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De Moscú a Colonia

Nuestro último día en Moscú volvimos a acercarnos a la Plaza Roja. Pasando frente a la estatua de Karl Marx y del teatro Bolshói, que está siendo restaurado, aunque más que restaurado lo que han hecho ha sido tirar todo el interior (incluido el techo) y lo están haciendo de nuevo.

En la entrada de la Plaza Roja asistimos de nuevo al espectáculo de las mujeres mayores recogiendo las monedas que tiran los turistas, tanto rusos como de otros países. En muchas ocasiones ni dejaban que las monedas llegaran al suelo antes de cogerlas, lo hacían al vuelo. Y luego se repartían el dinero entre ellas, eso sí, sólo cogían las monedas grandes, los kopeks seguían en el suelo.

Al otro lado del museo de historia se encuentra un enorme centro comercial subterráneo, bajo una cúpula coronada por una estatua de San Jorge y su dragón. En su interior una nueva muestra de la traducción fonética rusa, un cofi jause escrito en cirílico.

En Moscú hay una enorme cantidad de iglesias, ésta estaba al lado de nuestro albergue y la foto cayó camino del aeropuerto.

Al aeropuerto llegamos con más de cuatro horas de adelanto. No sabíamos la cantidad de problemas que nos podríamos encontrar y de lo que sí estábamos seguros es de que no íbamos a encontrar mucha ayuda si pasaba algo. El problema fue que no se podía entrar a la zona de facturación hasta dos horas antes y allí nos quedamos esperando. Después facturar y primer sello en el billete; pasar el control de pasaportes sello en el pasaporte y segundo sello en el billete; equipaje de mano, tercer sello en el billete; y entrar al avión y último sello, cuatro sellos para conseguir salir de Rusia.

La llegada a Colonia fue a la hora prevista, pero la máquina de los billetes para el cercanías alemán, S-Bahn, no funcionaba. Por suerte un revisor pasaba por allí y nos dijo que le siguiéramos que no había problemas. El albergue de Colonia está a un par de paradas de tren del aeropuerto y, a pesar de que nos costó un poco situarnos en el plano, llegamos a una buena hora. Esto sí que es Europa, el albergue es un edificio de más de diez plantas, desde el que se ve todo el centro, incluida la catedral, y que podría pasar perfectamente por un hotel de tres estrellas de los buenos.

El diario completo aquí.

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Comentarios

  • JAAC
    4 septiembre, 2008 a las 10:15

    Eso sí que es viajar cómodo Bira 🙂

    En realidad lo de llamativos lo somos en todo el mundo, te acercas a la Granja de San Ildefonso y ya verás también…

    Gracias por las felicitaciones.

    Sobre los billetes te diré que no todos se pueden comprar por internet. Algunos tienen que ser allí. Piensa, por ejemplo, en los cercanías, no se puede comprar un billete de cercanías por internet. Y otros trenes un poco más «lujosos» también tienen esa restricción.

    Y el tema ¿hoteles? ¿Hoteles? jajaja sólo un hotel en todo el viaje. Los albergues en los que estuvimos, uno en San Petersburgo y otro en Moscú eran asquerosos y muy caros, pero por lo que habíamos leído el alojamiento en Rusia es carísimo y no hay muchas más opciones a no ser que tengas un dineral y ganas de gastarlo en dormir, que se puede dormir en casi cualquier sitio.

    La comida contundente. El clima ayuda a que no haya mucha cosa flojilla en la mesa, mucha carne y bien calórico. Aunque la comida que probamos más fue la georgiana, el resto de días comprábamos comida preparada o en supermercado.

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  • BIRA
    3 septiembre, 2008 a las 15:14

    A las buenas. He terminado mi periplo ruso (qué morro tengo) y vengo encantada, descansadita y con la mente dorada (qué manía tienen estos rusos con los dorados, eh, y qué poco me gustan a mí esas cosas tan brillantonas). Tengo que felicitarte, una vez más, por los post, por la descripción del viaje y por la calidad de las fotografías (estais hechos un par de fenómenos).

    Rusia es un país que me intriga, que me fascina y al que repelo a la vez. Por lo que he leído en tus post, hay muchísimas cosas para ver y una gran Historia que descubrir. Mi problema es que, así en general, no puedo con los rusos, o su comportamiento en el extranjero y, por lo que cuentas, en su país tampoco es que sean muy amables. Una vez, en Egipto, coincidimos en el hotel con tropecientos rusos y te juro que ni uno de ellos sabía lo que era la educación y el saber estar. Pretendían ser atendidos siempre los primeros, aunque tuvieran que ganarse el puesto a boinazos. Lo peor.

    Bueno, al grano. El viaje me ha parecido muy interesante y la Plaza Roja debe ser una auténtica gozada (a pesar de las “recogemonedas”, pobre gente. Claro que teniendo en cuenta los salarios que se cobran allí, no me extraña que salten a la búsqueda de la moneda). Sabía de la espectacularidad del metro por documentales, y tus fotos no han hecho más que resaltarla. Lo que me ha dejado muerta es la cantidad de problemas para conseguir los billetes. Qué rollo, no? Supongo que no es esta una ciudad para ir con el tiempo justo. Y digo, no es posible comprar los billetes antes de partir? Igual que se reservan los hoteles, digo.

    Hablando de hoteles, qué tal está el tema de albergues? Nunca he estado en ninguno y no sé muy bien cómo funciona el tema. Ah, y lo de las comidas… qué tal se come por allí? Qué tipo de comida hacen?

    En fin, Jaac, que todo muy completito y muy bien explicado. Así da gusto viajar!!
    Besos para ambos!

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