Si uno va de vacaciones a una isla, navegar en barco es casi una obligación. Pero si, además, puedes avistar ballenas y delfines ya es el summum. En nuestro caso, navegar en busca de ballenas y delfines era una de las cosas que más deseábamos hacer en Tenerife. ¿Dónde y cómo? La oferta es muy grande: distintos tipos de excursiones, de barcos, de servicio… cada uno con sus características y su precio. Había que elegir y te contamos cómo lo hicimos.
Ver animales en libertad es siempre una apuesta, nunca se sabe si van a aparecer. Pero sabíamos que en Tenerife era una apuesta ganadora. Hay una población residente todo el año de ballenas y delfines, además de las especies que recorren las costas de la isla en sus migraciones.
Cetáceos en Tenerife: delfines mular, ballenas piloto y muchos más
Una isla en mitad del océano Atlántico tiene que ser, por fuerza, un buen lugar para ver muchas especies de cetáceos. Rutas migratorias, corrientes, temperatura del agua… todos los factores ayudan a que el mejor clima del mundo lo sea también para sus visitantes marinos. Tanto es así que, según leímos en la web oficial de turismo Tenerife, es posible llegar a ver hasta 21 especies diferentes.
Evidentemente, no todas las especies de cetáceos pasan por las aguas de Tenerife en el mismo momento, así que no saques tu libreta con la intención de ir tachando nombres. No volverías a puerto para cenar esa noche…
Los que podrás avistar con casi total seguridad –más del 80% de los días– son delfines mulares y calderones tropicales, conocidos como ballenas piloto. La población residente es la encargada de saludar a los turistas con sus saltos y sus respiraciones profundas tan evocadoras. No creas que están “contratados”, los capitanes de los barcos y los cetáceos ya se conocen y saben dónde encontrarse unos a otros.
Según la época en la que hagas tu excursión, podrás encontrarte con otras especies de cetáceos habituales en Tenerife: los delfines moteados y listados, los rocuales e, incluso, los cachalotes.
Avistamiento de ballenas y delfines en Tenerife, barco azul
Las ballenas y los delfines están en libertad, en su elemento y nosotros somos los invitados –u okupas, tampoco hemos recibido una invitación formal–. Por eso, es imprescindible que se respete su espacio, sus tiempos y sus normas. Si quieren acercarse a la embarcación, bienvenidos sean; si prefieren mantenerse alejados, que a nadie se le ocurra tentarles con comida. Son animales salvajes y ellos deciden cuánto quieren dejarse ver.
Evidentemente, los turistas no lanzarán carnaza ni girarán el timón, por lo que es muy importante contratar las excursiones de avistamiento de cetáceos con empresas homologadas. Para estar seguro de que una empresa cumple los requisitos, hay que buscar la bandera “barco azul”. Algunos de esos requisitos son no acercarse a menos de 60 metros –eso no quita que los juguetones delfines se peguen a la proa del barco–, navegar a velocidad reducida o abandonar la zona si se ve a los animales molestos por su presencia. Algunas de las prohibiciones son nadar con los animales, alimentarlos o lanzar desperdicios al agua. Puedes ver toda la información aquí y consultar las normas de la IAATO en la web de turismo responsable de FAADA.
Respecto a la embarcación en cuestión, puedes encontrar de todo: desde grandes catamaranes hasta pequeños barcos de vela. Sucede lo mismo con la cantidad de participantes: desde excursiones con decenas de personas hasta salidas privadas. Ah, y con la duración –siempre dentro del límite de tiempo permitido, pero incluyendo baños en calas– y el recorrido también se puede “jugar”. Tú decides cómo, dónde, cuánto y con quién, ¡qué más se puede pedir!
Dónde ver ballenas y delfines en Tenerife
Las ballenas y los delfines parecen agruparse en la costa sur de Tenerife. Concretamente en el suroeste. En cualquier caso, los capitanes de los barcos saben dónde se encuentran y pondrán rumbo a sus “lugares habituales” nada más salir de puerto.
Como si de un safari por el Serengeti se tratara, también ellos se comunican por radio en todo momento informándose de los avistamientos.
En nuestro caso zarpamos de Puerto Colón, en Tenerife Sur y, según la información oficial, no hay salidas de avistamiento de cetáceos desde Tenerife Norte.
Excursiones de avistamiento: puertos de salida, precios, etc.
Las excursiones de avistamiento de ballenas y delfines en Tenerife zarpan, como comentaba, del suroeste de la isla. Los principales puertos de amarre de estas embarcaciones son Los Cristianos, Puerto Colón y Los Gigantes. Dado que lo que prima es encontrar cetáceos, es mejor elegir el tipo y la duración de la excursión por delante del puerto de salida –la isla es pequeña y sólo hay media hora en coche entre Los Cristianos y Los Gigantes, los más alejados–.
Los precios dependen de las características de la salida. Hay diferentes tipos de excursión de avistamiento de cetáceos: cortas en barcos rápidos, más largas que incluyen baño o de hasta cinco horas en las que el avistamiento de cetáceos es un parte del tour junto con la navegación por la costa de la isla. Otra opción, es la salida privada en la que se decide qué hacer junto con el capitán de la embarcación.
Las salidas con decenas de personas –hay barcos con capacidad para 140 pasajeros–, de unas tres horas y en grandes barcos rondan los 30-50 €. Salidas de dos horas por unos 25 €. Es la opción más económica sin duda.
Las salidas en barcos pequeños, de unas tres horas de duración y con poca gente –hasta 10, 11– rondan los 50-65 € por persona –echa un vistazo aquí al avistamiento de cetáceos desde velero–. Las salidas privadas pueden llegar a 500 € por tres horas de navegación. Más caros, pero la atención es personalizada y el servicio más cuidado.
Navegando en el Big Smile
Nuestra salida en busca de ballenas y delfines fue a bordo del velero Big Smile, mucho más personal que los grandes barcos. Si eres tan poco marino como nosotros, decirte que tiene 15 metros de eslora y 4,5 de manga te sonará a chino… pero eso significa que es muy cómodo –hasta 12 personas y 5 cabinas–. De hecho, no se dedica sólo al avistamiento de cetáceos, también hace travesías entre islas y hasta se puede reservar para todas las vacaciones y recorrer las Canarias.
Daniel se encargó de que estuviéramos cómodos nada más abordar: música ambiente, fruta, bebidas, zona para sentarse bien mullida… Para evitar que el barco se balanceara demasiado, el mar estaba un poco movido, desplegó la vela. Y, en cuanto llegamos a la zona de cetáceos, fuera música, fuera asientos y nosotros a correr a la proa para seguir los saltos de los delfines. Vimos a los moteados atlánticos además de los clásicos delfines mulares y los calderones tropicales o ballenas piloto.
Nos contó que una de las teorías que explican el hecho de que los delfines “jueguen” con las proas de los barcos es que les recuerda a cuando su madre les enseñaba a nadar y seguían su estela en el agua. ¿Creerán los delfines que los barcos son grandes madres?
Si es así, nos convertimos en familia de los delfines por un rato. Jugamos todos juntos, seguimos sus saltos y sus cambios de dirección emocionados como niños pequeños. Después llegaron las ballenas con sus respiraciones profundas para devolvernos la calma y esa sensación de ser invitado a algo maravilloso, a la vida salvaje en libertad.
Disfrutar de ballenas y delfines en libertad en Tenerife es fácil y será una experiencia inolvidable.
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