Montar a caballo, navegar por el río más largo de la península, avistar aves, volar en globo o visitar asentamientos prehistóricos son algunas de las muchas cosas cosas que se pueden hacer en el Parque Tajo Internacional. Ser el primero de sus características en Europa, con administración compartida por dos países, no se lo va a quitar nadie pero, no contentos con eso, mejoran y revitalizan sus municipios –como Alcántara o Monsanto, cada uno a un lado de la frontera– y sus paisajes. Eso sí, no creáis que es un turismo sólo de «admirar», es un turismo de vivir y de experimentar gracias a todas las actividades que se pueden llevar a cabo en sus terrenos… y otro día hablaremos de una de las más importantes, la de comer.
Una visita de cuatro días me permitió acercarme a alguna de ellas en persona y saber de la existencia de otras. ¿Sabías que Extremadura es un destino estrella en el turismo ornitológico a nivel mundial? Pues sí y, sin embargo, en el resto de España sigue teniendo esa imagen de terreno seco, agreste y poco agraciado… No sabemos apreciar lo que tenemos en casa.
A caballo por el Parque Tajo Internacional
¿Qué mejor manera de moverse entre las dehesas y las cañadas del parque Tajo Internacional que a lomos de un caballo? El paseo a caballo tiene dos ventajas, por lo menos, sobre cualquier otro medio de transporte. La primera es que no contamina, aunque si hacemos rutas a pie tampoco producimos más CO2 que nuestra respiración. La segunda es que te olvidas de todo lo que no tenga que ver con admirar cada alcornoque al que han sacado el corcho, cada rastro de jabalí, cada nube que despierta tu imaginación… el caballo se ocupa de llevarte por el mejor camino, a un ritmo tranquilo y tú sólo tienes que centrarte en disfrutar.
Eso fue lo que hice durante casi tres horas en las que no dejé de sorprenderme con todo lo que iba apareciendo: el azul del cielo con nubes que parecían dibujadas, el verde de la dehesa y el rojo de los alcornoques desnudos. Cuando el paseo se acercaba al final, vivimos un poco de aventura recorriendo una trocha escarpada de forma que pudiéramos admirar la habilidad de nuestras monturas y volviéramos a recordar que, de vez en cuando, hay que agarrarse bien a las riendas y a la silla.
Un paseo en globo sobre la dehesa
No tuvimos ocasión de darnos ese paseo en globo sobrevolando las dehesas y las piaras de cerdos ibéricos por temas de tiempo, pero sí que disfrutamos de las vistas. Lo hicimos desde un globo cautivo. ¿La diferencia? El cautivo el globo permanece atado y sólo se mueve en vertical. La altura que alcanzó fue suficiente para desterrar –aunque yo la había desterrado hacía ya mucho tiempo– la idea de una Extremadura seca.
Nunca había probado esta forma de volar y las ganas de cortar las cuerdas y surcar los cielos con el único destino que el viento decidiera estaban en la mente de todos los que montamos. Si estás pensando en volar en globo, el Tajo Internacional es tu destino.
El barco del Tajo
Si el río Tajo es la razón del ser del parque, navegarlo viendo sus paisajes y su fauna es uno de los puntos culminantes de la visita. Siendo, como es, un entorno protegido, no podía ser un barco cualquiera: hablamos de un barco con motores eléctricos para no molestar a los animales –principalmente aves– que vive en las proximidades del río.
Teníamos la esperanza de escuchar los últimos coletazos de la berrea, pero, si en el paseo a caballo el cielo fue el complemento perfecto, a bordo del barco no acompañó. Sufrimos una de las primeras tormentas del otoño cacereño y, como nos comentaron durante la travesía: cuando comienzan las lluvias la berrea termina. Habrá que volver un poco antes el año que viene.
Más información: Barco del Tajo
Avistamiento de aves
La idea inicial era aprovechar el barco para ver alimoches, buitres leonados, cigüeñas negras o cormoranes… que hay en la zona, pero la lluvia, además de callar a los ciervos, impidió volar a los pájaros. Desconocido para casi todos los españoles, son muchos los turistas europeos y canadienses que llegan cada año a esas tierras “sólo” para ver su fauna alada. Existen empresas que montan hides, los lugares en los que esperar pacientemente a que aparezcan las aves, y son muchos los aficionados que contratan sus servicios. Pero no es necesario llegar a esos extremos, sobre el mismo casco antiguo de la ciudad de Cáceres es posible admirar el vuelo de muchas especies –como cernícalos o vencejos–, no en vanos, cada año se celebra el Festival de las Aves.
Paseo arqueológico en el Parque Tajo Internacional
Desde el dolmen Mellizo hasta las pinturas rupestres de la cueva el Buraco, el Parque Tajo Internacional demuestra que el hombre pasó por sus terrenos hace miles de años.
Para haber estado sólo cuatro días no se puede decir que no aprovecháramos bien el tiempo, pero nos dejamos muchas cosas por hacer.
Las actividades de las que hablo formaron parte del recorrido por el parque natural Tajo Internacional de la mano de Extremadura Turismo.