujas la noche entre el 5 y el 6 de diciembre. También venden otras especialidades brujenses, como los Brugse Kasseien, los “adoquines de Brujas”, que recuerdan a los adoquines que hay por toda la ciudad, o el Brugsch Swaentje, el cisne de Brujas. Desafortunadamente, intentamos ir en un par de ocasiones pero la encontramos cerrada.

Otra es la Chocolaterie Sukerbuyc, también de chocolates artesanos y elaborados según una receta familiar pasada de generación en generación, además de estar más céntrica.

Una tienda mucho menos tradicional, pero muy espectacular y curiosa, es The Chocolate Line, una de las pocas tiendas de chocolate en el mundo mencionada en la guía Michelin. Dominique Persoone, su dueño, es toda una referencia en el mundo del chocolate. Ha publicado un libro, sale en la televisión, inventó el pintalabios de chocolate y hasta les enseñó a los Rolling Stones a esnifar chocolate con su invento “Chocolate Shooter”.

No sólo chocolate belga: también puedes comprar queso… souvenirs de Brujas diferentes

Si eres un apasionado del queso como nosotros, Diksmuids Boterhuis es el sitio para ti. Es la quesería más antigua de Brujas: lleva en su casco histórico desde 1933, cuando era una simplemente eso, una “boterhuis” –o “beurrerie” en francés–, una mantequería. Vendían sólo mantequilla, pero pronto empezaron a vender también cuatro tipos de queso: Comté, Fromage de Herve, un tipo de queso semicurado y otro de queso curado.

Ahora puedes encontrar unos 200 quesos diferentes, 25 de cabra, su especialidad. Hay quesos de todo el mundo, pero, por supuesto, los belgas tienen mucho protagonismo. También hay embutidos, entre ellos el jambon d’Ardenne, pero imaginamos que ningún español irá a buscar jamones a Bélgica.

Tiendas de encaje, la artesanía más típica de Brujas

El encaje de bolillos es la artesanía más típica de Brujas. En el Kantcentrum, el museo del encaje de Brujas, aprendimos que fue justamente en Flandes, junto con Italia, donde nació el encaje en el siglo XVI. A mediados del siglo XIX, aproximadamente la mitad de las mujeres de Brujas se ganaban la vida con él, ¡nada más y nada menos!

Con el tiempo el encaje vivió su declive, aunque ahora se está volviendo a poner de moda. En muchas tiendas de souvenirs de Brujas se puede encontrar encaje más barato e industrial, muchas veces hecho en China, pero todavía hay alguna tienda en la que encontrar productos artesanos.

Una es ’t Apostelientje, muy cerca del museo del encaje. Desde fuera nos pareció una casita y, al entrar, nos sorprendió la cantidad de productos que tenía. Llevan 30 años y venden desde piezas nuevas a antiguas, algunas incluso enmarcadas. Eso sí, no todas están hechas en Brujas y el estilo es muy clásico.

Hoy en día el encaje es sobre todo cosa de lencería. La de Sun Mae es lencería de lujo totalmente artesana pero, al mismo tiempo, contemporánea. También nos encontramos con ella, una chica de origen coreano pero adoptada por padres flamencos, y pudimos sentir en su pequeña boutique el cariño por su trabajo.

Joyerías de Brujas: de joyas hechas “a cuatro manos” al encaje de oro

Cuando entramos en la joyería KinGin, Nikolaas y Nathalie nos dieron la bienvenida junto a su perrito español –una pequeña larga historia que nos contaron al entrar en la tienda–. La pareja, que estaba manos a la obra con nuevas creaciones, nos contó cómo cada joya que crean pasa por las manos de ambos. Y la verdad que tienen unas manos de oro, nunca mejor dicho. Y cariño –y talento– le ponen muchísimo, además de ser muy majos y viajeros.

Aunque hubo joyas que nos sorprendieron aún más. Fueron las de Peter Quijo. Y es que, cuando nos enteramos de que había un artesano que hacía «encaje con oro», tuvimos que ir a verlo. No hubo que desviarse mucho porque su tienda está a dos pasos de la Grote Markt, en el centro más centro de Brujas. Peter –de lejanos orígenes españoles, su apellido no miente– nos contó cómo su padre había empezado el negocio hacía más de 60 años y le había enseñado todo lo que sabía de orfebrería. Pero fue él, que ya lleva 45 años en la joyería, quien tuvo esa original idea de combinarla con otro arte, el del encaje.

Hace años, frente a su tienda, estaba la de una señora que vendía sus piezas de encaje y las elaboraba allí mismo. Mientras la veía trabajar, Peter se inspiró y pensó que podía hacer lo mismo con hilos de oro. Fue difícil perfeccionar la técnica, tuvo que crear unos bolillos especiales para que no se rompiera el hilo de oro, pero lo consiguió. Eso sí, según la pieza, puede tardar más de una semana en fabricarla. Nos enseñó una pulsera extraordinaria que creó con esa técnica y costaba… 19.800 euros. No es un souvenir para todos los bolsillos, está claro, pero desde luego son creaciones únicas.

Otras tiendas bonitas en Brujas donde comprar artesanía de calidad

Éstos son sólo algunos ejemplos de las pequeñas tiendas de artesanos con encanto que hay en Brujas. Pero hay más. Desde pastelerías como Oud Huis Deman, que lleva haciendo dentelles de Bruges –una galleta típicas de Brujas que recuerda el encaje– más de un siglo o panaderías como Le Pain de Sebastien, hasta tiendas de sombreros artesanales como la Chapellerie Baeckelandt o de juguetes como De Krokodil… sólo tienes que buscar la que más te guste. Las que pertenecen al circuito “Hand Made in Brugge” las puedes reconocer por el logo que encontrarás en su escaparate.

Porque la belleza de Brujas, desde hace siglos, no está sólo en sus canales, sus iglesias, sus palacios y sus monumentos, reside también en otro patrimonio cultural, el de sus artistas y artesanos.