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La Alcarria alta, de Hontanares a Brihuega

Pueblos pequeños hay en todas partes, pero sólo en el interior puede uno encontrarlos con menos de 30 habitantes a lo largo del año. Ése es el caso de Hontanares, un pequeño pueblo de Guadalajara –no confundir con el de Segovia– y sus vecinos Villaviciosa de Tajuña y Yela. Los tres pedanías bajo el control del ayuntamiento de Brihuega. ¿Cuántos habéis oído hablar de Brihuega? Aquí es donde pasó los últimos años de su vida un grande del periodismo y la literatura de viajes española: Manu Leguineche, y el nombre de la plaza en la que tenia su casa lo atestigua. Además del lugar en el que florecen los campos de lavanda de Brihuega, un espectáculo digno de La Provenza.

Alcarria Guadalajara Brihuega Saltando Hojas

Hoy no hablamos de esos lugares turísticos, o no, que todos tenemos en mente o que nos encanta ver en fotos. Hoy hablamos del pueblo, no de uno cualquiera, de mi pueblo. Y, aunque no esté casi ni en los mapas, ni tenga una iglesia románica o unos montes nevados… sigue siendo un lugar perfecto. En plena Alcarria con fantástica miel, deliciosas nueces y unos cielos límpidos en los que contemplar estrellas.

Hontanares, el pueblo

Pocos madrileños hay que no tengan un «pueblo», y yo no iba a ser menos. Aunque tengo que decir que, como casi siempre, es el de los padres. En mi caso, Hontanares es el pueblo de mi madre. Un paseo por la calle –en este caso casi literalmente «la» calle– nos permitirá pasar por su plaza, su iglesia, su bar y su consultorio médico en pocos minutos. Pero lo bueno llega cuando salimos de la calle y comenzamos a andar hacia las eras, los campos de cultivo, el lavadero, el palomar… Naturaleza sin tocar en la que sentarse a descansar y cargarse de energía abrazando un árbol.

Alcarria Guadalajara Hontanares Eras Atardecer

La fiebre del turismo rural también llegó aquí y, si tenéis ganas de descansar de la actividad frenética de la ciudad, podréis hacerlo, y conoceréis a mi prima que es la que ciudad la casa. De todas formas, los hijos, nietos, sobrinos, primos… de los nacidos en el pueblo no han cortado sus lazos con él y cada fin de semana, invierno incluido, son muchas las casas -casi todas nuevas- que se llenan con niños y adultos.

Alcarria Guadalajara Hontanares Nocturna Luna

Villaviciosa de Tajuña

El primer pueblo por la carretera CM-2005 desde Brihuega es Villaviciosa de Tajuña. Poco más grande que Hontanares y, como dice mi prima Raquel, con menos aspecto de pueblo: la pista de fútbol, la residencia de ancianos, la casa de alpacas de paja… o los carteles de la diputación frente a su iglesia. Más «turístico» pero menos pueblo. Aunque si vas con Raquel la cosa cambia: te contarán que la yegua se encabritó el otro día y se llevó por delante al Pablo o que los de la casa de paja no han tenido todo el éxito que esperaban –las grietas en las paredes lo dejan claro también– o que la Mari ha puesto la casa a la venta. Los pueblos siguen siendo pueblos.

Alcarria Guadalajara Villaviciosa de Tajuna Iglesia

Yela

Yela es la tercera pedania en discordia entre Villaviciosa y Hontanares. Y, la tierra tira, tan «poco pueblo» como Villaviciosa. ¿Por qué será que, incluso no habiendo nacido en el pueblo, como el tuyo no hay otro? También con su iglesia y con su campo, pero inevitablemente, Raquel, vuelve a preferir Hontanares aunque también aquí conoce a todo el mundo y no son pocos los perros que se nos acercan al reconocerla. ¿Qué sería de un pueblo sin perros y gatos por sus calles?

Alcarria Guadalajara Yela Otoño Hojas

Brihuega, cabeza de partido

La muralla nos da la bienvenida a Brihuega y el castillo, del siglo XII, es de las primeras cosas que nos sorprenden, pues está en la zona baja del pueblo –unos 3.000 habitantes entre el pueblo y sus pedanías–. La explicación es sencilla: el pueblo se movió. Antes estaba a los pies del castillo y su muralla, junto al río. Las crecidas inundaban las casas, hasta que los vecinos se hartaron y se mudaron al Barrio Nuevo –en plena Edad Media– por encima del castillo.

Alcarria Brihuega Iglesia San Miguel

Una vez atravesada la puerta de la cadena acabaremos en la plaza del coso. Sí, el nombre le viene de ser coso taurino. Allí está una de las muchas fuentes del pueblo –todos dicen que la mejor es la del Hisopo–, el ayuntamiento y la oficina de turismo –que fue Real Cárcel de Carlos III–. Las fuentes son uno de los atractivos de Brihuega, que cuenta incluso con una ruta para recorrer las doce fuentes con las que cuenta el pueblo. Baste decir que se conoce a Brihuega como el jardín de la Alcarria.

Alcarria Guadalajara Brihuega Muralla

Las estrechas calles con sus casas de piedra en el centro acompañarán vuestros pasos hasta la puerta de la guía y nada más atravesarla al castillo, el castillo de la piedra bermeja. Leyenda o realidad, se cuenta que una joven doncella cristiana de belleza incomparable, fue atacada por el alcalde de la ciudad que se había enamorado locamente de ella. La muchacha defendió su virtud y el alcalde acabó apuñalándola, manchando una piedra con su sangre. Después de eso saltó al vacío –ya en la época musulmana, el alcalde era musulmán, se tomaban las decisiones en el orden equivocado: primero te suicidas y luego ya veremos…–. El caso es que la piedra bermeja se colocó en los muros del castillo y de ahí su nombre.

Alcarria Guadalajara Brihuega Castillo peña Bermeja Cementerio

Camino de otra entrada a la muralla, pasaremos por la plaza Manu Leguineche donde el famoso periodista tenía su casa. Sus últimas obras estaban ambientadas en esta tierra y allí siguen todavía su perro y su gata.

Si seguimos más adelante nos encontraremos con el arco de Cozagón, al sur de la muralla que daba paso al camino a Toledo. Por ahí montaba a caballo el gran Curro Jimenez –el de la serie que, por lo visto, se rodó por estos lares–.

Alcarria Guadalajara Brihuega Arco Cozagon Salto

Un poco alejado del centro, en lo alto de un pequeño cerro para que las corrientes de aire secaran más rápido los tintes, se encuentra lo que una vez fuera la fábrica de paños. Hoy en día es poco más que una ruina techada, pero que muestra bien el esplendor de una época ya pasada hace siglos.

Alcarria Guadalajara Brihuega Fabrica Paños

En Brihuega vivió el rey Alfonso VI de Castilla; tuvieron lugar alguna de las batallas más importantes para la llegada al trono español de la dinastía borbónica, en 1710; batallas contra los franceses en la guerra de la independencia, en 1808; y una de las batallas más nombradas de la guerra civil, en la que muchos soldados italianos participaron, en 1937.

Cómo llegar a Brihuega: Desde Madrid se tarda poco más de una hora, se toma la nacional A-2 hasta Torija y después la CM-2011. También se puede llegar en autobús (Más información: ayuntamiento de Brihuega). Para llegar a Hontanares y resto de pedanías, hay que tomar la CM-2005.

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Comentarios

  • 22 noviembre, 2014 a las 12:56

    Precioso lugar para ir a descansar. Gracias por descubrirme estos rincones 🙂

    Responder
    • 24 noviembre, 2014 a las 16:44

      Gracias a ti por leernos Netikerty,
      Hontanares tiene que mantenerse como un lugar tranquilo para descansar y para que mis tíos y prima vivan felices 🙂

      Responder
  • Marian Ramos
    22 noviembre, 2014 a las 09:22

    ¡Vaya! ¡Qué reportaje tan bonito y lleno de sensaciones! Me ha gustado muchísimo. Gracias por contarnos que los pueblos pequeños también existen. ¡Enhorabuena!
    Un saludo, viajeros 😀

    Responder
    • 24 noviembre, 2014 a las 16:43

      Hola Marian!
      Es que no sólo las grandes ciudades y los lugares más conocidos merecen una visita, y tú lo sabes bien 🙂 Muchas gracias por el comentario, habrá que buscar más pueblos pequeños 😉

      Responder