Lunes 17/11/2008 (1)
Hoy toca madrugar menos, en Damasco nada abre antes de las nueve, así que hay tiempo. Lo que sí hay que hacer es cerrar a los symbios y volver a dejarlos en la recepción que luego salimos para Amán.
Damasco es la ciudad habitada más antigua del mundo
El zoco de Damasco se llama Hamidie, tiene ese nombre porque fue construido por orden del sultán turco Abdel Hamid a finales del siglo XIX. Al final de la calle el zoco se abre en las calles adyacentes. La calle principal sigue estando vacía a esta hora, poco más de las ocho de la mañana.
Localizamos, aunque ya la habíamos visto los días anteriores, la mezquita de los Omeya. Está justo enfrente de los restos de un templo romano dedicado a Júpiter.
Como todavía está cerrada vamos a visitar el palacio Azem. De camino vemos unas mezquitas desde el exterior.
Visitando el palacio Azem
El palacio Azem es un palacio reconvertido en museo de tradiciones populares. El edificio es enorme, se ve que los Azem tenían dinero. Su fecha de construcción es relativamente nueva, 1.749, cuando el cabeza de familia era el pachá (gobernador de la región) As’ad Al-Azem. Su construcción requirió 800 trabajadores durante dos años. El resto de obras de la ciudad fueron paralizadas durante ese periodo y el sistema de agua fue cortado hasta que se finalizó la fontanería del palacio.
Tenemos que esperar un poco a que abran en la puerta.
Estaba dividido en cuatro secciones:
- Haramlik, zona privada de la familia
- Salamlik, zona de negocios y recepciones para el cabeza de familia y clientes o huéspedes
- Khadamlik, zona de los sirvientes
- Hamman, baño privado
Cada zona tenía su propio patio con fuentes y jardines. Casi toda la decoración de la casa es visible desde el interior, pues el exterior está compuesto por altos muros defensivos.
En el palacio cada habitación, tiene dieciséis grandes salones, diecinueve salas en la planta baja, nueve en la alta, tres iwans (es un espacio cerrado con una cúpula o libre, rodeado con paredes por tres lados y con un lado libre), sótano almacén, una zona para rezar, establo y aparcamiento de carruajes, se ha transformado en una sala de museo en donde se exponen objetos que no tienen, inicialmente, relación con la función original de la habitación en el edificio cuando se construyó.
En la zona Haramlik, zona privada de la familia, hay: una escuela, con maniquíes de niños y de un maestro; un salón; una sala con instrumentos musicales, aquí nos enteramos del nombre de los instrumentos que tocaron en Petra: la especie de guitarra se llama rebab/rebabah, y la flauta nai/nay; la sala de la novia, donde explicaban cómo preparaban a la novia antes de la boda, baño, vestido, etc.; la habitación de la suegra, al realizarse las bodas tan pronto y ser la novia la que abandonaba su casa para ir a la casa del novio, la suegra se transformaba en su madre, cuidándola y enseñándola a ser una buena esposa; la recepción del príncipe Faisal, con muebles originales de 1.920; la sala de la peregrinación a la Meca, con un curioso baldaquín sobre una enorme figura de camello, coranes diminutos y versículos del corán escritos en granos de trigo y arroz; un café; una sala de armas; y la sala de recepciones, que se encontraba cerrada en ese momento.
La zona de Salamlik, zona de los hombres, cabeza de familia y clientes o huéspedes, contaba con una sala de vestidos; una de trabajadores de cobre; otra de trabajadores de tejidos, con moldes y un gran telar; trabajadores de cristal, sopladores; de madera; de cuero, con botas y zapatos de todos los tamaños, también hay bolsos.
La zona de Khadamlik, zona de los sirvientes, no es accesible.
Y el Hamman tan completo como cabía esperar de un pachá. De hecho no era habitual que un familia contara con uno privado tan completo incluso siendo adinerada.
Fue un día muy largo, mañana más.