Las rías, esos brazos de mar que se adentran en la tierra, son una de las grandes señas de identidad de Galicia. Se dice que son las huellas que dejaron los dedos de Dios al apoyar aquí su mano para descansar tras la creación del Universo. Y lo cierto es que algo de divino parecen tener sus pueblos marineros, sus playas de aguas turquesas, sus viñedos, sus pazos y su gastronomía que nace en el agua o brota de –o se cría en– la tierra, pero parece caída del cielo.
Hablamos en particular de las Rías Baixas, y más en particular de las que ocupan el sur de Galicia, en la provincia de Pontevedra: la ría de Arousa, la ría de Pontevedra, la ría de Aldán y la ría de Vigo. Y, ya metidos en faena, nos tomamos la libertad de alejarnos un poco de ellas para disfrutar de visitas y experiencias en el interior de la provincia o en otras zonas cercanas de costa. Estas son nuestras 20 cosas que ver y que hacer en las Rías Baixas, en la provincia de Pontevedra.
Antes de que digas nada, sí, sabemos que faltan unas cuantas. Algunas todavía no las hemos visto –están apuntadas para próximos viajes–. Otras, aunque sí las hemos vivido, no han entrado en el listado de favoritas. 20 cosas que hacer y que ver en las Rías Baixas ya nos parecían suficientes.
- 1. Las islas atlánticas, lo primero que tienes que ver en las Rías Baixas: las famosas Islas Cíes y la menos conocida Isla de Ons
- 2. El casco antiguo de Pontevedra: uno de los mejor conservados de Galicia
- 3. El pazo de Lourizán: un descubrimiento en nuestro viaje por las Rías Baixas
- 4. El Castillo de Soutomaior: fortaleza medieval y palacio neoclásico entre Pontevedra y Vigo
- 5. El mejor banco del mundo… o uno de ellos, en Redondela, y más vistas a la ría de Vigo
- 6. Combarro y sus hórreos, imprescindible en las Rías Baixas
- 7. El monasterio de Poio: uno de los más importantes de Galicia
- 8. Las ruinas de la iglesia de Santa Mariña Dozo en Cambados y su cementerio singular
- 9. Monte Facho y Cabo Home: ¿la mejor puesta de sol de las Rías Baixas?
- 10. El Bosque Encantado y el Castillo de Aldán: cuando lo del “lugar de cuento” es de verdad
- 11. La Granxa das salinas do Ulló: otro lugar tomado por la naturaleza
- 12. Mondariz-Balneario: relax y una arquitectura inesperada para un pueblecito
- 13. El Castillo de Sobroso: un castillo en el verde gallego
- 14. Tui: su impresionante catedral y mucho más
- 15. El castro de Santa Trega: historia celta y vistas de vértigo a la desembocadura del Miño
- 16. La ruta de los muiños do Folón e do Picón: 67 molinos antiguos, una catarata y mucha naturaleza
- 17. Y… ¿qué hacer en las Rías Baixas? Visitar una bodega de albariño
- 18. Darte un baño en una de las playas de las Rías Baixas
- 19. Dormir en un hotel con encanto
- 20. La experiencia definitiva: disfrutar de la comida gallega
- Mapa de lugares que ver en las Rías Baixas
1. Las islas atlánticas, lo primero que tienes que ver en las Rías Baixas: las famosas Islas Cíes y la menos conocida Isla de Ons
Las Islas Cíes no necesitan presentación: hogar de la playa más bonita del mundo según The Guardian y de una naturaleza soberbia según cualquiera que las visite. Son parada obligada cuando haces turismo por las Rías Baixas. En nuestro artículo de consejos para viajar a las Islas Cíes, te contamos todo sobre la visita: cómo funciona el permiso, las navieras, las rutas de senderismo, cómo llegar, etc. Hay que ir al Parque Nacional de las Islas Atlánticas con los deberes hechos.
A pesar de que muchos de los visitantes de Isla de Ons lo son porque ya conocen las Islas Cíes, no pienses que es un segundo plato. Unos paisajes muy similares, playas de aguas turquesas, senderos entre bosques y acantilados… y un extra: hay alojamientos y restaurantes con, según dicen –y pudimos comprobar– el mejor pulpo a feira de Galicia. Si te animas, también tenemos un artículo sobre ella Qué ver en la Isla de Ons y consejos para su visita. También forma parte del Parque Nacional de las Islas Atlánticas junto con las Islas Cíes, Sálvora y Cortegada.
2. El casco antiguo de Pontevedra: uno de los mejor conservados de Galicia
Galicia es naturaleza, pazos, hórreos, pueblecitos, playas, rías… pero también ciudades. La más pequeña de las capitales gallegas, Pontevedra, tiene uno de los cascos históricos mejor conservados de la comunidad autónoma. Además de pasear por sus calles a tu ritmo, puedes reservar un tour teatralizado para no perderte ni un detalle. Los pontevedreses, con razón, están muy orgullosos de lo bien cuidado que está su casco antiguo. ¡Una señora hasta nos paró en la calle para comentárnoslo! Nosotros te lo contamos todo en nuestro artículo 9 lugares que ver en Pontevedra.
3. El pazo de Lourizán: un descubrimiento en nuestro viaje por las Rías Baixas
El pazo de Lourizán fue todo un descubrimiento. Nos lo recomendó una pontevedresa y no podemos estarle más agradecidos. Un enorme y suntuoso palacio del siglo XIX en el que se reunieron algunas de las personalidades más influyentes de la época. En sus salones, por ejemplo, se negoció el Tratado de París, por el cual España cedió las islas de Cuba, Puerto Rico, Filipinas y Guam. Hoy, su interior no se puede visitar: está completamente abandonado y el lujo ha dado paso a la dejadez. Tiene, eso sí, un cuidadísimo jardín con una cueva, fuentes monumentales, plantas de todo el mundo y muchas flores, sobre todo camelias –forma parte de la ruta de la camelia–. Suena bien, ¿no? Pues es aún mejor. Te contamos más de la visita y te explicamos cómo llegar en El pazo de Lourizán: el sueño romántico de Pontevedra.
4. El Castillo de Soutomaior: fortaleza medieval y palacio neoclásico entre Pontevedra y Vigo
El Castillo de Soutomaior era uno de los puntos que estaban bien marcados con rotulador fluorescente en nuestra ruta por las Rías Baixas. Tanto, que hemos ido dos veces. La primera nos quedamos en la puerta porque estaba cerrado por obras y nos tuvimos que “conformar” con su muralla y su jardín.
A la segunda, con su flamante nueva musealización de la Diputación de Pontevedra terminada, pudimos conocer su interior, su historia y la de algunos de los personajes que pasaron por sus salas: desde los Soutomaior hasta Maria Vinyals. Echa un vistazo a nuestro artículo sobre el Castillo de Soutomaior para comprobar que merecía la pena volver para visitar su interior.
Rincón Salta Conmigo
Las rías gallegas se disfrutan de cerca, pero, con perspectiva, se convierten en épicas. Muy cerca del Castillo de Soutomaior, en la puerta de la ermida da Peneda, tendrás una de las mejores vistas panorámicas de la ría de Vigo: la ría con sus bateas, el puente de Rande, la ciudad de Vigo, el mar…
¿Quieres más? Pues, además de seguir leyendo –quedan muchos lugares que ver en las Rías Baixas–, echa un vistazo a las excursiones más populares en la zona.
5. El mejor banco del mundo… o uno de ellos, en Redondela, y más vistas a la ría de Vigo
¿Cuántos “mejores bancos del mundo” hay? No lo sabemos, así que nos es complicado hacer una clasificación. Eso sí, podemos decir que el “mejor banco del mundo” de Redondela tiene vistas de escándalo de la ría de Vigo. Te avisamos de que es un poco complicado llegar –te lo marcamos en el mapa–, pero merece la pena.
6. Combarro y sus hórreos, imprescindible en las Rías Baixas
Antes de viajar a las Rías Baixas, fuimos pidiendo a amigos, lectores y seguidores sugerencias de visitas en la zona. Había un sitio que siempre, sin falta, se repetía: Combarro. Sus hórreos junto al mar, que se pintan de rojo al amanecer, hacen que sea una de las visitas obligadas de la zona. Así como sus cruceiros, sus callejuelas porticadas, sus callejones que “caen” al mar… Echa un vistazo a Combarro, donde los hórreos se reflejan en el mar y comprobarás por qué todo el mundo se enamora de este pequeño pueblo.
7. El monasterio de Poio: uno de los más importantes de Galicia
Muy cerca de Combarro, camino de Pontevedra, hay otra visita ineludible en las Rías Baixas. Un lugar algo menos conocido, pero no por ello menos impactante: el monasterio de Poio –mosteiro de San Xoán de Poio para ser exactos–. Uno de los monasterios más importantes de toda Galicia.
Formas clasicistas y barrocas, un estupendo retablo de estilo churrigueresco, el sepulcro de la muy venerada Santa Trahamunda, el precioso claustro de las procesiones del siglo XVI… No le falta nada a este monasterio mercedario. Hay dos sorpresas más: el mosaico del Camino de Santiago de 200 m2 en el claustro del cruceiro y el hórreo de mayor capacidad de Galicia en el exterior del monasterio.
¿Sabías que…?
Santa Trahamunda es popularmente considerada la santa de la ¡morriña! ¿Puede haber algo más gallego? Así que si eres de Galicia y la echas de menos, ya sabes a quién encomendarte para volver…
Si quieres saber más, echa un vistazo a nuestro artículo El monasterio de San Xoán de Poio: morriña y Camino de Santiago.
8. Las ruinas de la iglesia de Santa Mariña Dozo en Cambados y su cementerio singular
Otro lugar que siempre aparece en los listados de sitios que visitar en las Rías Baixas es Cambados. No podemos estar más de acuerdo. Todo el pueblo es una joyita, pero, en particular, las ruinas de la iglesia de Santa Mariña Dozo. Una iglesia gótica de la que solo quedan parte de sus paredes y sus arcos de bóveda. En el suelo, entre la hierba, aparecen unas lápidas… Sí, el suelo de la iglesia y su entorno se siguen utilizando, ahora como cementerio. Te contamos qué más cosas visitar en nuestro artículo Qué ver en Cambados. Si lo prefieres, puedes recorrerlo con un tour guiado por Cambados.
9. Monte Facho y Cabo Home: ¿la mejor puesta de sol de las Rías Baixas?
Volvemos a la naturaleza con sus miradores y sus playas en el comienzo de la ría de Vigo, en la península de Morrazo. Nos vamos a la zona del Cabo Home. Pero, primero, te aconsejamos que subas hasta el mirador del Monte Facho para disfrutar de las vistas de las casitas del pueblo de Donón, de la desembocadura de la ría y del perfil de las Islas Cíes. Por el otro lado, será Isla de Ons la que muestre su relieve en el Atlántico. Y no solo por las vistas, también por los petroglifos y por los restos del castro… Te aseguramos que el esfuerzo compensa.
Lo que no te va a suponer ningún esfuerzo es asomarte al Atlántico desde la caracola de Cabo Home. ¿Por qué? Porque está al lado del aparcamiento. Si llegas al atardecer y el cielo es generoso contigo, podrás disfrutar de una de las mejores puestas de sol de las Rías Baixas.
Y, ¿qué hay más allá? En el Cabo Home propiamente dicho se alzan ni uno ni dos, sino tres faros. Tres faros a los que puedes acercarte paseando y también una playa paradisíaca: la playa Milide. Eso sí, es mejor que llegues andando hasta allí. Ese camino infernal que Google Maps te indica para llegar al cabo y al aparcamiento no tiene ningún mantenimiento desde hace demasiado tiempo y te jugarás los bajos, los amortiguadores y los nervios. Además, tendrás que ir tan despacio, que andando casi llegarás antes.
10. El Bosque Encantado y el Castillo de Aldán: cuando lo del “lugar de cuento” es de verdad
Seguimos en el extremo de la península de Morrazo –la que se forma entre las rías de Pontevedra al norte y de Vigo al sur– y nos encontramos con un bosque encantado. Vale, estando en Galicia, parece que un bosque encantado no tiene mérito… Pero es que este se llama así: Bosque Encantado, con mayúsculas. No encontramos ningún espíritu paseando entre los gigantescos árboles de este bosque atlántico, pero, de encontrarlos en algún sitio, este sería perfecto. Date una vuelta por los caminos alucinando con las caprichosas formas de los troncos, siguiendo el riachuelo hasta llegar al castillo.
Un castillo muy especial, como no podía ser de otra forma en un bosque encantado. Hablamos del Castillo de Aldán, en realidad, la casa torre de los condes de Canalejas. La sorpresa al ver aparecer un pequeño castillo de murallas almenadas y puente levadizo en mitad del bosque es brutal. Y su aspecto, cubierto por musgo y asediado por la vegetación, le da un aire todavía más irreal.
11. La Granxa das salinas do Ulló: otro lugar tomado por la naturaleza
De la desembocadura de la ría de Vigo nos vamos al final, a un lugar que, aunque construido por el hombre, ahora es dominio de la naturaleza –mucho más que el castillo de Aldán–. Seguro que has visto fotos de los templos de Angkor en Camboya –nosotros tenemos unas cuantas, sin ir más lejos–. Construcciones invadidas por la naturaleza, con árboles creciendo en los muros y en los patios de los templos. Pues hay un “Agnkor gallego” y es la Granxa das salinas do Ulló. Las ruinas de los edificios levantados para dar servicio a la cercana salina.
Se construyeron a finales del siglo XVIII y principios del XIX, pero tienen un aspecto mucho más antiguo, casi como si hubieran sido levantados por una olvidada civilización. Ponte tu sombrero de Indiana Jones y a explorar. Ojo, siempre con cuidado, que las vigas de madera de los techos pueden caer en cualquier momento.
12. Mondariz-Balneario: relax y una arquitectura inesperada para un pueblecito
Mondariz-Balneario fue un referente en el turismo termal europeo desde finales del siglo XIX. El reconstruido Gran Hotel –que se destruyó casi por completo en los años ‘70 del siglo pasado– fue, en su época, todo un símbolo de la grandiosidad, el esplendor y el lujo. Llegó a hospedar a celebridades como el mismísimo Rockefeller y ¡hasta a acuñar su propia moneda! Echa un vistazo a Qué ver en Mondariz-Balneario, la ciudad del agua de Galicia si quieres saber más.
La esplendorosa fuente de Gándara y la abandonada fuente de Troncoso –hoy clausurada– recuerdan esa magnificencia. El balneario sigue activo y puedes bañarte en esas aguas. También puedes beberlas en la fuente de Gándara. El olor es desagradable y su sabor no es mucho mejor, pero, por lo visto, es buenísima para la salud. Para combatir afecciones metabólicas, locomotoras, respiratorias, nerviosas, cardiovasculares… vamos, ¡que es milagrosa! En la placa de la fuente se indican todas las dolencias que puede combatir.
¿Sabías que…?
A pesar de su vistosa arquitectura, Mondariz-Balneario, con sus 2,4 km2, es el municipio más pequeño de España.
13. El Castillo de Sobroso: un castillo en el verde gallego
Otro imponente castillo medieval en la provincia de Pontevedra, en este caso, más en el interior. En el municipio de Mondariz, pero propiedad del ayuntamiento de Ponteareas –es un poco lioso–. Hablamos del Castillo de Sobroso y tenemos que confesar que nos costó encontrarlo porque, aunque su muralla y sus dominios son amplios, está rodeado de un denso bosque que lo mantiene oculto de miradas indiscretas. Tan oculto, que es casi imposible verlo entero si no es con un dron.
Convertido también en museo por la Diputación de Pontevedra, cuenta su propia historia en boca de sus habitantes más ilustres a través de proyecciones y efectos digitales. La mismísima Doña Urraca fue la que nos dio la bienvenida. Si quieres saber más curiosidades de un castillo que estuvo a punto de ser comprado por Julio Iglesias –sí, ese Julio Iglesias–, echa un vistazo a nuestro artículo sobre el Castillo de Sobroso.
14. Tui: su impresionante catedral y mucho más
La catedral de Tui es una de las grandes “maravillas religiosas” de Galicia. Una catedral románico-gótica transformada en fortaleza almenada por su posición en la frontera entre España y Portugal. Joyas barrocas en su interior, vistas al Miño, a Portugal y a toda la ciudad desde el mirador de la torre… ¿A que suena bien? Te lo contamos todo en La visita a la catedral de Tui: el castillo de la fe.
Pero en Tui también están la judería –con la única casa judía que se conserva en toda Galicia: la casa de Salomón, del siglo XV–, el Puente Internacional a Portugal y muchos otros edificios religiosos. Algunos de ellos a lo largo del Camino de Santiago: aquí empieza, cruzando el puente, el camino portugués en España.
15. El castro de Santa Trega: historia celta y vistas de vértigo a la desembocadura del Miño
El castro celta más conocido de Galicia también está en las Rías Baixas. Hablamos del castro de Santa Trega. Es uno de los más interesantes desde el punto de vista histórico. No te puedes perder la visita a su pequeño museo donde se conservan piezas como las 40 esvásticas que estaban empotradas en las paredes de las casas o los dos remates de oro de torques, los collares celtas.
Pero al castro también hay que subir por las magníficas vistas a la desembocadura del Miño y a la ciudad de A Guarda, con su fortaleza del siglo XVII.
16. La ruta de los muiños do Folón e do Picón: 67 molinos antiguos, una catarata y mucha naturaleza
Una ruta entre paisajes verdes, cataratas, vistas a la desembocadura de Miño y… 67 molinos antiguos. Y, en nuestro caso, una sorpresa al final. Contamos todo en nuestro artículo sobre la ruta de los muiños do Folón e do Picón. ¡Una de nuestras paradas favoritas del viaje por las Rías Baixas!
17. Y… ¿qué hacer en las Rías Baixas? Visitar una bodega de albariño
Pasamos a las experiencias. Algo que tienes que hacer en las Rías Baixas sin duda es visitar una bodega de albariño o, en general, de vino DO Rías Baixas. Hay muchas, nosotros elegimos una con historia: la del Pazo de Fefiñanes. Está ubicada en un edificio renacentista del siglo XVI, en pleno centro histórico de Cambados, aunque empezó a funcionar como bodega en 1904. Su dueño, el marqués de Figueroa, es el presidente de la DO y sus vinos son de los más premiados. Te lo contamos todo en nuestro artículo La visita al palacio de Fefiñanes y sus bodegas.
18. Darte un baño en una de las playas de las Rías Baixas
Nosotros no somos muy de playas. O sea, nos gusta admirarlas, pero no “ir a la playa”. En cualquier caso, no podíamos dejar de pasarnos por alguna de ellas para eso, para admirarlas, pero sin llenarnos de arena. En nuestro descargo, también tenemos que decir que nunca hemos ido en época de baño… que si el agua suele ser fría en verano, en otro momento mejor ni intentarlo.
Vale, está la playa de Rodas en Cíes, pero no es la única. Ya hemos mencionado las de Isla de Ons y la de Melide de Cabo Home, además de las cercanas de Barra, Viñó y Nerga unidas por senderos y rodeadas de bosques. Pero no fueron las únicas que visitamos, también nos acercamos a las playas de la illa de Arousa, como las de Xastelas y A Lameira en el sur o de La Secada en el norte y a la famosa playa de Samil en Vigo.
Saltaconmiconsejo
No dejes de acercarte a la playa de Samil al atardecer para disfrutar de la puesta de sol con las Islas Cíes de fondo.
Otras que todavía tenemos pendientes, y es que siempre hay más que ver en las Rías Baixas, son la playa de la Lanzada, en el istmo que llega a la península de O Grove y las calas de la bahía de Aldán. ¡Que no se diga que faltan playas en Pontevedra!
19. Dormir en un hotel con encanto
¿Qué tal dormir dentro de unas murallas levantadas entre los siglos XI y XVII? ¡Más sensación de seguridad, imposible! La fortaleza de Monterreal, con su historia y sus vistas al mar, es el lugar más emblemático de Baiona. En los años ‘60 del siglo pasado, se levantó aquí el Parador de Baiona, el lugar que escogimos para dormir en la ciudad. ¡Y qué delicia su comida! Todos sus platos nos encantaron, aunque sus postres a base de castaña nos conquistaron. Echa un vistazo a nuestro artículo El castillo-parador de Baiona y la ciudad más allá de él.
¿Más paradores en los que darse un capricho en las Rías Baixas? Pues el Parador de Tui, sin ir más lejos. Una fiel reproducción de un pazo gallego en el que también nos dimos un homenaje gastronómico. Por cierto, la mejor vista de la catedral de Tui al atardecer es desde allí.
Acabamos nuestra sección de hoteles con encanto en las Rías Baixas con un descubrimiento: el Nande Hotel da Natureza. Un hotel rural en mitad de la naturaleza –el nombre no engaña– y de viñedos, pero hasta con jacuzzi en la terraza de la habitación y un restaurante muy interesante.
20. La experiencia definitiva: disfrutar de la comida gallega
Por supuesto, la experiencia definitiva tenía que estar relacionada con la comida. No solo de marisco vive la gastronomía gallega: el pescado, el pulpo, la ternera gallega, el caldo gallego, el cocido gallego, las empanadas, esas tortillas tan ricas, las filloas, los canutillos de crema… ¡Se me hace la boca agua solo con escribirlo! ¿Y los precios? ¡Una ganga para nosotros que vivimos en Madrid!
Desde restaurantes tradicionales con platos típicos hasta otros más elaborados como el último del que nos hemos enamorado: A Xanela Gastronómica en Ponteareas. Un restaurante recomendado por la Guía Michelín como Bib Gourmand –mejor relación calidad-precio– con un menú del día a la hora de comer por ¡20 €! Todo un lujo que no te puedes perder en las Rías Baixas.
Un viaje a Galicia no sería tal sin disfrutar de la buena mesa, da igual la cantidad de lugares maravillosos que visites. Echa un vistazo a una mariscada con queimada en la ría de Arousa o a un tour gastronómico por Vigo.
Y, ¿qué tal ver de dónde sale y cómo llega a tu plato ese marisco gallego tan rico y entender por qué vale lo que vale? Podrás ver a los percebeiros trabajando mientras esquivan las olas en las rocas de los alrededores de Baiona. Si tampoco te quieres perder a las marisqueiras que aprovechan la marea baja, acércate a la illa de Arousa o a Combarro. Y, si lo que quieres es visitar una batea y probar los mejillones en su habitat, puedes reservar un paseo por la ría en barco con degustación de mejillones desde O Grove, desde Vigo o desde Combarro.
Mapa de lugares que ver en las Rías Baixas
Para orientarte, ya que el orden de las visitas y experiencias de las que hemos hablado es casual, aquí tienes un mapa con todas las cosas que ver en las Rías Baixas que hemos seleccionado.
Faltan muchas, lo sabemos, pero ¿a que te han entrado ganas de ir? Y si eres de aquí, ¡ahora entendemos lo de la morriña!
¿Quieres viajar a las Rías Baixas? Aquí puedes hacerlo:
- Busca tu vuelo más barato a Vigo aquí.
- Escoge el hotel que más te guste al mejor precio en las Rías Baixas aquí.
- Alquila el coche en Vigo al mejor precio comparando entre varias compañías aquí.
- Hazte con las mejores guías de Galicia aquí.
- Contrata tu tour guiado en las Rías Baixas aquí.
- Contrata tu seguro de viaje con un 5% de descuento aquí.