5% de descuento en tu seguro IATI por ser lector de SaltaConmigo.com

Historia y curiosidades de Edimburgo

Un viaje a Edimburgo da para conocer muchas de sus leyendas e historias de fantasmas, pero también para descubrir gran cantidad de curiosidades sobre la capital escocesa. Desde el origen de su nombre hasta su historia subterránea, pasando por sus personajes, sus delincuentes y sus pubs.

Castillo y murallas

Alrededor del antiguo fuerte de Edwin fue creciendo poco a poco una pequeña comunidad, lo que en la Edad Media era conocido como Burgo –poblaciones que se encontraban alrededor de una fortificación–. Una ciudad con tanta historia y tantos mitos tiene un nombre de lo más “evidente”.

Edimburgo Castillo Salto

El crecimiento, durante siglos, del número de habitantes dentro de las murallas de Edimburgo llevó a la construcción en altura. Los estrechos callejones, closes, se convirtieron en lugares oscuros –la luz del Sol no llegaba a iluminarlos– y poco salubres. La situación, con la plaga de peste, se convirtió en insostenible y, en 1753, se decidió cubrir cinco de esos callejones para crear la nueva Royal Mile. Tal es así, que el ayuntamiento tiene ¡once plantas!, más de la mitad subterráneas. Uno de esos callejones cubiertos es el Mary King’s Close, que abrió sus puertas a los turistas en 2003 como atracción con sus espíritus y fantasmas. ¡Ah! y no se tapió con sus habitantes dentro dejándoles morir enfermos de peste y de hambre como cuentan algunas leyendas.

Edimburgo-Ayuntamiento

Esas murallas fueron, durante siglos, no sólo la protección de Edimburgo sino también el límite del mundo para muchos de sus habitantes. Para unos viajeros pensar en pasar una vida en un espacio tan reducido es “complicado”, pero en la Edad Media cruzar la seguridad de unas murallas era poco menos que buscar la muerte por unos caminos poco protegidos. Las murallas han desaparecido, pero como recuerdo está The world’s End: un pub situado en ese lugar que marcaba el fin del mundo para muchos edimburgers.

Ejecuciones y horcas

Otra de sus curiosidades es el Corazón de Midlothian. Situado frente a la entrada del antiguo ayuntamiento, posteriormente cárcel y patíbulo, se trata de unos adoquines en la acera –otros adoquines dorados marcan la situación de los muros del edificio–. Lo sorprendente es que, en una ciudad en la que está prohibido escupir en el suelo, sea tradición hacerlo sobre este corazón. El origen de la tradición puede deberse a la indignación ante los impuestos que marcaba el ayuntamiento o al desprecio a las condenas de la cárcel-patíbulo. Hoy en día se dice que los que lo pisan no conocerán el amor verdadero, mientras que los que lo escupen sí…

Edimburgo Corazon Midlothian Heart

La cantidad de ejecuciones llevadas a cabo en la ciudad durante siglos llevó a construir y dedicar varios lugares a ello. Uno de estos era Grassmarket, la antigua plaza del mercado, en la que se colocaba la horca. En el lugar, además de una horca hecha en el suelo con adoquines, los pubs también recuerdan su función histórica. Uno de ellos es Last drop donde muchos de los condenados cumplían su último deseo que no era otro que echar un trago. Otro, Maggie Dickson. Maggie fue condenada a la horca por asesinar a su bebé. Una vez colgada, camino del cementerio, recuperó la consciencia y desde entonces fue conocida como Maggie la medio colgada. Después de esto, las palabras “hasta la muerte” se incluyeron en las condenas para evitar que volviera a pasar.

Edimburgo Grassmarket

Cuando el número de ejecuciones descendió, la universidad empezó a necesitar más cadáveres para sus clases de medicina. Si Londres tiene su Jack el Destripador, Edimburgo tiene sus Burke y Hare, que inventaron un método para “fabricar cadáveres” para venderlos a la universidad. La diferencia está en que a estos sí los cogieron y, después de ahorcarlos, fabricaron un pequeña cartera con la piel de la mano derecha de Burke que todavía se puede ver en el museo de la policía de la ciudad.

Personajes literarios y animales

Tantos personajes con unas vidas tan intensas no podían pasar por alto a los escritores. El famoso libro El extraño caso del doctor Jekyll y mister Hyde, está basado en un personaje real, en un famoso edimburger. William Brodie, en el siglo XVIII, era un ciudadano ejemplar de día: carpintero trabajador, casado y concejal del Ayuntamiento. Mientras que, de noche, era un bebedor y jugador que desvalijaba las casas de sus vecinos –gracias a que tenía las llaves de casi todas las puertas que construía– y tenía dos amantes. Al ser el único carpintero de la ciudad, tuvo que construirse su propia horca una vez condenado, trabajo para el que necesitó dos años. Una vida así no podía pasar por alto a un escritor como Robert Louis Stevenson. Sin olvidar que J. K. Rowling escribió su primer Harry Potter en uno de los pubs de la ciudad, The Elephant House, o eso dicen ellos.

Edimburgo Colegio Hogwarts

Pero no sólo personajes humanos han hecho famosa a la ciudad de Edimburgo. Como en Japón, con Hachiko, aquí también hay una estatua para un perro fiel: Greyfriars Bobby. Bobby era un skye terrier propiedad de John Grey, un vigilante nocturno del siglo XIX. Durante tres años, hasta que John murió, fueron inseparables. Pero para Bobby nada había cambiado y todos los días durante catorce años vivió al lado de la tumba de John. Hoy se puede ver la estatua en honor de Bobby frente a la entrada del Cementerio Greyfriars.

Para estatuas de animales, la estatua ecuestre en en el patio del ayuntamiento. Los recortes no son una novedad, ya hace tiempo el ayuntamiento de Edimburgo decidió dejar de pagar una parte de lo convenido al escultor que había contratado para realizar esta monumental escultura. Como venganza al ver bajar sus honorarios, éste decidió cambiar las orejas del caballo por unas de cerdo. Hasta un par de semanas más tarde, nadie se dio cuenta y después, decidieron que tampoco quedaban tan mal y allí se quedaron…

Edimburgo Caballo Orejas Cerdo

Para finalizar, sólo a unos escoceses se les podía ocurrir tocar con sus gaitas la banda sonora de Misión Imposible. Fue durante el acto de devolución de la Piedra del Destino, la piedra sobre la que se coronaban los reyes escoceses. Eduardo I de Inglaterra la había trasladado 700 años antes a la Abadía de Westminster para que la coronación del rey inglés fuera también la del escocés.

Y hay mucho más que descubrir, como El tour de los fantasmas:

¿Te quieres de ir de viaje a Edimburgo? Aquí puedes hacerlo:

  • Busca tu vuelo más barato a Edimburgo aquí.
  • Escoge el hotel que más te guste en Edimburgo al mejor precio aquí.
  • Contrata tu traslado desde el aeropuerto a tu hotel aquí.
  • Hazte con las mejores guías de Edimburgo aquí.
  • Contrata tu tour guiado en Edimburgo aquí.
  • Contrata tu seguro de viaje con un 5% de descuento aquí.
banner suscribe rss

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Comentarios

  • 13 marzo, 2013 a las 11:35

    Ufff, colorado me estáis poniendo entre los dos 😉
    La verdad es que Edimburgo es una ciudad que encanta a todos los que la visitan, tiene un algo especial (además de los fantasmas 😉 )
    ¡Gracias!

    Responder
  • 11 marzo, 2013 a las 22:43

    Entradón sobre una de mis ciudades favoritas!! El Mary King’s close es una pasada y una buena forma de explicar como se edifica en esa parte de Edimburgo (sobre los edificios antiguos).

    Enhorabuena!!!

    Responder
  • 11 marzo, 2013 a las 15:05

    Buen post chicos!!! Completo y muy interesante 😉 Mary Kings Close es un lugar muy especial, más por ver cómo vivía la gente hasta el XVIII que no por los fantasmillas.

    Un abrazo

    Responder
    • 13 marzo, 2013 a las 11:34

      Muchas gracias… viniendo de una enamorada de Edimburgo tiene mucho valor!! 🙂
      Lo de los fantasmillas es más leyenda que otra cosa seguro… pero ver cómo eran las cosas hace unos siglos merece mucho la pena, aunque está demasiado «explotado»: entrada cara, no se pueden hacer fotos… pero es lo que hay, su dineral les habrá costado recuperarlo como para ahora no rentabilizar la inversión.

      Responder