15 museos de Europa que te sorprenderán

Nos gustan los museos. Ya está. Está dicho. Somos así de “raros”, aunque estamos seguros de que no somos los únicos: no hay más que ver la cantidad de gente que nos solemos encontrar dentro de los que visitamos. Nos gustan tanto que hemos escrito sobre los museos de París, los de Bruselas, los de Lübeck, los de La Haya…

Más allá del lugar en el que resguardarse cuando fuera el tiempo no acompaña –llueve a cántaros, hace un frío que ves a pingüinos en los pasos de cebra, el calor derrite las señales de tráfico…–, los museos pueden llegar a condicionar un viaje o a hacer que te decidas por un destino.

A pesar de que la recomendación más extendida es la de pasear, perderse, dejarse llevar, descubrir rincones que no salen en los mapas… nosotros añadimos la de “visitar los museos”. Pero no cualquiera. Es cierto que algunos se quedaron anclados tan en el pasado como las piezas que exhiben y resultan francamente aburridos. Echa un vistazo a estos 15 museos de Europa y verás como te entran ganas de visitarlos.

Hansa Museum, la liga hanseática en Lübeck

¿Puede ser divertido un museo que trate sobre una organización comercial que controló media Europa durante casi cinco siglos en la Edad Media? Dicho así cualquiera pensaría que no, pero el Hansa Museum de Lübeck nos demostró que se puede explicar todo sobre la liga hanseática de una forma entretenida y visual.

Olvídate de las típicas vitrinas llenas de objetos con sus cartelitos. En el Hansa Museum te meterás dentro de un puerto, de las calles de una ciudad de la liga o entre los mismos mercaderes. Reproducciones a tamaño real y ambientación, pero también pantallas con información personalizada en el idioma de cada visitante y del lugar que cada visitante elija. Una experiencia tan sorprendente que le dedicamos un artículo entero al Hansa Museum.

MARQ, el Museo arqueológico de Alicante

La arqueología es esa ciencia que puede ser tan divertida como una película de Indiana Jones o tan aburrida como la visita por libre a una yacimiento donde la piedra más grande mida 30 centímetros. A nosotros nos gusta, así que no perdemos la ocasión de visitar sus museos. Lo cierto es que el MARQ de Alicante entró en nuestro viaje por una exposición temporal: “Vikingos Guerreros del norte. Gigantes del mar” –en breve se inaugurará una sobre los mayas–.

Pero también recorrimos la colección permanente y nos sorprendió la forma de presentar las piezas: ¿para qué meterlas en vitrinas si se pueden mostrar como si estuvieras en mitad de una excavación, eso sí, llena de pantallas táctiles?

Titanic Belfast, los astilleros del barco más famoso del mundo

¿Quién no ha oído hablar del Titanic, el barco más famoso del mundo? Pero, ¿sabías que se construyó en Belfast? Un siglo después de que tocara agua por primera vez, se inauguró el Titanic Belfast en los mismos astilleros donde se fabricó el mito.

Recorrer la “cadena de montaje” dentro de un cochecito de montaña rusa, ver los camarotes de las distintas clases a tamaño real, descubrir curiosidades como la cantidad y el tipo de alimentos que se embarcaron o sentir la angustia del hundimiento, para acabar “pisando” sus restos en el fondo del mar. Fíjate en el nivel de detalle al que han llegado, que el número de visitantes que pueden recorrer el museo al mismo tiempo ¡es igual a la capacidad del Titanic!

Louvre-Lens, con su sala del tiempo

Cuando el Louvre decidió “salir de casa” y abrir una sucursal en Lens, en el norte de Francia, también decidió que iba a cambiar las reglas de la museística. Colocar las piezas por culturas, estilos, continentes… está bien, pero muy visto. En el Louvre-Lens es el tiempo el que manda. En la sala del tiempo puedes encontrar objetos de todas las partes del mundo y de muy distintos estilos sólo con el año de su creación como organizador.

Si este cambio no te parece suficiente, la luminosidad de un edificio de paredes traslúcidas y cristal en mitad de la cuenca minera acabará por convencerte. Ya que te acercas, no dejes pasar la ocasión de visitar también el centro histórico minero de Lewarde.

Museo Nazionale del Cinema, la casa del cine en Turín

Cuando el edificio en el que se encuentra un museo tiene nombre propio está claro que ya hay, al menos, dos motivos para visitarlo. Eso sucede con el Museo Nazionale del Cinema de Turín en la mole Antonelliana, el edificio más icónico de la ciudad –si puedes no dejes de subir a su torre para disfrutar de la vista panorámica de la ciudad–.

Desde los primeros proyectores hasta los efectos especiales; desde decorados hasta pantallas; desde carteles hasta vestidos… todos los aspectos del cine están reflejados en sus 3.200 metros cuadrados. Te costará levantarte de sus butacas-tumbonas del patio central mientras ves escenas de grandes clásicos en pantalla gigante.

Turín es el paraíso para los amantes de los museos curiosos, además del del cine, puedes visitar el del automóvil o el egipcio.

El guardarropa del Manneken-Pis en el museo de la ciudad de Bruselas

El símbolo de la ciudad de Bruselas es mucho más coqueto de lo que uno puede pensar viéndole desnudo en su fuente. El Manneken-Pis tiene un guardarropa que ya quisieran reyes y magnates. Más de 600 trajes de casi cualquier lugar del mundo, profesión, equipo deportivo… y algunos de ellos se exponen en el museo de la ciudad de Bruselas, la Maison du Roi.

Como en el caso de la mole Antonelliana, la visita a la Maison du Roi es obligada en Bruselas en plena Grand Place. Y también como Turín, los museos de Bruselas harán las delicias de todo el mundo sea cual sea su gusto: cómic, instrumentos musicales, trenes, arte contemporáneo…

La casa del hombre de hielo en Bolzano, el museo arqueológico de Tirol del Sur

Nada más y nada menos que 5.300 años tiene el inquilino principal del museo arqueológico de Tirol del Sur en Bolzano. La momia húmeda de ser humano más antigua encontrada en el mundo. Ötzi para los amigos.

Su ropa y los objetos que llevaba en su mochila dan paso a la momia y a una pantalla-mesa táctil en la que descubrir hasta el más mínimo detalle. Para acabar con una reproducción de Ötzi en el momento de su muerte que parece que va a saludarte de lo real que se ve.

Panorama Mesdag, el cuadro más grande de los Países Bajos está en La Haya

¿Has visto alguna vez un cuadro de 360 grados? Mucho antes de que los móviles inventaran el modo panorámico y se fabricaran cámaras 360º, se pintaban cuadros hiperrealistas en los que los visitantes se metían dentro, los llamados cicloramas.

En La Haya nos encontramos con el Panorama Mesdag, uno de los pocos que sobreviven en el mundo de este estilo –otro que también hemos visto es el Tirol Panorama en el Museo de los cazadores imperiales de Innsbruck– y el cuadro más grande de los Países Bajos. Si quieres ver el pueblo costero de Scheveningen como era a finales del siglo XIX, desde la playa donde descargaban los barcos hasta las calles y palacios, éste es tu sitio. Y no olvides visitar el resto otros museos de La Haya, ¡hay 45 en la ciudad!

Centrale Montemartini, estatuas clásicas en una central eléctrica de Roma

Si hay algo que “sobra” en Roma son estatuas clásicas. Tantas que se han “inventado” una forma de presentarlas que no deja de ser llamativa. A la antigüedad de las estatuas se une la de una central eléctrica abandonada y recuperada como museo. Bienvenido a la Centrale Montemartini.

Entre dioses y válvulas, emperadores y tuberías, mosaicos y remaches, no sabrás dónde mirar. Una forma de llegar a la “modernidad” desde lo antiguo. Otro museo sorprendente de Roma es el de la Civiltà Romana que tiene una maqueta de la Roma Imperial en su interior, pero en este momento está siendo remodelado.

Para fans de los cromos: museo della figurina de Módena

Si eres de los que ha coleccionado cromos toda la vida, la marca Panini tiene que tener un significado especial para ti. Pues resulta que Giuseppe Panini –sí, la marca comercial es el apellido familiar– era un apasionado de los cromos y comenzó a coleccionarlos en su Módena natal.

A partir de esa primera colección, donaciones y compras, el museo della figurina –figurina significa cromo– cuenta con más de 500.000 cromos de todo el mundo y todas las épocas. Porque ya existían los cromos antes de que hubiera álbumes. Ya que estás en Módena, no puedes dejar de visitar los museos Ferrari.

MAN, museo arqueológico de Madrid

Otro museo arqueológico, éste de Madrid, el MAN. Ya he dicho que nos gusta la arqueología. En este caso, además de las piezas que tiene el museo, es su arquitectura interior otro de los motivos para hacerle una visita. Tras varios años de reformas –durante los que no ha cerrado–, el “nuevo” museo arqueológico de Madrid es un espacio diáfano lleno de luz natural y de grandes espacios.

Algunos de los objetos de la colección son instrumentos musicales y se programan conciertos gratuitos en los que, además de escuchar su sonido, se conoce más de su historia.

Museo de la Acrópolis en Atenas, el Partenón a tamaño real

Imagina un Partenón a tamaño real dentro de un edificio. Bueno, no “todo” el Partenón, sólo la doble hilera de frisos. Sí, doble hilera. En el Partenón no sólo había frisos en la parte exterior sobre las columnas, también había otra línea sobre el muro interior del que hoy no queda nada. Deja de imaginar, está dentro del museo de la Acrópolis en Atenas. En la última planta del museo se pueden ver los frisos originales –o reproducciones de los que están en el Louvre o en el museo británico– colocados en el sitio que ocuparon.

Antes de llegar a esa última planta te encontrarás con las obras maestras descubiertas en las excavaciones de la Acrópolis y con las famosas cariátides frente a las que todo el mundo quiere hacerse un selfie.

Musée d’Orsay, arte en una antigua estación de tren de París

Un museo más que llama la atención por el propio edificio además de por las obras que atesora. El Musée d’Orsay, uno de nuestros 7 museos imprescindibles de París, se encuentra en una antigua estación de tren construida en 1900: vigas de hierro, cristal, relojes antiguos para que los viajeros supieran si tenían que correr hacia el andén… Un lugar al que iríamos incluso si no estuvieran los cuadros de Manet, Degas, Renoir, Courbet, Van Gogh o Monet.

Teatro-museo Dalí de Figueres, la obra maestra del surrealismo

No se pueden explicar con palabras las sensaciones que uno tiene cuando recorre la obra maestra de un genio como Dalí. El surrealismo te golpea, te desmonta y te vuelve a montar colocando tus piezas de una forma que no creías que fuera posible mientras recorres las salas del teatro-museo Dalí de Figueres.

¿Sabías que es el tercer museo de arte más visitado de España? El motivo es evidente incluso desde fuera, cuando te topas con su decoración de panes y huevos.

Norsk Folkemuseum, el museo del pueblo noruego de Oslo

¿Que tenemos unas casas de hace siglos que vamos a tirar o que se están hundiendo? Pues las trasladamos piedra a piedra y brizna de hierba a brizna de hierba a un museo al aire libre hasta crear un pueblo con casas, granjas, iglesias, escuelas… de diferentes épocas y distintas partes del país. Es lo que tiene tener espacio y un sentimiento de pueblo y de historia que llegó al resto del mundo unos siglos después.

No es el único museo de estas características de Noruega, hay uno en Bergen, por ejemplo, pero sí el más completo, con calles de los años 70 del siglo pasado, negocios –imperdible la gasolinera– y casas familiares en las que hasta el tocadiscos gira.

¿Te hemos convencido de que hay museos que pueden ser divertidos y de que no sólo sirven para no pasar frío o calor? Seguro que alguno de estos 15 museos de Europa te ha sorprendido.