Pasear por el parque natural de la serranía de Cuenca ya es motivo suficiente para acercarse hasta Valdemeca. Pero por si la naturaleza y las vistas no fueran suficientes, Luis Zafrillas, pintor natural del pueblo, ha creado una de las obras de arte mejor integradas con su lugar de exposición que he visto nunca. ¿El arte es para los museos? No, el arte es para la gente, para que todo el mundo la disfrute y, si el marco es un parque natural, ¿qué más se puede pedir?. ¿Qué puede haber más bonito que el paisaje de un parque natural? Pues el paisaje ilustrado de Valdemeca.
A cavar
El paisaje ilustrado de Valdemeca
¿Cómo se ilustra un paisaje? En el caso de Luis Zafrilla, con escenas de la vida diaria del pueblo desde los años de la posguerra hasta casi la actualidad. Eso sí, no imaginéis cuadros colocados junto a un paseo, eso no sería ilustrar el paisaje, sería taparlo. Lo que encontraréis en Valdemeca son representaciones a tamaño real y con todo lujo de detalle de personajes y actividades típicas del pueblo. Tan perfectas son que pensaréis que algunas incluso se mueven… y es que estaréis viendo a los vecinos de Valdemeca en su día a día junto a las esculturas-pinturas.
El tieso
Está claro que una imagen, sobre todo en este caso, vale más que mil palabras, pero las palabras sirven para explicar un poco más lo que veréis. Cortadas en acero corten, las siluetas de hombres, mujeres, niños, cabras… han pasado por el pincel de Luis Zafrilla para convertirse en los habitantes de Valdemeca. Muchas de las esculturas tienen facciones y rostros de valdemequeras y valdemequeros, lo que hace que se les tenga más cariño aún en el pueblo. Es más, podréis encontrar al propio autor sentado en la talanquera de la plaza de toros portátil mientras llegan las vaquillas hasta los toreros.
Tarde de toros
20 ilustraciones para un paisaje
Aunque el cartel veáis que son 18, el paisaje ilustrado de Valdemeca está vivo y son dos las pinturas que han aparecido desde su inauguración. Y seguirán apareciendo, se ha presentado un proyecto que unirá varios pueblos de la serranía de Cuenca con este paisaje.
El encuentro
La péndola
Desde la pareja de la guardia civil hasta la de abuelas, pasando por la procesión, la plaza de toros o las cabras. Todas estas escenas están representadas en el paseo de poco más de dos kilómetros en el que no se deja de ver el pueblo de Valdemeca en ningún momento.
La guardia civil
A San Roque
Cosas tan tradicionales con separar la paja del grano a base de aventar, o albentar con lo llaman por esta zona, construir un muro con piedras o llevar las mercancías en burro nos cuentan que la vida no fue fácil en la serranía de Cuenca –sigue siendo dura, como podéis ver en las fotos había una buena capa de nieve en el suelo–.
Albentando
Los bolos –siguen siendo tradicionales en las fiestas y hasta hay un campeonato provincial–, la estornija, el trabajasapos o el estiragarrote nos recuerdan que antes de la televisión, de los móviles y de las consolas, la gente se divertía, no voy a decir yo si más o menos, con lo que tenía a mano y con los amigos.
La estornija
Estiragarrote
Trabajasapos
Llegar a Valdemeca
Valdemeca se encuentra en la carretera CM-2106 a poco más de 230 kilómetros del centro de Madrid –dos horas y cuarenta y cinco minutos– y a una hora de Cuenca capital –unos 70 kilómetros–. El paisaje ilustrado de Valdemeca comienza nada más entrar en el pueblo.
Tarde de toros
En el caso de acercarse hasta allí en invierno no olvidéis echar unas cadenas al coche, en la serranía de Cuenca también nieva, aunque en la televisión se hable sólo de nevadas en el norte de España. Y, si es verano, una gorra y protector solar.
Las abuelas
