Hemos viajado 50 días por Colombia y hemos dado unas cuantas vueltas por el país. Tantas que no ha sido fácil seleccionar los que podríamos considerar los lugares imprescindibles que ver en Colombia. Por supuesto, se trata de pueblos, ciudades, parques, regiones… por los que pasamos nosotros, pero ¿son todos? No. Una vez allí, hablando con la gente, apuntamos muchos a los que no nos habíamos planteado ir antes de llegar. A algunos fuimos –el viaje estaba todo menos organizado– pero otros se quedaron en el tintero por uno u otro motivo. Por eso, además de los 11 lugares que ver en Colombia, añadimos otros 5 que nos quedamos con las ganas de visitar.
¿Cómo organizar un viaje a Colombia para verlos todos? Lo primero es echarle un vistazo a nuestros consejos para viajar a Colombia y lo segundo valorar los días que puedes pasar en el país. Nosotros, 50, ya lo hemos dicho, así que nuestros “imprescindibles” se reparten por todo el país. También nos movimos siempre en autobús, vimos más cosas de las que hemos seleccionado y viajamos con calma, seguro que se pueden ver en menos tiempo. De todas formas, que no se diga que no nos esforzamos, también hemos preparado un itinerario de viaje por Colombia de 15 o 20 días.
El orden en que los escribimos es en el que los visitamos: entramos en Colombia por el Caribe desde Venezuela y salimos del país por el sur hacia Ecuador.
Nuestros 11 lugares que ver en Colombia
No hemos conseguido un número redondo, bastante nos ha costado seleccionar entre todos. De lo que estamos convencidos es de que cada uno justifica un viaje a Colombia por sí sólo.
El parque Tayrona: lo mejor del Caribe colombiano
El Caribe colombiano es un lugar bastante masificado. Las playas de Santa Marta nos recibieron con un “lleno hasta la bandera” que nos recordó esas imágenes del Levante español en que las toallas y las sombrillas cubren por completo la arena. Pero el Caribe colombiano también es tranquilidad, naturaleza virgen y playas paradisíacas. ¿Dónde? En el parque Tayrona. Una reserva natural en la que las masas todavía no han llegado, las playas son como las de los anuncios y puedes dormir en una hamaca mientras oyes la lluvia en el tejado por la noche. Eso sí, dentro del parque hay que tener cuidado con los mosquitos… y con los precios.
Cartagena de Indias: unas de las ciudades coloniales más bonitas de América
La joya colonial de Colombia tiene tanta fama por sí misma que nos encontramos con gente que ni siquiera estaba segura de estar en Colombia mientras paseaba por las calles dentro de la muralla de Cartagena de Indias. Con esas murallas y con el castillo de San Felipe de Barajas, la ciudad parece todavía preparada para ser asaltada por los piratas. Las casonas coloniales con sus coloridos balcones –hoy la mayoría hoteles de lujo, restaurantes y tiendas de recuerdos– te trasladan a esa misma época… Aunque, cuando sales de la zona amurallada la ciudad te recuerda, casi con una bofetada, que estamos en pleno siglo XXI y que el lujo no es moneda común en el país.
Mompox: una joya colonial desconocida
Leímos en la guía que Mompox era una antigua población casi escondida en mitad de una marisma. Que había sido una de las más importantes del país cuando la salida de Bogotá al mar era por el río Magdalena hasta Cartagena. Y que los palacios coloniales lo atestiguaban. Pero que, con el paso del tiempo, había perdido importancia quedando casi “incomunicada”. ¿Cómo íbamos a dejar pasar la oportunidad de llegar hasta allí? Lo hicimos aunque tuvimos que confiar nuestro equipaje a los nudos expertos del barquero que lo ató a la parte de arriba de la lancha rápida que nos llevó hasta el pueblo. Sólo podemos decir que fue un acierto. Las casas, la gente, las mecedoras en las puertas aprovechando el fresco de la noche… Sin duda, una sorpresa que ver en Colombia y por la que merece la pena el esfuerzo.
Medellín: la ciudad de la eterna primavera
La que fue durante años –y no hace mucho tiempo– una de las ciudades más peligrosas del mundo ha sabido reinventarse, modernizarse y sorprender a propios y extraños. Motivos para incluir Medellín en el listado de sitios que ver en Colombia no le faltan: el museo de Antioquia, la plaza de las esculturas de Botero, el museo cementerio de San Pedro, el parque Arvi… sin olvidar su plato típico: la bandeja paisa –para la que necesitarás unas horas de digestión–. Allí volamos en parapente por primera vez, ¿cómo no iba a enamorarnos la ciudad de la eterna primavera?
La Piedra del Peñol o de Guatapé: la enorme roca que parece caída del cielo
La Piedra del Peñol o de Guatapé fue una de las sorpresas que no entraban en el programa de viaje a Colombia inicial, aunque tenemos que decir que ese programa era, en su mayoría, un “lo que surja”. Una roca caída del cielo en mitad de una presa. Piedra negra en la que se construyó una escalera para llegar hasta arriba que destaca desde la carretera con las letras GU pintadas en blanco… les pararon a tiempo. Desde arriba, después de subir los 700 peldaños, la vista de la represa de Guatapé hace que olvides el esfuerzo.
Barichara: ¿el pueblo colonial más bonito de Colombia?
Cuando uno se entera de que los propios colombianos han elegido un pueblo como el más bonito del país, decide que tiene que verlo con sus propios ojos. Eso nos pasó a nosotros con Barichara, el pueblo colonial más bonito de Colombia que, además de bonito, incluía el “colonial”: dos en uno. Tranquilidad. Ésa es la palabra que define Barichara. Las casas surgen directamente de la piedra que pavimenta sus calles y el color ocre es el rey –más aún al amanecer y al atardecer cuando la luz del sol lo potencia–. Ese momento de relax que carga las pilas en mitad de un viaje.
Bogotá: las mil sorpresas de la capital de Colombia
Es imposible pasear por las calles del centro histórico de Bogotá, La Candelaria, y no olvidar que estás en la capital del país, la ciudad más grande, con más asfalto, con más edificios… La Candelaria es un pequeño pueblo colonial rodeado de modernidad que, sólo él, justifica el viaje a Bogotá. Pero no sólo las calles y casonas, también el imprescindible museo del oro o la casa de la moneda, el arte urbano, los mercados de flores, la vista desde Monserrate, la ciclovía o la experiencia de montar en buseta. Imposible resistirse a la capital colombiana.
La catedral de sal de Zipaquirá: la maravilla “salada” colombiana
Si habíamos quedado más que satisfechos con el pueblo colonial más bonito de Colombia, cuando oímos hablar de la primera maravilla de Colombia, hecha por el hombre, ¿cómo íbamos a dejarla pasar? En los alrededores de Bogotá hay dos minas de sal, Nemocón y Zipaquirá. En las dos hay una iglesia, pero la de Zipaquirá es algo más: una gigantesca catedral con un impresionante vía crucis. Todo excavado en la sal –la mina todavía está en funcionamiento varios niveles más abajo–. Difícil explicar con palabras los tamaños, las formas, las sensaciones… hay que vivirlo.
El eje cafetero: un gran imprescindible que ver en Colombia
Uno no puede viajar a Colombia y no visitar el eje cafetero. El paisaje cultural cafetero es patrimonio de la Humanidad y, desde el momento en que llegues a Colombia, el café pasará a formar también parte de tu viaje. Desde las invitaciones a un tinto –o tintico– hasta todo el proceso de recolección, secado, tueste y preparación. Tan promocionado y tan popular pero tan desconocido al mismo tiempo. Nos encontramos con que era difícil entender qué se podía hacer, cómo se podía llegar, dónde se podía dormir… Pero, tranquilos, después de vivirlo, lo hemos explicado todo en este artículo sobre el Eje Cafetero de Colombia.
El parque arqueológico de San Agustín: la fascinación de una civilización desconocida
La verdad es que ni sabemos cómo acabamos visitando los parques arqueológicos de los alrededores de San Agustín. No recordamos si fue una sugerencia, una imagen encontrada en internet, un comentario cazado al vuelo… El caso es que nos plantamos frente a las esculturas de una civilización desaparecida siglos antes de la llegada de los conquistadores. Una civilización de la que nada se sabe, excepto que eran unos artistas trabajando la piedra y que su trabajo pone los pelos de punta. Nadie dijo que fuera fácil llegar a nuestros lugares que ver en Colombia… y llegar a San Agustín no lo es, pero, después de ver las imágenes, ¿no quieres ir tú también?
El Santuario de Nuestra Señora de las Lajas: el Rivendel colombiano
Estaba en nuestro plan incluso antes de saber exactamente en qué parte de Colombia estaba. La primera imagen que vi del Santuario de Nuestra Señora de las Lajas me llevó inevitablemente a Rivendel y a El señor de los anillos. ¿Podía ser real? En la era del photoshop cualquiera dudaría. Pero sí, existe, es real y es increíble. Vale que, la iluminación es poquito hortera y que la zona de exvotos no deja de ser un poco inquietante, pero todo se perdona.
5 deseos, 5 lugares que ver en Colombia que se nos quedaron en el tintero
Las playas del Pacífico colombiano
Nos contaron que las del Pacífico eran las mejores playas de Colombia, pero también nos dijeron que llegar hasta allí era complicado. Más que llegar a Mompós o a San Agustín. A cambio de esa dificultad, mantienen su esencia virgen. Hemos dicho muchas veces que no somos muy de playas, pero estamos seguros de que ésas nos encantarán. Y además, ahí se puede hacer avistamiento de ballenas.
La Amazonía colombiana
En nuestro viaje por Sudamérica habíamos visitado la Amazonía en Brasil y en Venezuela y decidimos llevar nuestro paso por Colombia siguiendo los picos de los Andes. Una visita a Colombia debería incluir también la selva, más ahora que la paz está recuperando todos los caminos.
La isla de San Andrés
Otro Caribe colombiano frente a las costas de Nicaragua. La tercera barrera de coral del mundo, cayos llenos de flora y fauna y playas de aguas cristalinas, todo eso es la isla de San Andrés. La distancia, el tiempo y el coste del avión y de la vida en San Andrés –el turismo es la principal actividad de la isla– fueron los culpables de que no entrara en nuestro itinerario.
Caño Cristales
En Bogotá nos hablaron de este lugar: un río cuyas aguas tienen distintos colores. Tanto es así que, Caño Cristales, se conoce como “el río de los cinco colores”. En realidad, obviamente, no es el agua, son las algas que se reproducen en el fondo del cauce. La dificultad para llegar, nos contaron que por tierra hacían falta varios días, fue lo que nos echó para atrás. Ahora sabemos que la situación está cambiando y que es más fácil llegar –no al río mismo, por fortuna–.
El carnaval de Barranquilla
Un año viajando por Sudamérica y no estuvimos en ninguno de los puntos míticos carnavaleros cuando llegó el momento. El de Barranquilla tiene fama a nivel mundial y, después de conocer la simpatía de los colombias y sus ganas de rumba –fiesta–, no dudamos de que nos lo pasaríamos bien.
Visto lo visto… tenemos que volver a Colombia. Eso sí, tú ya sabes lo que no te puedes perder.
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