La siguiente parada fue Estremoz, prácticamente en la carretera a Badajoz. Como todas las ciudades de la zona está amurallada, aunque en este caso sólo la ciudad antigua. Es famosa por sus canteras de mármol. La presencia de dicho mineral en el templo romano de Évora demuestra la antigüedad de la ciudad. El altar de la catedral de Évora también tiene su mármol.
El antiguo castillo, construido en 1.258, forma parte hoy en día de la red de Pousadas de Portugal (nuestros Paradores).
La Reina Santa Isabel, Isabel de Aragón y Sicilia, reinó en Portugal entre 1.282 y 1.325, muriendo en Estremoz en 1.336. Desde joven fue muy devota y ayudó a viejos, enfermos y mendigos confeccionando ella misma ropa para ellos. Durante su reinado construyó hospitales, escuelas gratuitas, refugios para huérfanos,… Fue canonizada por el Papa Urbano VIII en 1.625. Un monumento en la ciudad recuerda su figura.
El casco antiguo del pueblo tiene el ambiente de toda la zona: calles empedradas y casas encaladas.
El exterior de la muralla tiene un cierto aire a Ávila, aunque la visión de la torre de las tres coronas (la torre del homenaje del castillo) nos deja claro que no estamos allí.
