Dónde comer en la provincia de Barcelona: nuestros restaurantes favoritos

Mucho pueblo medieval, mucho edificio modernista, mucha ruta costera… pero no hay que olvidar que un gran motivo para viajar a Barcelona es la gastronomía. Porque además de visitas turísticas, hay que disfrutar de la buena mesa. Después de varios viajes por la provincia y de haber probado unos cuantos restaurantes, nos hemos decidido a hablar de nuestros favoritos: algunos de los mejores lugares donde comer en la provincia de Barcelona.

Más allá de la butifarra, del pa amb tomàquet –pan con tomate– y de la crema catalana, hay un mundo de platos, locales, tradicionales y modernos, con los que regalarse el paladar. En muchas ocasiones, con ingredientes de kilómetro cero o con antiguas variedades de vegetales recuperadas, porque el amor por su tierra es una seña de identidad de los catalanes. Además, nuestros restaurantes recomendados en la provincia de Barcelona están en pueblos y ciudades que merecen una visita. Así que matamos dos pájaros de un tiro.

Que aprofiti!

Dónde comer en la provincia de Barcelona

Como en todos nuestros listados, solo mencionamos restaurantes en los que hemos comido. Que no se nos enfade nadie. Sabemos que nos queda mucha Barcelona que visitar. Y, obviamente, no hemos probado todos los restaurantes de los lugares en los que sí hemos estado. Como siempre decimos, son todos los que están pero no están todos los que son.

En nuestro recorrido gastronómico por la provincia de Barcelona pasaremos, sin un orden concreto –no hay preferencias en la clasificación–, de la costa al interior, cada lugar con su cultura y sus especialidades gastronómicas. Seguro que encuentras un restaurante cerca de tu destino.

Vinómic, La Garriga: ingredientes locales y creatividad

Ya hemos dicho que los restaurantes no están colocados por preferencia, pero, Vinómic está entre nuestro top de favoritos. Nos encontramos con un local que apuesta por la cocina de la región y por sus ingredientes locales. Aunque no deja de buscar la sorpresa con combinaciones de sabores de lo más interesantes. El nombre, Vinómic, hace referencia a los dos socios –binomio– y al vino –de ahí la v inicial–. Nosotros tenemos que decir que no probamos el buen hacer de Aleix García, el sumiller, aunque los platos del chef Pau Gener nos conquistaron incluso con agua.

Nuestro menú estuvo compuesto por el paté del Vinòmic con pan de coca; berenjena blanca escalibada con sopa de parmesano y piñas, y terciopelo de tomate, mejillones y escabeche de remolacha de entrantes. Bonito, cremoso de almendras, melo, miso y remolacha y pollo asado, tomate cereza y velo de queso comté de principales. Y acabamos con el dulce: melón con menta, limón, yogur y pimienta de Sichuan y manjar blanco, amaretto y albaricoques asados al romero. Vale, los nombres son un poco rimbombantes, pero no pueden ser más explicativos… ¡no dejan un ingrediente por mencionar! Te sugeriríamos un solo plato, pero es que nos encantaron todos. Ten en cuenta que cambian el menú con frecuencia, así que puede que no encuentres los mismos platos en su carta cuando vayas.

La elección perfecta después de disfrutar de todo lo que tienes que ver en La Garriga.

Dirección: Banys, 60
Precio: Hay menú del día por 16,80 € A la carta, unos 35 € por persona con primero, segundo y postre
Web: Vinomic

Cal Carter, Mura: uno de nuestros restaurantes favoritos de la provincia de Barcelona

Antes de pasar por el restaurante Cal Carter hicimos una ruta en busca de las tinas de la Vall del Flequer, de la mano de Jordi Perich –uno de los dueños del restaurante–. Después, también con su guía, recorrimos el pueblo de Mura y nos fue contando cosas del restaurante. Por ejemplo, que su cocina es rigurosamente de proximidad y temporada. O que los productores de la mayoría de los ingredientes de los platos de su menú son amigos de los Perich. Como “el Pera” que tiene un diminuto cultivo de guisantes, unos guisantes que tuvimos la suerte de probar, al llegar en primavera.

A pesar de ser cocina casera, tiene también muchos toques creativos. Tienes que probarla, todo está delicioso. No puedes irte sin degustar los garbanzos de Mura gratinados con alioli y bacalao, una especialidad de Cal Carter que nos hace salivar todas las veces que pensamos en ella. O las setas, que aquí las hay todo el año, ¡las colmenillas que probamos estaban exquisitas! Eso sí, uno de nuestros favoritos fue el arroz: la paella de montaña con trompetas de la muerte que estaba… ¡de muerte! Y luego llegó la degustación de postres caseros, con el helado de romero, miel y leche, la tarta tatin, la tarta de queso, la de zanahoria, las trufas de chocolate… ¡No puedo escribir más que estoy empezando salivar!

Sin duda, uno de nuestros restaurantes favoritos en la provincia de Barcelona.

Dirección: plaça Tomàs Viver, 1
Precio: menú del día por 23 €, a la carta unos 30/40 €.
Web: Cal Carter

Restaurant Capicua, Cerdanyola del Vallès: alta cocina asequible

Isaac y Aina decidieron abrir su propio restaurante, Capicua, después de trabajar en Martín Berasategui, El Racó de Can Habas o El Bullí. Con estas referencias, está claro que es una opción ganadora para comer en Cerdanyola del Vallès. Si sientes curiosidad por saber de dónde sale lo que estás comiendo, desde el pan hasta la cerveza pasando por las frutas, las verduras, las setas, los pescados, las carnes o los quesos, puedes preguntar por su origen o mirarlo directamente en su web.

Nosotros comenzamos con unos entrantes variados y ensalada de mini-calabacín y queso caramelizado. Nuestros principales fueron dorada salvaje con berenjena del Collserola en tempura de avellanas y caramelo de soja y rabo de ternera eco de La Soleia con aderezo de cerezas y trufa de verano. Y acabamos con un postre que todavía nos emociona cuando nos acordamos por su simpleza y porque estaba delicioso: pan con aceite y chocolate, así, tal cual. Reconocemos que el postre fue para quitarse el sombrero, pero toda la comida estuvo a la altura.

Dirección: passatge del Llorer, 15
Precio: Hay un menú del día por 13,90 €
Web: Restaurante Capicua

El Centru, Cardona: restaurante de raciones para chuparse los dedos

El edificio que acoge El Centru podría formar parte también de nuestro listado de edificios modernistas de la provincia de Barcelona. Hablamos del Casino Unió Cardonina, diseñado por Domingo Sugrañes –el discípulo de Gaudí que continuó con las obras de la Sagrada Familia a la muerte del de Reus–. Pero nosotros fuimos por la comida…

En El Centru se come a base de raciones. Ojo, generosas y deliciosas. Vamos, que casi salimos rodando. Empezamos con unos entrantes clásicos: pa amb tomàquet, jamón y quesos. Continuamos con los platos calientes: croquetas de bacalao, escalibada con anchoas de L’Escala, butifarra de Cardona con foie y parmentier. Y acabamos con unos tradicionales canelones de carne.

Comimos mucho, pero no había manera de parar, todo delicioso. ¡Y esos canelones! Estamos seguros de que si tuviéramos una abuela catalana, los haría así. Eso sí, la cocinera, Eulàlia, es muy jóven.

Dirección: carrer de la Fira, 2 –en la plaza–.
Precio: Unos 25 € por persona
Web: El Centru

Hotel Torre Martí, Sant Julià de Vilatorta: recomendación Michelin

¿Un hotel en nuestros restaurantes recomendados en la provincia de Barcelona? Pues sí. Pero no un hotel cualquiera. Uno familiar, tanto que está en la casa en la que creció su propietario y chef, Roger. Nuestra recomendación es que te quedes a dormir, porque todo el hotel Torre Martí es un museo. Pero, al menos, deberías probar su cocina: ¡espectacular!

Disfrutamos de un menú degustación compuesto por coca –no podía faltar para acompañar los platos–, crema de calabacín de huerto biodinámico con viera, corvina salvaje con aceite de albahaca y meloso de ternera con patatas cocidas al vapor y puré de verduras. De postres, crema catalana y marquise de chocolate. Roger nos fue explicando cada plato y el origen de alguno de sus ingredientes, como los huevos ecológicos o el jamón del Montseny de cerdos que solo comen castañas.

Nos levantamos después de la cena con cara de felicidad y la mantuvimos en la habitación recordando lo tierno que estaba el meloso de ternera o la delicia del marquise de chocolate. Todo un acierto. Si pasas la noche, podrás disfrutar de la coca del Montseny con chocolate y fartons para el desayuno.

Dirección: carrer Ramon Llull, 11
Precio: Menú por 32 €
Web: Hotel Torre Marti

Hotel Can Rafel, Cervelló: el combo perfecto de comida y entorno

Otro restaurante de hotel en nuestras recomendaciones de lugares donde comer en la provincia de Barcelona: el del Hotel Can Rafel. Como en el caso del Hotel Torre Martí, nuestra recomendación es que, además de disfrutar de la cocina, pases la noche y te relajes en la piscina, jugando al golf –esto lo mismo te estresa si no eres bueno con el palo y la pelotita– o paseando por los alrededores. En nuestro caso fue la piscina, y la verdad es que hizo falta porque llegamos a Cervelló en plenas fiestas y fue bastante complicado atravesar el pueblo lleno de calles cortadas hasta el hotel.

Después de la piscina y la ducha, la cena acabó por dejarnos en una nube. Tras unos entrantes de gazpacho, jamón ibérico y pulpo, pasamos a los platos principales: secreto ibérico y chuletas de cordero. Para acabar con crema catalana y pastel de chocolate. Además de que todo estaba muy bueno y del fantástico servicio, hay que decir que las vistas de la sierra desde el restaurante también ayudaron a conseguir esa tranquilidad que buscábamos.

Dirección: carrer Can Rafel, s/n
Precio: Hay menú degustación por 35 €
Web: Can Rafel

Corpus, en Berga: un menú del día muy recomendable

No hemos vivido la fiesta grande de Berga, la Patum, pero sí que hemos visitado la ciudad y disfrutado de un restaurante un tanto particular. Un espacio organizado de artistas contemporáneos, KONVENT, que comenzaron a servir comida y que dieron el salto a la restauración en Corpus. El local parece a medio terminar –paredes sin pintar del todo, desconchones, material de obra–, pero forma parte de ese bagaje de artistas y verás que acaba por convencerte.

Un menú del día económico –13 euros– con platos locales, bien presentados y muy ricos. Nosotros elegimos huevo parmentier y patata y humus de guisantes negros con verdura de primero. Bacalao con sanfaina –un acompañamiento de verduras típico catalán– y arroz con setas y butifarra negra de segundo. Y brownie de postre. Todo riquísimo, ¡sobre todo el arroz!

Dirección: pl. Maragall, 2
Precio: Menú del día por 13 €
Web: Corpus

Can Marsal, Rupit i Pruit: restaurante con sabor a pueblo

Ya hemos escrito sobre uno de los pueblos más bonitos de Barcelona: Rupit i Pruit. Así que, una vez convencidos de visitarlo por su belleza, toca darle un gusto también al paladar. Nosotros lo hicimos en Can Marsal y fue un acierto en toda regla. Desde la simpatía de Quim –la tercera generación trabajando en el restaurante– hasta los platos tradicionales y exquisitos, pasando por el precio: menú del día.

Nuestra elección en el menú fue surtido de embutidos y canelones de la casa de primero. Parrillada de carne a la brasa y careta de cerdo de segundo. Y de postre, crema catalana y mel i mató. No hubo un plato malo –lo que nos dejó con las ganas de probar el resto del menú, pero ya no había hueco–. Además, dado que es un pueblo muy turístico y que se llena de gente, también hay que agradecer que el servicio es rápido.

Si te apetece disfrutar también de la cena, cuentan con habitaciones en la Fonda Marsal.

Dirección: carrer del Manyà, 3
Precio: hay menú del día por 15 €
Web: Can Marsal

Sambucus, Manlleu: del mercado a la mesa

Seguimos con menús del día y con producto de proximidad. En el caso de Sambucus no pueden serlo más: está en el edificio del mercado municipal. Fíjate bien porque la entrada puede ser liosa. Nosotros llegamos cuando el mercado ya estaba cerrado y nos costó un poco descubrir por dónde se entra.

Nos encontramos con un menú muy interesante en el que elegimos macarrones con salsa de trompetas de la muerte y crema de calabacín y parmesano de primero. Espaldilla de cerdo con parmentier de patata y careta de ternera con verduras de segundo. Y, siempre hay sitio para el postre, terminamos con una mousse de mató y miel. Todo muy rico, pero el postre nos sorprendió. Después de unos cuantos mel i mató la textura de la mousse nos encantó.

Dirección: Edifici mercat municipal, Carrer del Pintor Guàrdia, 6
Precio: Menú del día por 15,50 € (fuimos un sábado)
Web: Sambucus

Las Vegas, Manresa: más raciones y sin ganas de parar

Tenemos que confesar que el nombre, Las Vegas, no nos ilusionaba. Pensábamos que sería un sitio donde matar el hambre sin más expectativas. ¡Error! Después de la primera de las raciones que fueron llegando a nuestra mesa, nos dimos cuenta de que nos había tocado el jackpot. No te dejes llevar por el chiste, Las Vegas no es por la ciudad del pecado de EEUU, es por el Terreno bajo, llano y fértil –RAE dixit–. El hecho de que el restaurante lleve abierto desde 1956 da pistas.

En nuestro caso fue cena y volvió a ser de raciones. Pudimos con todo, pero nos costó porque fue mucho: patatas bravas, sandwich de setas, ensalada queso y pera, chipirones y solomillo. De postre, canuto de mató y brownie. Platos sencillos pero bien preparados y con ingredientes de calidad.

Dirección: carrer del Born, 28
Precio: hay menú del día por 14,20 €
Web: Restaurant Las Vegas

Restaurant El Santuari, Canet de Mar: un santuario gastronómico

Recorrer un castillo medieval reformado al estilo modernista da hambre. Al menos a nosotros. Así que, después de visitar el castillo de Santa Florentina en Canet de Mar, tocaba comer. Y no nos alejamos mucho, porque el Restaurant El Santuari está a menos de diez minutos andando… El edificio del restaurante también tiene historia: su arquitecto fue nada menos que Josep Puig i Cadafalch, otro de los grandes arquitectos del modernismo en Barcelona. Hoy mantiene su función original, bueno, la de restaurante porque también se diseñó como albergue.

Nosotros cargamos las pilas después del castillo con calamares a la romana, bacalao con romescu y pescaito frito, antes de que llegara la paella de marisco. El postre fue un clásico: crema catalana. Todo ajustado a la receta tradicional, con el sabor perfecto y unas cantidades más que interesantes. Ese arroz quedará en nuestro recuerdo.

Dirección: Parc del Santuari, s/n
Precio: hay menú del día por 12,50 € A la carta, unos 30 € por persona con primero, segundo y postre
Web: Restaurant El Santuari

La Fàbrica 1909, Terrassa: raciones “modernistas”

El restaurante La Fàbrica 1909 casi podría estar también en la lista de edificios modernistas de la provincia de Barcelona. Casi, porque se encuentra en el patio del antiguo Vapor Aymerich, Amat i Jover de Terrassa, de hecho es uno de los dos restaurantes del mNACTEC. El nombre, hace referencia al año en que la fábrica entró en funcionamiento después de ser construida por Lluís Muncunill i Parellada.

Hablamos de un lugar pequeño en el que comer raciones y carne a la brasa que preparan, al menos en verano, directamente en parrillas en el exterior. Cuando empezamos con las raciones no somos capaces de parar, siempre queremos probarlo todo, y se nos suele ir de las manos. Probamos las patatas bravas, habas con butifarra negra, queso provolone, steak tartar, sardinas, mejillones, butifarra blanca… Lo dicho, nos pasamos un poco pidiendo, ¡pero es que estaba todo de muerte! Dejamos la carne para el final, aunque llevábamos oliendola todo el tiempo, y fue un acierto. Estaba riquísiima a la brasa, y ya habíamos probado el resto.

Dirección: rambla d’Ègara, 270
Precio: hay menú del día por 12 €
Web: La Fàbrica 1909

El cel de los oques, Terrassa: más kilómetro cero

Seguimos con otro restaurante de Terrassa, es lo que tiene haber estado varias veces en la ciudad. Por este pasamos hace más años, pero estamos seguros de que no habrá perdido ni un ápice de lo que nos encantó aquella vez. Hablamos de El cel de les oques –“el cielo de los gansos” en castellano–, en pleno centro histórico de Terrassa.

Un restaurante comprometido con la comida kilómetro cero. Según nos contaron, más de 20 de los 25 productos que forman parte de su carta son de la zona. Desde la mongeta del ganxet –una variedad de alubia– hasta el mató del Vallès, pasando por la butifarra, el pa de munt y el pa d’espelta o la coca. Lo mejor es que ese cariño que tienen Keco Martínez-Anglés e Imma Puigmitjà, los propietarios, por el producto no acaba en su origen, continúa en la forma en que preparan los platos. Y el resultado solo puede ser un acierto a la hora de elegir restaurante. No mencionamos los platos porque, como decía, fue hace años y han cambiado el menú varias veces.

Dirección: carrer de la Palla, 15
Precio: Unos 30 € por persona con la carta actual
Web: El cel de les oques

Clos d’en Pep, Sant Pere de Riudebitlles: un cordero de 10

Sant Pere de Riudebitlles es uno de esos pueblos poco conocidos del interior de Barcelona al que van a comer los barceloneses los fines de semana. Y, si ellos lo hacen, por algo será, ¿no? Nosotros lo descubrimos de la mano de Alejandro y Cristina, de Ahora toca viajar, que nos llevaron hasta Clos d’en Pep. El local es un antiguo corral de ovejas transformado en asador con horno de carbón. Eso sí, las ovejas no han abandonado el edificio y son el plato estrella en formato cordero asado.

No faltó el cordero en la mesa, pero también hubo ocasión de disfrutar de croquetas de boletus, pulpo, mejillones, chuletón e incluso de un carpaccio de lo más especial: de pies de cerdo con butifarra. Todo muy bueno y, cuando ya creíamos que no podíamos comer más, nos trajeron los postres y nos quedamos atornillados a las sillas con el pastel de chocolate, la tarta de manzana y, sobre todo, las trufas.

Dirección: La Carretera, 73
Precio: Hay menú del día de miércoles a viernes por 13 € y los sábados por 14
Web: Clos d’en Pep

Solraig, Castelldefels: arroz con vistas al mar

Nos acercamos a la costa en Castelldefels. De hecho, casi metemos los pies en la arena porque el restaurante Solraig tiene un acceso directo a la playa… aunque nosotros entramos por el paseo marítimo. Lo que encontramos dentro fue alta cocina mediterránea con vistas. Su especialidad son los arroces, aunque tenemos que confesar que todo estaba delicioso.

Nosotros pedimos unos entrantes para compartir antes del arroz meloso trufado con gamba roja y guindilla vasca, tercero en el concurso de mejor arroz de España en 2018. Y, ¿qué entrantes fueron? Las clásicas croquetas de jamón, los no menos clásicos calamarcitos a la andaluza, los archiconocidos huevos rotos con jamón ibérico y pimentón de la Vera y una elegante ensalada de queso de cabra gratinado con membrillo, vinagreta de fresas, pasas y piñones. De postre, un coulant de chocolate con helado de vainilla. Todo fantástico, pero ese arroz es inolvidable.

Dirección: paseo Marítimo, 169
Precio: Nosotros gastamos 30 € por persona (con agua)
Web: Solraig

Chiringuito El Mosquito, Viladecans: en los chiringuitos también se come bien

Si te has quedado con las ganas de meter los pies en la arena mientras comes… te ofrecemos una opción en la que casi podrás cumplirlo: el chiringuito El Mosquito. Están en la playa, pero, lo sentimos, hay listones de madera en el suelo y no pisarás la arena. Tenemos que confesar que no teníamos muchas esperanzas puestas en un chiringuito a la hora de la gastronomía. Pero, una vez más, nos tuvimos que comer nuestras ideas preconcebidas… y nos costó dejarles hueco, porque no paramos de comer platos deliciosos.

Que llega el momento de pedir raciones y… nos volvemos locos, aunque tengamos arena de playa debajo. Ensalada de tomate de huerta, lomo de ventresca y cebolleta; patatas bravas; salmorejo con puntas de jamón y huevo duro; la coca mosquito, con mayonesa de albahaca, lima, tomates, boquerón en vinagre y parmesano y acabamos con sardinas frescas con ajo y perejil. Una barbaridad, pero es que cada plato estaba más rico que el anterior… y eso que no nos gusta la playa.

Dirección: Playa de la Murtra
Precio: Nosotros gastamos unos 22 € por persona (con agua)
Web: Chiringuito El Mosquito

Restaurante El Jardinet, Vic: menú casero en pleno centro de la ciudad

Hay vida más allá de la longaniza de Vic –una auténtica delicia–, y el restaurante El Jardinet es una buena prueba de ello. No en vano, lleva abierto en el centro de la ciudad desde 1980, con Ivan Vilanova Pi –el hijo de los dueños Víctor Vilanova y Mª Dolores Pi– como jefe de cocina desde el año 2000.

Nuestra elección fue: berenjena con bacon y queso brie de primero, los dos lo mismo esta vez, y de segundo careta de cerdo al horno y arroz con boletus y butifarra. De postre, crema catalana. Todo muy bueno y era el menú del día. El lugar perfecto para recuperar fuerzas después de recorrer la ciudad en busca de todo lo que ver en Vic.

Dirección: carrer dels Corratgers, 8
Precio: Hay menú del día por 15,50 €
Web: El Jardinet

Restaurante La Botiga, Vilanova i la Geltrú: ¡ay, ese all cremat!

Si la tormenta que nos obligó a desviarnos de nuestra ruta y a hacer turismo en Vilanova i la Geltrú fue una suerte por todo lo que nos encontramos en la capital de la comarca del Garraf, la recomendación que nos dieron para comer en la estación náutica fue un premio. Nos hablaron del restaurante La Botiga, en pleno paseo marítimo, y allá que fuimos.

Un verdadero acierto: estaba todo delicioso, desde el marisco de entrante al postre. Pero donde se superaron fue en el all cremat –literalmente “ajo quemado”–, una receta típica de la cocina marinera de Vilanova, preparada con diferentes tipos de pescado, patatas, tomate y, por supuesto, ajo y aceite de oliva. ¡Sencillo y riquísimo!

Dirección: passeig Marítim, 75
Precio: Unos 30 € por persona
Web: No tiene

Pues se nos ha abierto el apetito… ¿y a ti?