Amsterdam es el destino perfecto para una de esas escapadas de fin de semana. La conocida como Venecia del Norte –¿cuántas veces se puede llegar a usar el nombre de Venecia en vano?– con su romanticismo, su limpieza, su orden… pero también sus fiestas, sus coffee-shops y su barrio rojo. Tantas cosas que ver en Amsterdam que hemos decidido lanzarnos a la piscina y sacar un listado a lo grande, a las 45 cosas.
¿Te animas?
45 cosas que hacer y que ver en Amsterdam
- Pasear junto a los canales, la seña de identidad de la capital holandesa. Pero puedes ir más allá, meterte dentro… en un barco para navegar por los canales, o lanzándote a nadar por ellos, si su princesa lo hace tú no te echarás para atrás, ¿no? Si quieres redondear la experiencia, puedes navegar a la luz de las velas y añadir una cena de lujo en el barco.
- Conocer la historia de los canales en el Het Grachtenhuis, el museo de los canales. Has ido a la ciudad por ellos, qué menos que conocerlos… y, además, es muy interesante.
- Asombrarse en la plaza Dam, la principal de la ciudad, con el Koninklijk Paleis y la Nieuwe Kerk: el Palacio Real y la “Iglesia Nueva”, es lo que tiene el holandés.
- Mirar dentro de las casas de los holandeses que parecen tiendas decoración. Es inevitable, ni cortinas, ni persianas y siempre con la luz encendida… ¡van provocando!.
- Visitar una galería, hacer compras o tomar algo en el barrio que siempre está de moda en Amsterdam, el Jordaan, ¡hipsterismo al poder!
- Ir a comer una de las tartas de manzana más ricas que hayas probado –según Sara, que yo las manzanas…– la de Winkel 43.
- Entrar en uno de los coffee-shops más legendarios de Amsterdam: de Dampkring, aunque no “consumas” nada.
- Alquilar una bicicleta y ser atropellado por una moto. Atentos, por los carriles bici de Amsterdam también pueden circular motos… que le pregunten a Sara y su esguince de tobillo. Si quieres ir más “seguro” puedes hacer un tour en bici en grupo, la unión hace la fuerza, o privado. Eso sí, si vas andando tampoco estás libre de ser atropellado por una bicicleta, y no esperes que paren a ver cómo estás o a disculparse. Las bicis son las “jefas” en su carril.
- Descubrir la cantidad de museos que puede haber en una plaza, en la Museumplein de Amsterdam.
- Visitar el mercado flotante de flores, el Bloemenmarkt.
- Ir más alla y visitar el mercado de flores más grande del mundo en Aalsmeer.
- Admirar la obra de uno de los holandeses más universales en el Museo Van Gogh. Eso sí, evita las horas más concurridas si no quieres acabar agobiado como nosotros, y contrata una visita guiada en español si quieres descubrir algo más.
- Emocionarse recorriendo la casa de atrás, la casa de Ana Frank. Te recomendamos leer o volver a leer El diario de Ana Frank antes del viaje, como hicimos nosotros.
- Dormir en un hotel del futuro en el que todo se controla desde una tablet, el Citizen M.
- Entrar en uno de los jardines botánicos más antiguos de Europa, el Hortus Botanicus de 1638.
- Enamorarse de un diamante y llorar al ver su precio en el Diamant Museum.
- Volver a casa con un par de kilos de quesos holandeses en el equipaje… y otro par en la cintura.
- Viajar a Rusia con la sede más grande del museo Hermitage fuera del país.
- Tomarse una cerveza Amstel en la orilla del río Amstel cuyas aguas heladas servían en el pasado para refrigerar la cerveza… hasta puedes volver a usar el truco.
- Hacerte con una I Amsterdam city card para moverte en tranvía por la ciudad y entrar en unos cuantos museos.
- Pasear por el barrio rojo, pero no te quedes mucho mirando… los voyeurs no son bienvenidos. Eso sí, si vas en tour guiado, el grupo hará que se note menos.
- Pedir perdón por tus pecados en el barrio rojo en la Oude Kerk, la iglesia vieja, el edificio más antiguo de Amsterdam.
- Descubrir que hay jardines entre los canales en los patios del Museum Geelvinck Hinlopen Huis y del Museum Van Loon.
- Vivir la Heineken Experience, aunque no seas un fan de la cerveza como nosotros. Puestos a «pecar», ¿por qué no combinarlo con el barrio rojo? Aquí puedes ver el tour completo.
- Usar uno de los muchos urinarios que hay colocados junto a los canales si no te da vergüenza que te vean.
¡No te vayas! Todavía quedan 20 cosas más que hacer y que ver en Amsterdam
- Entrar en el alucinante edificio de la bolsa de Amsterdam, la más antigua del mundo, hoy convertido en centro cultural, el Beurs van Berlage.
- Seguir los pasos de los judíos expulsados por los Reyes Católicos en la Sinagoga Portuguesa. ¿Portuguesa? Sí, porque de España se fueron a Portugal y, cuando fueron expulsados de allí, saltaron a Amsterdam.
- Conocer algo más de la represión religiosa en la iglesia clandestina de Amstelkring, una iglesia en el ático de un museo.
- Pelear con molinos de viento como Don Quijote en Zaanse Schans. Puedes completar la excursión con zuecos, quesos y casas tradicionales visitando también Volendam y Edam, echa un vistazo al precio y al programa del tour en español aquí.
- Escaparse a otras ciudades de Países Bajos, aprovechando que el país es pequeño: La Haya, Utrech, Roterdam, Delf o Haarlem.
- Pasear por la calle Spuistraat alucinando con sus grafiti y su casa okupa.
- Vivir la tranquilidad del begijnhof de Amsterdam, las casas más antiguas de la ciudad.
- Visitar el Rijksmuseum, el museo más famoso de los Países Bajos. Puedes combinarlo con el Museo Van Gogh y un crucero por los canales con un único tour, la ciudad es pequeña pero el tiempo vuela…
- Comer en el mercado Albert Cuyp, uno de los mercados al aire libre más grandes de Europa, en el otro barrio de moda de Amsterdam: De Pijp.
- Confirmar que has comido demasiado queso intentado entrar en la casa más estrecha de la ciudad, en la calle Singel número 7.
- Comprobar que no todo el arte tiene siglos de antigüedad en el museo de arte moderno de Stedelijk. Si te hiciste con una I Amsterdam City Card o te apasiona la fotografía, acércate también al FOAM.
- Buscar las formas más curiosas en edificios como el NEMO o Het-Schip.
- Tomarte un smoothie en La Frutería, junto a la plaza Dam.
- Relajarte paseando por el Vondelpark.
- Visitar la casa museo del otro artista holandés universal: Rembrandt y su Rembrandthuis.
- Enamorarse de la ciudad en el Gouden Bocht, ¿puede haber algo más romántico?
- Darse una vuelta por el que fue el puerto más importante de la Compañía Neerlandesa de las Indias Orientales.
- Sentirse juguetón visitando un sex-shop.
- Alucinar con el edificio del Concertgebouw, y si el tiempo y el presupuesto lo permiten, asistir a un concierto.
- Buscar los tulipanes más famosos del mundo en Keukenhof.
Y una cosa que hacer en Amsterdam de regalo: Volver… y hacer otras 45 más.
¿Cuántos días vas a necesitar para hacer todo esto? Si el hotel del futuro no te ha convencido, echa un vistazo aquí al resto de hoteles de Amsterdam.
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