Castellers de Vilafranca: la tradición de los castells en Cataluña

Pocas cosas hay más tradicionales en Cataluña que los castellers. Tal vez, el pan am tomàquet, pero ahí ahí. Cuando pensamos en qué visitar cerca de Barcelona, no dudamos ni un momento en incluir una visita a un ensayo de una colla castellera. ¿Cuál? Pudiendo elegir, mejor la más laureada, la que más premios ha ganado en toda Cataluña. Y ésa no es otra que la colla de castellers de Vilafranca –tal vez sea por el vino, quién sabe–.

En nuestra charla con Arnau –uno de los castellers que, como todos los que trabajan en la colla, es voluntario, en su caso en el departamento de de comunicación–, nos enteramos de unas cuantas curiosidades relativas a esta tradición tan visual y espectacular que tiene mucho de deporte. Desde su origen hasta los tipos de castillos que construyen. Todo antes de alucinar con el ensayo, el plato fuerte de nuestra visita castellera a Vilafranca. Entonces la teoría ya nos supo a poco…

Fue algo inolvidable. La tensión y la concentración se palpan en el ambiente. El castell se van levantando frente a tus ojos al tiempo que los castellers dejan de existir como personas para convertirse en una única entidad que sólo tiene un objetivo: llegar a lo más alto. Pocas veces hemos sentido una emoción tan contagiosa… y era sólo un ensayo.

El origen de los castellers está en… Valencia

Pues sí. Comenzaba diciendo que los castellers son una de las señas de identidad más reconocidas de Cataluña… para sorprender ahora con que su origen está en Valencia.

Lo cierto es que ese origen se remonta al siglo XV y a un baile. En la zona de Algemesí, durante las fiestas de la Virgen de la Salud se bailaba la Moixaranga o Muixeranga. Este baile constaba de tres partes: el baile propiamente dicho, la torre humana–de hasta cinco alturas– y la figura –de carácter religioso–. La emigración valenciana llevó el baile al norte del delta del Ebro donde pasó a conocerse como el ball dels valencians, el baile de los valencianos. Con el paso del tiempo, la tradición fue perdiendo el carácter religioso y el baile desapareció, quedando sólo las torres.

Fue en Valls, Tarragona, donde, en el año 1791, se levantaron los primeros castells, en las fiestas Decenales de la Candela. En 1805, también en Valls, se crearon las primeras collas castelleras. De hecho, es en Valls donde se encuentra el Museu Casteller de Catalunya.

Tipos de figuras castelleras: pilares, torres y castells

Seguro que alguna vez has oído hablar de castells, pero también de pilares y hasta de torres. Nosotros, tengo que reconocer, pensábamos que era todo lo mismo, pero Arnau nos lo explicó mientras recorríamos el pequeño museo de la colla castellera de Vilafranca, en su sede Cal Figarot.

El pilar está formado por una única persona en cada nivel. La torre cuenta con dos personas/pilares por nivel. Y el castell tiene de tres hasta siete personas/pilares por cada piso. Hasta aquí fácil, vamos a complicarlo un poco.

La forma de nombrarlos también varía según lo que sean. Mientras que para pilares y torres sólo se indica la altura, pilar de 4 o torre de 6 por ejemplo, para los castillos se utilizan dos números, 3 de 10 o 4 de 9, por ejemplo. El primer número indica el número de personas/pilares por nivel y el segundo el número de pisos. Luego están las combinaciones, un pilar rodeado de un castell, o las distintas pinyas, las bases de los castells. Si un castell tiene una segunda pinya sobre la primera, se dice que lleva folre; si tiene un tercer nivel de pinya, lleva manilles. Así dicho suena aburrido y rebuscado, verlo es toda otra cosa…

¿Serás capaz de nombrar un castell sólo con verlo a partir de ahora?

Por cierto, un castell levantado se denomina cargado, mientras que si se desmonta sin desmoronarse se llama descargado. Si la enxaneta –el niño o niña que sube hasta la cima del castell– no llega a colocarse, hablamos de un intento.

Competiciones de castellers

A pesar de ser una manifestación cultural y todos los castellers amateurs, el ser humano no puede evitar compararse con otros que hacen lo mismo y, cada dos años, se celebra una competición de castellers. Se trata del concurso de castells de Tarragona y tiene lugar en su plaza de toros el primer fin de semana de octubre de los años pares.

¿Cómo nos enteramos de que había un concurso en Tarragona estando en Vilafranca? Porque la colla castellera de Vilafranca lo ha ganado de forma ininterrumpida desde el año 2002 –conste que antes lo había ganado también en 1996 y 1998– y los trofeos se exhiben en su museo.

Antes de que preguntes, sí, hay una tabla estandarizada de puntuaciones para los castells. Y, sí, antes de los concursos los ensayos se hacen a puerta cerrada porque las demás colles no deben saber qué vas a intentar construir.

La colla de castellers de Vilafranca, la más laureada

La tradición castellera de Vilafranca no comienza con la colla de Vilafranca. La ciudad es el único sitio donde no se han dejado de levantar castells en las fiestas en los últimos ¡200 años! Ni siquiera en Valls tienen esa marca, allí hubo interrupciones.

Si embargo, la colla de Vilafranca es relativamente joven: se fundó en 1948. Impresionante para la cantidad de títulos que ha ganado y la solidez con la que domina las competiciones.

¿Cómo distinguir una colla castellera? Por los colores de su camisa. En el caso de los de Vilafranca, verde, aunque comenzó siendo rosada. El pantalón es siempre blanco y la faja siempre negra.

Ver un ensayo de los castellers de Vilafranca, Cal Figarot

¿Sólo se pueden ver castells en fiestas? Ésa es la primera pregunta que uno se plantea cuando piensa en los castellers. ¿Qué pasa si no hay fiesta cuando visitas Vilafranca? No puede ser que te quedes sin verlo…

Tranquilo, no te quedarás sin verlo. Todos los miércoles tienen lugar los ensayos en su sede, Cal Figarot, en pleno centro de Vilafranca. En cualquier caso, es buena idea que lo confirmes escribiéndoles –mira en su página web–, si están de gira o preparando el concurso puede que no haya ensayo o sean a puerta cerrada.

Cuando llega el calor, los ensayos tienen lugar en el patio, mientras que el resto del año se hacen a cubierto en la nave. No creas que por tener techo los castells serán más bajos, la estructura está preparada y tienen una “trampa” en el centro.

Nosotros asistimos a su ensayo en mayo de 2017 y nos quedamos extasiados. La concentración, la fuerza que se palpa en la pinya, la unión de todos los castellers, ese hechizo que transformar los castellers en una única entidad… ponen la piel de gallina. Más aún cuando, después del calentamiento y las primeras figuras, llega el momento en que la cosa se pone seria.

El cap de colla manda silencio y el castell comienza a levantarse. Sus ayudantes y él mismo giran alrededor de la pinya controlando, dando instrucciones, corrigiendo, colocando. La tensión llega al máximo cuando comienzan a subir los niños que forman el pom de dalt, los últimos tres pisos del castell. No es hasta que el castell se descarga que te das cuenta de que has estado conteniendo la respiración…

¡Una experiencia única!

Castellers por el mundo

¿Sabías que hay una colla castellera en China y en Chile? La inclusión en la lista de patrimonio inmaterial de la humanidad por la UNESCO en 2009 les ha dado un nuevo impulso. Tanto, que incluso se ha creado una colla castellera en Madrid en 2017.

Ver como se levantan los pilares, las torres y los castells de los castellers de Vilafranca es comprender la tradición, el compromiso y la colaboración. Hay que vivirlo.