¿Qué puedes hacer gratis en Sidney? Incluso en Australia, un país donde todo es carísimo, puedes disfrutar de actividades gratuitas, por ejemplo las rutas panorámicas que te ayudarán a descubrir el paisaje costero a pocos kilómetros del centro de la capital.
Desde la playa más famosa de Sidney, la Bondi Beach –siempre llena de surferos, sydneysiders que pasan el rato y turistas que curiosean o aprovechan para darse un baño–, sale una sugestiva ruta panorámica que recorre los acantilados hasta llegar a la cercana Coogee, a 5,5 km de distancia. Es un camino agradable y bastante sencillo –aunque no muy aconsejable cuando haga demasiado sol, ya que no hay casi zonas de sombra– que se recorre en unas dos horas y media, algo más si uno se lo toma con más calma. A lo largo de la ruta los miradores para admirar las vistas panorámicas y avistar ballenas –por aquí pasan las ballenas jorobadas de mayo a noviembre todos los años– se alternan con las playitas donde darse un chapuzón, los puntos de buceo y snorkel, los parques, los carteles que cuentan la historia de los aborígenes que vivían aquí antes de la llegada de los conquistadores ingleses y hasta un pintoresco cementerio.
Nosotros fuimos a finales de octubre y no avistamos ninguna ballena –la estación estaba a punto de terminar y, por suerte, ya las habíamos visto ya en Hervey Bay– pero pudimos disfrutar de la original exposición Sculpture by the Sea, uno de los mayores eventos artísticos que ofrece Sidney a sus visitantes todos los años entre finales de octubre y mediados de noviembre. La primera parte de la ruta panorámica, desde Bondi Beach a Tamarama Beach, se transforma en un gran museo al aire libre gratuito con vista al mar en el que se exponen obras de arte contemporáneo que se integran perfectamente con el paisaje, algo que no deberías perderte si pasas por la ciudad en este periodo.
Desde Tamarama Beach la ruta continúa, pasando por una reserva natural, hasta Bronte Beach y allí, siempre siguiendo el acantilado, se rodea el cementerio de Waverley. Nada más lejos del concepto de cementerio que tenemos en Europa, éste se encuentra justo encima del acantilado en una zona llena de luz. Hasta vimos un cartel en el que aparecía el contacto para ser enterrados aquí, ¡se lo deben de rifar! Eso sí, los cuervos apoyados en las lápidas le daban un toque menos alegre y un puntillo tétrico, algo que todo buen europeo busca en un cementerio…
Una vez superado el cementerio, se llega hasta Clovelly –un conocido punto de buceo–, Gordon’s Bay y, finalmente, a Coogee Beach: la última parada del pintoresco camino.
Cómo llegar a Bondi y volver desde Coogee a Sidney
El recorrido sale del Bondi Icebergs Swimming Club, en Bondi Beach, al que se llega desde el centro de Sidney en una media horita en autobús (el 380 y el 333). Toda la ruta está muy bien señalizada, además de que se trata simplemente de seguir la línea de la costa. Justo al lado del final del camino, en Coogee, hay otra parada de autobús desde donde el 372 y el 373 te volverán a llevar al centro de la ciudad en unos 40 minutos.
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