Nuestra experiencia en el Grand Hotel Sitea de Turín

Turín estaba en nuestra lista de destinos pendientes: para Sara, como ya contó, porque era el viaje que su abuela nunca hizo, y para mí porque sólo había pasado unas horas en un Interrail con la mochila a la espalda. La visita cumplió todas nuestras expectativas gracias, también, al alojamiento: un hotel con historia en el mismo centro de Turín, el Grand Hotel Sitea.

A nuestra llegada a la capital piamontesa nos recibió un tiempo inestable que nos permitió llegar hasta el hotel –el autobús desde el aeropuerto deja muy cerca– justo antes de que se desatara la tormenta perfecta. Nuestra habitación, en la última planta, nos permitía disfrutar del ruido de las gotas de lluvia en el tejado mientras descansábamos en la enorme cama después de ducharnos. Sólo faltó encender el fuego de la chimenea… pero, ni sabemos, ni hay chimenea. Lo que sí había, era un detalle esperándonos en la habitación: una caja de pastas y una nota en la que nos deseaban feliz estancia.

Dónde dormir en en Turín

Turín, una ciudad con una historia que se remonta a tiempos anteriores a los romanos, ha ido creciendo a lo largo de los siglos hasta su casi millón de habitantes de hoy en día. Con esa población, es evidente que el tamaño de la ciudad no es de los que permite recorrerla a pie –son 130 km2 kilómetro arriba kilómetro abajo–. Si quieres aprovechar bien el tiempo en la capital del Piamonte, el lugar donde dormir en Turín no puede ser otro que el centro histórico, que no es tan grande –se puede ir a pie a todas partes– y es donde se encuentran la mayoría de los sitios de interés, junto a los palacios, los museos, los cafés históricos…

La mejor zona para alojarse en Turín es la delimitada por el río Po al este, el Corso Regina Margherita al norte, la Via XX Settembre al oeste y el Corso Vittorio Emanuele II al sur, esto es, el centro de la ciudad. En esa zona se encuentran desde hoteles de lujo a alojamientos vacacionales, albergues, pensiones… Nosotros nos decidimos por un hotel con historia a diez minutos andando de Piazza Castello, el Grand Hotel Sitea.

Un hotel con historia en Turín

El Grand Hotel Sitea abrió sus puertas en 1925, más de 90 años siendo un hotel de referencia en Turín –sólo cerró entre 1944 y 1945 por motivos obvios– y, desde 2001, reconocido como “Locale storico d‘Italia”. Una asociación cultural que reúne a algunos de los más prestigiosos y antiguos locales del país entre hoteles, restaurantes, trattorie, pastelerías, cafés….

Por sus habitaciones han pasado nobles, músicos, actores, cantantes, premios Nobel… y ¡sus mascotas! Porque el Grand Hotel Sitea es pet friendly y admite a huéspedes de cuatro patas.

Uno de los mejores hoteles en el centro de Turín: el Grand Hotel Sitea

Desde la puerta de entrada del Grand Hotel Sitea se aprecia que los años no han hecho otra cosa que mejorar la calidad del lugar: decoraciones antiguas con gusto, junto a servicios modernos. Antes de que te la pases, la recepción está a la izquierda en el propio pasillo de entrada.

En la planta de calle, al fondo a la derecha, hay una pequeña sala –frente a los ascensores– de la que casi nadie se da cuenta, en la que poder charlar tranquilamente con otros viajeros sin que el trasiego de huéspedes del hotel lo impida. Aunque también se pueden aprovechar el L’American Bar, el restaurante Carignano y el Patio –con su jardín– para descansar un poco y charlar.

Nuestro top del hotel: el desayuno

Una ducha escocesa, una bañera, una cama kingsize, unos albornoces que parece que te abrazan… pero para nosotros lo mejor, sin duda, su desayuno. La delicia de la cocina del norte de Italia servida por la mañana. En Italia no se concibe desayunar nada salado –los huevos con bacon asustan a un italiano antes del mediodía– pero el buffet libre del Grand Hotel Sitea no deja a ningún huésped de lado: desde los huevos, el bacon, los quesos, los embutidos –una selección de productos locales que nos hizo imposible decidirnos por uno– y los fiambres –con la auténtica mortadela italiana– hasta los bollos y tartas más dulces preparadas por los pasteleros del hotel.

Por supuesto, ni que decir tiene, el café, un cappuccino, es ineludible –aunque yo me di al cioccolato con su crema de leche que también estaba delicioso–.

Valoración del Grand Hotel Sitea de Turín según nuestros “imprescindibles”

Siguiendo con los 14 puntos que debe cumplir nuestro hotel ideal, aquí está la valoración del Grand Hotel Sitea:

• Limpieza: impoluta, ni una mota de polvo en las mesillas.
• Amabilidad: la máxima, todos los empleados desde la recepción al personal del desayuno siempre tenían una sonrisa en la boca y estaban dispuestos a ayudar en todo lo que pudieran.
• Ropa de cama: sábanas en perfecto estado, toallas de las que no te quieres separar y, como dije antes, albornoces que parecía que nos abrazaban.

• Temperatura: aquí tuvimos un pequeño problema. Llegamos justo al principio de una gran tormenta que enfrió la ciudad. Cuando tratamos de encender la calefacción no lo conseguimos y, al llamar a recepción, nos dijeron que ya estaba apagada y que a partir de la semana siguiente sólo habría aire acondicionado.
• Enchufes: un número adecuado. No hubo que racionar las cargas entre los distintos aparatos para poder cargarlo todo. Respecto al tipo de clavija, como el español, aunque los enchufes de patilla gruesa no encajan –no encajan en toda Italia–.
• Internet: un punto a mejorar. Además de tener que registrarse cada vez que volvíamos al hotel, la conexión a veces fallaba y era un poco lenta. Puede que el hecho de estar en la última planta influyera, pero con más routers se podría arreglar.
• Facilidad de uso: no eran tantas las luces y no llevaba mucho tiempo apagarlas todas, pero no había un interruptor para hacer la oscuridad completa.
• Luz: cortinas gruesas que impiden que la luz del amanecer entre en la habitación pero que no llegan a dejarla a oscuras por completo.
• Cama: perfecta, grande pero no como para perderse y no saber dónde poner la cabeza.
• Cárcel: no, te puedes meter en la cama sin tener que levantar el colchón para soltar las sábanas.
• Almohadas: dos para elegir para cada uno, perfectas.
• Baño: una sala aparte, no en mitad de la habitación. Ducha con presión y a la temperatura perfecta, con un tamaño muy grande y de la que no se escapaba ni una gota de agua.
• Desayuno: nos enamoró.
• Precio: puedes verlo en Booking y valorar por ti mismo.

Tu mejor hotel para disfrutar de Turín: el Grand Hotel Sitea.